La reunión Macri-Milei: un cónclave obligado por los ruidos en la fiscalización que esconde una puja de poder
El expresidente le transmitió al libertario su preocupación por la dificultad de acceder a algunos territorios; en LLA no quieren entregar el control; tampoco hablan de cargos: “primero hay que ganar”, advierten
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Mauricio Macri llegó al Hotel Libertador con un catálogo de preocupaciones y quejas por la organización de la fiscalización del balotaje. Javier Milei lo recibió preparado para escuchar y rebatir sus reclamos. Durante la madrugada del lunes, tras el debate presidencial, el candidato libertario se había reunido con Guillermo Ferraro, el encargado del operativo para cuidar los votos de La Libertad Avanza (LLA). Este le aseguró que el esquema ya estaba ajustado y le brindó todos los detalles para que tranquilizara al exmandatario.
La cumbre de Macri y Milei fue el punto cúlmine de dos semanas de tensiones entre los equipos libertarios y Pro. Todos los chispazos tuvieron su origen en una cuestión más de fondo, según fuentes de ambas tribus: que Macri y sus colaboradores más cercanos pretendieron tener mayor injerencia en la fiscalización de las boletas violetas, pero se encontraron con que los laderos de Milei habían alambrado el terreno.
En definitiva, la fiscalización se convirtió en la única materialización de un acuerdo político cuyos alcances todavía son difusos. A esta altura, todos entienden que la ayuda que el macrismo pueda brindarle a Milei en esa materia podría ser un crédito a futuro en el armado de un gobierno, además de una inversión que le permitiría al expresidente atribuirse parte del triunfo electoral.
“Lo que hay de fondo con la fiscalización es una puja de poder. Macri cree que si gana Milei, él no perdió la elección. Que puede decir ‘Yo gané a través de Milei’”, comentó un referente muy involucrado en el armado de la fiscalización de las últimas semanas.
En ambos campamentos aseguran que todavía no hay negociación de cargos. “Primero ganemos. Y si ganamos van a tener un timbre para tocar. Pero primero hay que ganar”, transmitieron desde las filas libertarias. Sin embargo, para incentivar la fiscalización, en algunos territorios los referentes habrían pedido elaborar una lista de nombres para tener en cuenta el día después.
Los cargos más grandes ya se estarían definiendo: alguien que conoce muy bien a Milei dijo que el eventual ministro de Economía “ya está cerrado”. Luego de que Milei elogiara en reiteradas oportunidades a Federico Sturzenegger, suenan algunos de los economistas que lo acompañaron en su gestión en el Banco Central. Y, como publicó LA NACION, Luis “Toto” Caputo le hizo una presentación de un plan económico a Milei. Quienes trabajan cerca de Milei entienden que el elegido no puede tener bolilla negra de Macri y que además tiene que tener buena sintonía con Emilio Ocampo, el designado por Milei para presidir (y presuntamente cerrar) la entidad monetaria.
Ruidos en la coordinación
La coordinación conjunta de la fiscalización entre LLA y Pro tuvo una reunión inaugural hace 15 días, un evento encabezado por Ferraro en unas oficinas alquiladas en avenida Libertador al 7200. Allí se involucró el equipo de fiscalización de Patricia Bullrich, encabezado por Paula Bertol; participó la mano derecha del diputado Cristian Ritondo, Guillermo Sánchez Sterli, que fue clave en el cuidado de los votos de la provincia; y (en representación del expresidente) intervino José Torello, senador nacional y exjefe de asesores de Macri , además de un íntimo amigo suyo de toda la vida. La otra figura clave fue Eduardo Bastitta, un empresario del rubro logístico e inmobiliario que está muy interesado en colaborar con la causa de Milei.
Lo que al principio pareció fluir, rápidamente se empantanó cuando comenzaron a ajustar el dispositivo territorial. Los diputados y senadores electos por LLA no quisieron ceder terreno en sus provincias y todo el espacio libertario en general no quiso perder el control del operativo. “A Macri y una parte de Pro le costó mucho entender que la batuta de la fiscalización la tiene LLA. La fiscalización nosotros ya la tenemos de la primera vuelta y ahora con Pro solo nos fortalecemos”, dijo a LA NACION un colaborador libertario muy al tanto del proceso. Y agregó: “Macri estaba preocupado porque le llegaban quejas de referentes que decían que en LLA no les querían asignar escuelas. Es como que el status político te lo da la cantidad de escuelas que controlás”.
Un caso testigo fue el de San Luis. Allí, el senador electo por LLA, Bartolomé Abdala, no quiso que referentes de Pro intervinieran en la fiscalización de su provincia. “Ustedes no me van a decir cómo fiscalizar”, fue el mensaje. Abdala había sido presidente de Pro en su provincia y uno de los macristas de la primera hora, pero fue con su salto a las filas libertarias que logró acceder a una banca nacional.
A oídos de Macri llegaron varios de los cortocircuitos que se dieron en el territorio y por eso fue a hacerle un planteo a Milei al Hotel Libertador, donde una habitación de uno de los últimos pisos se convirtió en el hospedaje permanente de candidato libertario. La cita fue organizada con poca anticipación, y Macri, que recién llegaba desde Chile, después de una hora de encuentro se fue raudo y rodeado de custodios que cruzaron empujones con la prensa.
“Hablaron solo de fiscalización, se terminaron de anudar algunas cosas por las que había ruido. La línea que volvió a transmitir Javier es que el control de la fiscalización la tiene LLA con Ferraro a la cabeza”, aseguró un colaborador estrecho del libertario. “Hubo factores que trataron de operar para anotarse el poroto de la fiscalización”, abundó.
Otro testigo de las negociaciones de las últimas semanas apuntó al factor económico de la fiscalización. En el esquema de fiscales hay un abanico de situaciones, desde los voluntarios que lo hacen consustanciados con la causa, hasta aquellos que piden un fee para hacer el trabajo, que puede rondar los $20.000, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Algunos en Pro apuntan que para tener fiscales profesionales hay que pagarles. A ello hay que agregarle el presupuesto de boletas: los libertarios imprimieron cuatro padrones y en los últimos días decidieron sumar medio más. Ahora quieren que cada fiscal de mesa tenga un padrón entero de repuesto, luego de que escatimaran la entrega de papeletas a las Juntas Electorales para evitar que se las roben al inicio de la jornada electoral.
El número de fiscales que Pro aportará a la causa libertaria recién se terminará de ajustar en la veda electoral. Milei tiene como único interlocutor en Pro a Macri, por eso fue necesario una charla cara a cara entre los jefes políticos de ambos espacios para ajustar las clavijas. Con Bullrich, en cambio, el trabajo de los equipos libertarios fue más fluido. “Ahora nos pusimos de acuerdo y estamos trabajando con Patricia, con el Colo (Diego Santilli), con Cristian (Ritondo). Acá hay que cerrar los territorios, no trabajar con un Excel”, apuntaron en LLA.
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