La rutina de la Feria quedó alterada por la presentación
La presentación del libro escrito por la expresidenta Cristina Kirchner convirtió la 45» Feria Internacional del Libro de Buenos Aires en un festival político pasado por agua. El fervor de cientos de militantes y simpatizantes que comenzaron a poblar la zona del playón frente a la Sala Jorge Luis Borges, donde a las 20 en punto empezó el acto, fue apaciguado por una fuerte lluvia que empapó a los asistentes y alegró a los vendedores de pilotines.
"Nosotros vamos siempre a las marchas", dijo a LA NACION una de las vendedoras ambulantes que desde primera hora de la tarde se instalaron sobre la avenida Sarmiento, donde la Fundación Patria había colocado una pantalla gigante. Otros de sus colegas vendían pañuelos y pósteres con la foto de la expresidenta de la Nación y la leyenda: "Cristina 2019". Hubo un nuevo cantito: "Olé, olé, Olé, Olá/ Sinceramente vamos a bancar/ este proyecto nacional y popular".
La conversión de fiesta literaria a mitin político se fue dando a medida que avanzaba la tarde. Igual que la tormenta. Los eventos programados para las primeras horas de la tarde se hicieron con normalidad y bastante público. Lo que sí fue afectado fue la visita de los grupos escolares. Se redujeron en un cincuenta por ciento. De los ochenta colegios promedio que visitan la Feria a diario, ayer solo fueron cuarenta.
Muchos de los que ayer fueron a la Feria a participar "del acto de Cristina", como lo llamaban, desfilaron por el stand de Penguin Random House, donde los ejemplares de Sinceramente ya no se exhiben como hasta anteayer -en una torre gigante-, sino ordenados en una mesa que es continuamente vigilada por un empleado de seguridad y acompañada por una foto de la expresidenta. Allí, muchos se frenaban, lo hojeaban -cuesta $599-, le tomaban fotografías y continuaban su camino.
A medida que avanzaba la tarde los grupos de militantes o simpatizantes de la expresidenta comenzaron a ubicarse en la zona cercana a la Sala Borges y, a pesar de los truenos y la fuerte lluvia, siguieron alentando a los invitados -muchos exfuncionarios- que ingresaban a la sala.
En las tribunas de la pista central, en vez de los habituales grupos familiares o de jóvenes retomando energías luego de las caminatas por los pasillos de los pabellones, ayer había grupos de jóvenes que evidentemente esperaban el acto de Cristina Kirchner. Cada tanto se alentaban con cantitos políticos y un amenazador "ya van a ver, vamos a volver".
El director de la Feria y del departamento de relaciones institucionales de la Fundación El Libro, Oche Califa, dijo a LA NACION que esa entidad reforzó la seguridad del predio con mayor número de personas en el interior de La Rural, la instalación de una línea de fenólicos con estructura antivolcado y cuatro baños químicos en el playón frente a la Sala Borges.
Agresión a una periodista
La periodista de TN María Eugenia Duffard enfrentó un tenso momento al cubrir la presentación del libro de Cristina Kirchner cuando un grupo de militantes kirchneristas la rodearon y comenzaron a gritarle. "Sos una caradura, no tenés cara", gritó un asistente a centímetros de la cara de la periodista, quien igual intentó seguir adelante con su trabajo. "Clarín basura, vos sos la dictadura", le gritaron en otra oportunidad decenas de militantes. En otra ocasión incluso le impidieron avanzar con una entrevista al exmiembro de la Corte Eugenio Zaffaroni.
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