La trastienda del apoyo de JxC al Gobierno: las heridas que dejó la tensa negociación y el mensaje que bajó Macri
Si bien lograron unificar posiciones al final, hubo un duro debate interno, cargado de acusaciones; la bronca de Pro con Morales, el papel de los “lilitos”, los negociadores y el sondeo de Lousteau al Fondo
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El domingo, apenas finalizó la marcha en el Obelisco en contra de la invasión de Rusia a Ucrania, Horacio Rodríguez Larreta encaró a Maximiliano Ferraro (CC) y le pidió tomar un café. Juan Manuel López, otra de las espadas de Elisa Carrió, y Patricia Bullrich se sumaron a la charla. “El Pro se va a abstener”, les anticiparon el alcalde y la exministra a los lilitos. Minutos después, los cuatros se reencontraron en la cumbre virtual convocada por la mesa nacional de Juntos por el Cambio para unificar posturas sobre el acuerdo con el FMI. Apenas arrancó el debate, Bullrich tomó la posta y contó que ya habían acordado con la CC la “abstención” general. De inmediato, Ferraro la frenó: “Eso no es así”. Y detalló la posición de la CC: no especular con el quorum y avalar la operación crediticia.
Ese contrapunto en la cúpula de JxC derivó en una estrategia conjunta que destrabaría el trámite legislativo y permitiría preservar la unidad de la coalición. Ese día los jefes del espacio descartaron la abstención -sobre todo porque esa maniobra tenía límites en el Senado- y acordaron que solo votarían a favor de un proyecto que contenga la refinanciación, no el programa económico.
Así, después de una tensa pulseada entre Pro, que había adoptado una postura más intransigente para negociar con la Casa Rosada, y sus socios de la UCR y la CC, más proclives a facilitar la aprobación del convenio por la deuda, se gestó un operativo en JxC para convencer a Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados, de que la “única forma de sacar la ley” y salvar el acuerdo con el FMI era que el Gobierno cediera y cambiara el proyecto.
Si bien la JxC celebró ayer haber logrado torcer el brazo de la Casa Rosada en una negociación clave, la discusión incómoda que se desató en el seno del conglomerado opositor el trato con el FMI aún genera pases de facturas y tensiones en el espacio. Hay un fuerte malestar en Pro con la actitud de Morales, quien volvió a desafiar al macrismo, resquemor en las filas del radicalismo y satisfacción en la CC, que se jactan de haber anticipado la fórmula legislativa que permitió evitar el default. “Logramos mostrarnos unidos para afuera, pero adentro no sé qué pasa”, sintetiza uno de los referentes de JxC.
Operativo
Los encargados de persuadir a Massa fueron Negri, jefe del bloque de la UCR, López (CC) y Luciano Laspina, autor del latiguillo plan “bomba” , quien ofició un papel clave en el ida y vuelta con la Casa Rosada para consensuar un texto de la ley. El martes, Negri, López y Laspina le trasladaron a Massa una alternativa para destrabar el trámite legislativo: le dijeron que la oposición se comprometía a respaldar al oficialismo, acorralado por la falta de votos ante la rebelión de Máximo Kirchner, si el texto de la iniciativa solo contenía un artículo que avale la refinanciación de la deuda acordada por el Poder Ejecutivo con el Fondo. Es decir, le pedían que suprimiera el artículo 2° vinculado con los anexos que detallan las medidas a adoptar para cumplir con el plan pactado con el FMI y los fundamentos de la ley, que contenían una batería de críticas a Macri por el préstamo que contrajo, en 2018, por 44.500 millones de dólares. Ese día, Cristian Ritondo, al frente de la bancada de Pro, monitoreaba la negociación desde Expoagro.
