La tensa convivencia entre Horacio Rodríguez Larreta y Jorge Macri: hartazgo, recelos y cruces en un retiro incómodo
En plena crisis por la jugada electoral de Patricia Bullrich, el jefe porteño se mostró con Soledad Acuña, aspirante a pelear por su sucesión y eventual rival del primo del expresidente; la incógnita de Quirós y el aviso de López Murphy
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El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires quedó envuelto en una crisis interna luego de que Patricia Bullrich bendijera a Jorge Macri, integrante del Gabinete porteño, como posible sucesor de Horacio Rodríguez Larreta, quien -atento al armado de su proyecto presidencial- aún no explicitó su apoyo a un candidato de Pro y hace equilibrio para preservar su alianza estratégica con Martín Lousteau, el aspirante del radicalismo.
Tras el revuelo que generó en la sede de Uspallata la foto entre Bullrich y Jorge Macri -hubo reproches, pases de facturas y presiones para apartarlo de su cargo o empujarlo al “ostracismo”-, Larreta buscó administrar el conflicto. En primer lugar, desactivó la reprimenda que encabezaron varios de sus ministros contra el intendente de Vicente López en uso de licencia durante un incómodo “retiro espiritual” de su equipo en el Lowlands Club, en Belgrano, y habló a solas con el primo del fundador de Pro.
Hoy, como había anticipado LA NACION, Larreta lanzó un contragolpe ante la avanzada de Macri y Bullrich para marcarle la cancha en el distrito que gobierna. Se exhibió junto a su ministra de Educación, Soledad Acuña, una de sus colaboradoras de confianza, quien está decidida a pelear en la interna de Pro por la candidatura a jefa de gobierno en 2023. Si bien se preveía que Fernán Quirós, otro de los eventuales postulantes de Larreta en la Capital, iba a compartir la actividad junto al alcalde y Acuña, los estrategas del alcalde definieron postergar esa foto tras el retiro en Belgrano.
Quirós, otro leal a Larreta, aún no definió si jugará o no el año que viene. Prefiere mantener la incógnita y, consciente del clima social, apuesta por postergar la discusión por las candidaturas. No está decidido, pero quienes lo frecuentan advierten que tiene la vocación de colaborar con el proyecto presidencial de Larreta. Por si acaso, un sector del macrismo ya prepara el fuego amigo: recuerdan que Quirós vive en San Fernando, un impedimento para competir en la Capital.
En el círculo de confianza de Larreta aseguran que el jefe de gobierno porteño no intervendrá en la pulseada ni ungirá a ningún candidato hasta marzo de 2023. Aducen las mismas razones que utiliza Mauricio Macri para no involucrarse en la contienda nacional de Pro: Larreta se mantendrá “ecuánime” y alentará la competencia interna, según dijeron a LA NACION desde su entorno. “Como dijo Mauricio en la presentación de su libro: ‘la competencia nos mejora a todos’”, desliza uno de los escuderos de Larreta. Y remata: “Todo se encamina a una PASO y que tengamos más de un candidato con credenciales es una muestra de que tenemos una buena gestión”.
El jefe porteño y Acuña recorrieron una escuela en Pompeya a 48 horas de que Bullirch, contrincante de Larreta en la contienda nacional, le levantara la mano a Jorge Macri, ministro porteño desde diciembre, como su candidato en la Capital. La excusa formal de la actividad era criticar el presupuesto de Sergio Massa, que recibió ayer la media sanción de Diputados. “Algunos pretendan desfinanciar la educación y convertirla en variable de ajuste. Frente a tanta desidia y desinterés nosotros siempre vamos a redoblar la apuesta por una mejor educación con propuestas y con medidas concretas”, sostuvo. Con una puesta en escena cuidada, la Ciudad difundió de inmediato las imágenes de Larreta con Acuña, quien integra su círculo de confianza desde hace veinte años y pretende llegar al sillón principal de Parque Patricios en 2023.
La jugada de Bullrich contó con el visto bueno de Macri, quien pretende blindar la Capital Federal, bastión electoral de Pro desde 2007, y garantizarse el control de la administración a través de su primo, frente a las sospechas que le genera sociedad entre Larreta y Lousteau. En el macrismo se impacientan por la ambigüedad del alcalde -deja correr a todos los pretendientes y promete fair play para la competencia- y temen que facilite un triunfo del senador a cambio del respaldo de un sector del radicalismo a su candidatura presidencial.
“Es una foto entre políticos. A la sociedad no le cambia sus intereses y preocupaciones”, minimizan cerca de Larreta.
Un tenso “retiro espiritual”
Larreta encabezó ayer un retiro espiritual con su Gabinete en Belgrano. Habían pasado pocas horas desde que Jorge Macri se había sentado en una mesa del bar Bravas, en Recoleta, para sellar su pacto electoral con Bullrich, rival de su jefe -al menos en el organigrama porteño- en la carrera por la sucesión de Alberto Fernández. En esa reunión con estudiantes, Bullrich volvió a lanzar dardos contra Larreta por la falta de orden e intervención frente a los piquetes en las calles. Apenas arrancó el cónclave en el Lowlands Club, que coordinó un “coach”, los larretistas paladar negro activaron la ofensiva contra Jorge Macri. “Estuvo muy picante”, admite un integrante del Gabinete porteño. Frente a Larreta, le recriminaron al primo del expresidente haberse precipitado y exhibido junto a Bullrich. Le dijeron que con su actitud “confundía” al electorado de Pro en la Ciudad y le dejaron en claro que los altos funcionarios porteño trabajaban con el objetivo de que Larreta llegue a la Presidencia.
