La trastienda de Chapadmalal: el abrigo “obligado” del gabinete para el Presidente y una más que notoria ausencia entre la militancia
El faltazo de los militantes de La Cámpora no pasó desapercibido entre los presentes, pese a que Fernanda Raverta oficiaba de anfitriona; mensajes en los celulares de los ministros
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MAR DEL PLATA.- “¿A qué hora llegan los bombos de La Cámpora”, se escuchó entre dos veteranos dirigentes peronistas, con tono de broma y repercusión de chicana, en medio de tanta bandera y pechera de organizaciones sociales que se repartían lugar sobre las gradas del polideportivo de Chapadmalal pero entre las que no aparecía ni una mínima identificación de la expresión más pura de la militancia kirchnerista.
Hubo decenas de ómnibus para el traslado de los asistentes, mucho tambor y redoblante frente al mar, como para recordar viejos tiempos. Y otro tanto de repetidos saludos con brazos en alto y dedos en v para acompañar la visita del presidente de la Nación, Alberto Fernández, que compensó la escasez de apoyo del núcleo duro de seguidores de Cristina Kirchner con la cercanía de la mayoría de su gabinete, presente en este viaje para conmemorar el 70° aniversario del fallecimiento de Eva Duarte.
Confirman por Casa Rosada que los teléfonos de los principales ministros sonaron a repetición entre la tarde y la noche de ayer para avisarles que reprogramen su agenda de martes y confirmarles que tenían butaca reservada en el avión presidencial que partiría hoy, minutos después de las 10, con destino a Mar del Plata.
A la cabeza de la comitiva estuvo Juan Manzur, jefe de Gabinete, a la derecha del Presidente durante el acto, que completó el estrado con Fernanda Raverta, esta vez en triple rol: anfitriona desde su condición de principal referente marplatense de Frente de Todos, titular de Anses y principal expresión a la vista de La Cámpora, ausente el resto del escenario donde se desarrolló el acto. Entonces, todos a bordo.
El ministro de Deportes y Turismo, Matías Lammens, era hasta comienzos de esta semana la única figura asegurada por su responsabilidad en la obra de acondicionamiento del Hotel 6 de Chapadmalal, listo y reinaugurado sobre un total de nueve edificios por recuperar.
Con aquellas apuradas gestiones desde las cercanías de Presidente se sumaron los ministros de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero; de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli; de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Justicia y Derechos Humanos, Martín Soria; de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, y de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, junto a las ministras de Salud, Carla Vizzotti; y de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta. Por esos fondos también andaba el secretario de Economía Social, Emilio Pérsico, entre otros de su rango.
En primera fila, también participaron los legisladores Eduardo Valdés, Carolina Gaillard, Victoria Tolosa Paz, Marcelo Casaretto, Alicia Aparicio y Daniel Gollán, en un escenario que combinaba distintos orígenes y alineamientos dentro del actual gobierno.
Entre las figuras que acompañaron desde el llano se destacó el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, que es vecino de la zona y en breves contactos con los medios dejó un apoyo explícito a esta gestión y críticas para la oposición. “Es un modelo de conducta al que quiero parecerme”, lo elogió el Presidente, que destacó y agradeció su presencia.
Con bajo perfil también se acercó Luis D’Elía, elogioso de la figura de Eva Perón, defensor de la gestión de Alberto Fernández y una de las voces que clamó por la unidad del peronismo en días de turbulencias económicas y políticas. “El poder económico acecha a la democracia”, dijo el dirigente, que en las últimas horas reclamó una “razzia con los arbolitos” como medida para cortar la tendencia en alza del dólar. “La pelea interna se está ordenando y confío en que se estén escuchando”, dijo sobre conversaciones recientes entre el Presidente y su vice.
El acto fue breve, con Fernández como único orador. Incómodo en el inicio con el sonido, que se cortaba o llegaba con poca nitidez desde la pésima acústica que tiene el polideportivo de Chapadmalal, un literal cajón con paredes de casi diez metros de altura donde retumbaba hasta el golpe de una moneda contra el piso. El reclamado silencio de los bombos y el esfuerzo de los técnicos apenas pudieron mejorar condiciones para que se entendiera un mensaje corto y con tres ejes: elogio a la figura y obra de Eva Perón, críticas al gobierno de Mauricio Macri por la falta de inversión y dardos contra los que por estos días especulan con los precios.
Unos 2000 asistentes tuvo este acto al que llegaron en ómnibus para cubrir los casi 35 kilómetros que separan a Mar del Plata del complejo de turismo social de Chapadmalal. Entre los presentes se destacaron grupos arribados desde localidades vecinas y algunos, muy pocos, desde distritos del conurbano bonaerense.
Se hicieron notar con sus columnas movilizadas el Movimiento Barrios de Pie, el Movimiento Evita, el Movimiento Peronista de Base, la Confederación Nacional de Cooperación de Trabajo, Atahualpa, la Corriente Política Descamisados y hasta el Radicalismo Popular-Forja. De La Cámpora, ni noticias.
La percusión dominó la previa. Ya con los funcionarios presentes no hubo cantos ni mensajes desde el auditorio. Los tambores hicieron lo suyo y las voces apenas tuvieron un par de manifestaciones contundentes. La primera con la presentación de Raverta, ovacionada desde distintos flancos. La otra con el anuncio de un bono especial para beneficiarios del Plan Potenciar Trabajo: Fernández confirmó que se les hará el correspondiente depósito el 5 de agosto. Son 11.000 pesos por cada uno de los 1,2 millones que cobran este programa social.
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