“¡Podrías sacar la ley con 200 votos!”, lo endulzaron a Massa, quien lucía inquieto por evitar una ola de abstenciones en la votación. En JxC especulan que el tigrense se vio forzado a convencer a Alberto Fernández de que desautorizara a Martín Guzmán, no solo porque comprendía que no era razonable exigirle a la oposición que apoyara el programa económico, sino que también necesitaba evitar un nuevo revés tras el “fracaso” de la votación del presupuesto.
Martín Lousteau, líder de Evolución Radical, hizo equilibrio e intervino en el tramo final de las tratativas para articular posturas en JxC y discutir los detalles técnicos del texto. Incluso, el senador mantuvo contactos con funcionarios del FMI para conocer el margen de maniobra. “Lousteau conversó con todos para saber cuáles eran las restricciones de cada uno de los actores para lograr el consenso, evitar el default y lograr la unidad de JxC”, dicen en el entorno del economista. Hoy, buscaba convencer a Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos) de que no rechace el proyecto, pero el exministro se mantuvo firme en su postura.
Durante los últimos días, el senador repitió que estaba dispuesto a debatir un programa económico y que era necesario impedir una cesación de pagos, pero que no votaría el plan diseñado por Guzmán. Los emisarios de Lousteau en Diputados eran Rodrigo de Loredo y Alejandro Cacace, quienes rechazaron de inmediato la idea del “desdoblamiento” de la ley, una vía alternativa que había acordado Morales con Massa el jueves pasado cuando se estancaron las conversaciones. “Ese día Gerardo le prometió los votos a Sergio”, suelta un alfil de Pro. Por esas horas, el jujeño repetía que la peor “bomba” para la economía era caer en default.
La jugada se terminó de cocinar ayer en el despacho de Mario Negri, por donde desfilaron los referentes de JxC y las autoridades del oficialismo. Allí, discutieron “palabra” por “palabra” la redacción de la iniciativa. Además de los jefes de Pro, la CC y la UCR, estuvieron Cacace y De Loredo, de Evolución Radical, y Margarita Stolbizer, por Encuentro Federal.
El último retoque del texto (se sacó ”reservas internacionales” por “apoyo presupuestario”) se hizo en la oficina de Massa: estaban Ritondo, Laspina, Gerardo Milman y Silvia Lospennato, por parte de Pro, y Germán Martínez y Paula Penacca -integrante de La Cámpora-, en representación del Frente de Todos. Un pedido de Miguel Pesce, titular del Banco Central, demoró la resolución.
Negri y López no sabían de esa reunión y mascullaron bronca cuando se enteraron de los cambios definitivos antes de la firma del dictamen. Concluida la novela parlamentaria, referentes de la UCR y la CC se quejaban de que figuras de JxC, como Lousteau o Larreta, se arrogaban méritos por el acuerdo. Desde Pro se quejaron por el tuit de Carrió, que felicitó anoche a su bloque por anticipar la estrategia. Lecturas disímiles sobre los ganadores y perdedores de la batalla legislativa.
Felicito a toda la Coalicion Cívica por haber llevado adelante la estrategia de evitar el default. Privilegiando los intereses de la Argentina por sobre intereses especulativos y personales.
— Elisa Lilita Carrió (@elisacarrio) March 9, 2022
El mensaje de Macri
Laspina ofició de interlocutor con Macri, quien jugó fuerte para marcar la postura de Pro y estuvo atento a las discusiones en el Congreso. El economista le detalló al expresidente la estrategia acordada con la UCR, la CC y Evolución Radical, entre otros, hace unos días: apoyar un solo artículo para autorizar la refinanciación, tomar distancia del programa “desastroso” de Guzmán y suprimir los fundamentos, que incluían “agravios” a la gestión de Macri. El fundador de Pro dio el visto bueno y pidió “romper el discurso” del kirchnerismo, ligado a que el macrismo dejó una “deuda impagable” y motorizó una “fuga de capitales”. Hernán Lombardi, uno de los laderos de Macri en Diputados, fue el encargado de tender “puentes” para convencer a los “halcones” de Pro que dudaban de acompañar la salida intermedia pactada con la CC, los radicales y Massa. Larreta, Bullrich y María Eugenia Vidal también dieron su consentimiento a la jugada. “Ahora, nadie se tiene que escapar del corralito”, comentaban anoche en la cúpula de Pro. Sin embargo, Fernando Iglesias pegó el faltazo a la sesión. Una señal de que no comparte el pacto con el oficialismo.