El más duro con Jorge Macri fue Martín Mura, titular de Hacienda y Finanzas, quien cultiva un bajo perfil y tiene una estrecha relación con Larreta. Según relatan varios testigos, Mura y otros funcionarios se mostraron hartos de las críticas constantes de Bullrich a la gestión de la Ciudad. Pidieron que haya reglas claras y condenaron el tono que emplea la exministra de Seguridad, que conduce el Pro a nivel nacional. Fue un claro mensaje a Jorge Macri, quien venía de compartir la actividad con Bullrich en la que se escucharon cuestionamientos a Larreta por los cortes de calles y los impuestos en la Ciudad. Además, la exministra advirtió que el alcalde debe ser “claro” y “prolijo” con el “uso de la plata de los porteños”. Maliciosos, los laderos de Lousteau difundieron capturas de publicaciones en redes de Jorge Macri auspiciadas por el gobierno de la Ciudad.
“Estamos cansados de que Patricia nos putee. Nosotros estamos gestionando”, bramaron. La tensión entre Bullrich y los ministros de Larreta se manifiesta con cada vez más frecuencia. Se pudo palpar en la presentación del libro de Macri en La Rural o hace dos semanas, cuando María Migliore (Desarrollo Humano y Hábitat) la cruzó en Twitter por sus cuestionamientos a la aprobación en Diputados del proyecto de ley que prorroga por diez años la suspensión de los desalojos en barrios populares -que había sido respaldada 39 legisladores de Pro-.
Frente a la ola de reproches, Jorge Macri, quien repite que le había avisado a Larreta que se sacaría la foto con Bullrich en el marco de su plan para garantizarse el respaldo de todos los jefes de Pro y evitar una división del partido en la Ciudad, tomó la palabra. Dijo que Bullrich había decidido respaldar su postulación a jefe de gobierno, pero que eso no implicaba que él avalara la candidatura presidencial de la exministra. Argumentó que era un pacto sin “condicionamientos”. Esa foto con Bullrich -y el discurso de ambos- había sido arreglado hace semanas por los estrategas de la exministra y Fernando de Andreis, jefe de campaña de Jorge Macri y colaborador estrecho del expresidente. Su argumentación no dejó conformes a varios de los ministros: “Le faltó timing. No era el ámbito y la forma”, remarca un larretista paladar negro que participó del retiro.
Otro ministro reconoce las “dudas” y sospechas que generó la justificación de Jorge Macri entre los presentes en el retiro. “Acá hay un solo jefe: no tiene pelo y se llama Horacio. Todos tenemos bien claro con quién jugamos en 2023″, remarca. Ni los ejercicios del “coach” aquietaban las aguas.
Apenas comenzó a escalar la discusión, Larreta -quienes lo conocen comentan que evita confrontar en esas situaciones y apela a la “cara póker”- interrumpió a sus ministros y cortó en seco el tema: dijo que ese no era el “ámbito” para tratar el affaire Jorge Macri-Bullrich y pidió enfocarse en la agenda de gestión. Desde hace semanas, Larreta machaca en esas reuniones privadas con que le preocupa la desconexión entre la sociedad y la clase dirigente que reflejan las encuestas. Por esa razón, les reclama a sus ministros que esquiven las disputas por candidaturas y hagan hincapié en las preocupaciones del electorado que saltan en los sondeos, como inseguridad o empleo. Así, busca resaltar su perfil de gestor -que resuelve “los problemas reales”- y construir su figura político con miras a 2023. ¿Una forma de postergar las definiciones electorales que podrían dinamitar su armado? Larreta suele decir que hay que “sostener todos los hilos” de JxC. “Tenemos la responsabilidad de gobernar. Hay que discutir ideas y proyectos”, dice uno de sus ministros. Esa fue una de las conclusiones del retiro.
Superada la catarsis, Larreta y Jorge Macri charlaron a solas. En el entorno del intendente de Vicente López en uso de licencia relativizan las tensiones. Es más, afirman que el ministro de Gobierno calificó de “tranquilo” el retiro, mas allá de los pases de factura. “Hay paz”, aseguran.
En el Gabinete porteño hay quienes avizoran “un congelamiento” de Jorge Macri, quien, desde su desembarco en la Ciudad, había tenido una alta visibilidad. Casi todas las carteras lo incluían en sus actividades de agenda. Fue una instrucción que había impartido Larreta. ¿Ahora sufrirá una etapa de ostracismo?
López Murphy se anota
Mientras se desata la lucha de poder en Pro en su fortaleza electoral, el líder de Republicanos Unidos, Ricardo López Murphy, dijo que evalúa competir como candidato a jefe de gobierno en 2023. Si bien se mantenía dedicado a la construcción nacional, las mediciones que le mostraron sus colaboradores de encuestas en la Ciudad entusiasmaron al “bulldog”, quien elogió a Larreta pese a que remarcó sus diferencias en cuanto al “orden” y las visiones económicas y sociales. De hecho, su bloque dio quorum para eliminar el impuesto a las tarjetas.
“Tengo que ver dónde podemos ser más útiles para expresar una visión basada en la libertad, pero que también sea parte de una gran coalición que remueva esta catástrofe que hemos vivido de veinte años de kirchnerismo”, dijo anoche en diálogo con La Nación Más.
A Bullrich, quien tiene una relación estrecha con el exministro, le incomoda la cercanía entre López Murphy y Larreta. Ambos jefes de Pro se disputan el apoyo del “bulldog” de cara a 2023.
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