De hecho, Macri habló ayer unos pocos minutos en una cumbre del bloque de Pro que se realizó a través de Zoom. En esa reunión, el expresidente bajó un mensaje para alinear la tropa, sobre todo, ante los “librepensadores” de la bancada que amenazaban con diferenciarse en el recinto. “Esto hay que votarlo. Es lo mejor que podemos conseguir”, arengó Macri. En sintonía con la visión de Larreta, que sobrevoló la discusión, o Bullrich, el expresidente consideró que JxC había logrado todos los objetivos, casi sin ceder frente a la Casa Rosada: evitar el default, eliminar los fundamentos y despegarse del plan “bomba” de Guzmán.
Quiero destacar la gran responsabilidad institucional de @juntoscambioar buscando los consensos para evitar el default en Argentina. Felicito en particular al bloque de diputados de @UCRNacional, Coalición Cívica y Peronismo Republicano por su compromiso desde un primer momento.
— Gerardo Morales (@GerardoMorales) March 10, 2022
Morales vs. Pro
Anoche, en la cumbre virtual de Pro, Macri, Larreta y Bullrich hicieron saber su malestar con Morales, sobre todo por el contenido de su exposición en el debate en comisión. Ayer, el jujeño había abogado por “sacar la ley” para evitar el default con dardos a Pro: “Esta deuda la tomamos nosotros y me hago cargo. Algunos halcones me pegan por esto, pero es la realidad”, enfatizó. En el macrismo aún intentaban digerir esos dichos cuando el jefe de la UCR lanzó otro misil. En un tuit que publicó anoche, apenas se selló el pacto en el Congreso para aprobar el proyecto, felicitó a los bloques que integran JxC con un sola omisión: no mencionó a Pro.
En el cónclave telemático, los popes del macrismo decidieron no salir a contestarle al jujeño para no subirle el precio: entienden que busca posicionarse en la pelea por la presidencia en 2023. Sin embargo, hubo reproches. “Lo de Morales es patético. Mientras él regalaba los votos por la televisión, nosotros nos pusimos firmes para negociar con el Gobierno, no para empujar al default”, braman desde la bancada de Ritondo. En el macrismo sospechan de la relación entre el jujeño y Massa y de su interés por preservar el vínculo con Fernández. “Hay que ver cómo están los desembolsos de ATN a Jujuy”, espeta una espada de Pro.
En el entorno de Morales se quejan por la susceptibilidad de los macristas. “A Gerardo le gusta provocar a los ‘halcones’”, bromean. En la cúpula de la UCR entienden que los popes de Pro no entienden de política y “jugaron al filo”, con la economía al borde del abismo. “Ellos querían que saltara todo por los aires. Ahora, se dieron cuenta que la situación era compleja”, dicen cerca de Morales. A los radicales les molestó que sus socios hayan dicho que estaban “regalados” en la negociación con el oficialismo.
En la CC consideran que la postura de Carrió y Morales fue clave para plantarse frente a Pro, que abogaba por abstenerse o rechazar el proyecto, y evitar el default. “Costó”, reconocen en la fuerza de Carrió, quien celebró que su partido haya privilegiado “los intereses de la Argentina por sobre intereses especulativos y personales”.
La líder de la CC, que había hablado con Macri antes de presentar su propuesta salomónica, insistió hoy en que la premisa debe ser impedir que el país entre en cesación de pagos: “El peor impuestazo es que hoy se declare el default No podemos ser irresponsables, ya vivimos el 2001 y no queremos que se repita”, escribió en Twitter.
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