La reunión del PJ: la historia detrás de la foto que nunca se sacaron y el documento que imprimieron cuatro veces
En el encuentro del Frente de Todos, destinado a mostrar unidad, hubo momentos de mucha tensión y dificultades para llegar a acuerdos
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Pasaban las horas, se franqueaba la medianoche, y el documento conjunto del Frente de Todos no llegaba a su versión final. Tampoco la “foto de familia”, que terminó frustrada. Uno de los testigos de la reunión aventuró que el escrito se imprimió “al menos cuatro veces” tratando de plasmar los consensos, disimular las diferencias y conceder párrafos a todas las partes.
La reunión del Frente de Todos en la sede del PJ de la calle Matheu atravesó distintos climas desde la llegada de los 33 referentes de las distintas tribus del oficialismo, a partir de las 19, hasta la salida, después de la 1.30. La mayoría se retiró sin hacer declaraciones públicas. Hubo un saludo a Máximo Kirchner por su cumpleaños, promovido por el flamante jefe de gabinete, Agustín Rossi. Pero también momentos de tensión por los reclamos de La Cámpora para que Alberto Fernández defina si será candidato o no, sumados a los intercambios ríspidos por los distintos diagnósticos económicos.
Todo se mantuvo en tensa calma a la espera del momento cúlmine, marcado por el intercambio entre Máximo Kirchner y el jefe de Estado, que llevaban un año sin verse. “No podías difundir una foto o un comunicado sin saber que iba a pasar ahí”, reconoció un colaborador de un funcionario.
Foto y documento
Con Fernández como presentador, los dirigentes se congregaron durante más de cinco horas en el primer piso de la sede partidaria, mientras circulaban sandwiches, medialunas, brownies y frutos secos. Primero hizo una presentación el Presidente y luego pasó la palabra a los asistentes que pidieron. Hablaron casi todos. “Hubo planteos agudos expresados amablemente”, describió a LA NACION uno de los presentes cuando promediaba el encuentro. Todo se puso mucho más espeso pasadas las 22.30. “Se picó un poquito”, reconocía uno de los presentes.
Lo que llamó la atención fue que cuando terminó la reunión no se difundió la típica foto del encuentro, como suele ser uso y costumbre. Más aún si se quiere ilustrar la “unidad” del espacio. Pese a que el comunicado conjunto sí se dio a conocer durante la madrugada (lo hicieron desde el kirchnerismo y desde la Casa Rosada), las imágenes recién fueron difundidas al mediodía siguiente por la portavoz Gabriela Cerruti.
Según pudo reconstruir LA NACION de algunos de los presentes, hubo una intención de hacer una “foto de familia”, posada y con todos intercalados, al inicio del encuentro. Pero Máximo Kirchner pidió dejarlo para el final. Como el debate se estiró a la madrugada, la instantánea posada al final no se hizo, para evitar las caras largas y cansadas. Al día siguiente se difundieron dos imágenes más espontáneas, tomadas cuando estaban todos sentados a la mesa. Fuentes oficiales justificaron: “Terminó a las 2 y a la mañana siguiente el Presidente viajó a Misiones. Se difundieron a su regreso”.
Del documento se ocupó, centralmente, el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos -la persona designada por el Presidente para coordinar los pormenores del encuentro-, en un intercambio con Eduardo “Wado” De Pedro. También intervinieron el canciller Santiago Cafiero y el propio Máximo Kirchner. “No es novedad [que hayan existido varias versiones]. Arrancás con un documento borrador y al final lo terminas con conceptos de la reunión”, minimizó un funcionario sobre las idas y venidas. Lo cierto es que el escrito terminó siendo un collage entre el mensaje que habitualmente suele transmitir la Casa Rosada y el relato que viene construyendo el kirchnerismo.
Uno de los presentes aseguró que el hijo de la vicepresidenta fue “muy crítico pero respetuoso” y que mezcló “cuestiones anecdóticas con lo importante”. “Se notó que no fue a romper”, evaluó el referente, que tuvo silla en la mesa cuadrangular. Fernández se enteró sobre el filo que Máximo Kirchner iría a la sede de Matheu. El hijo de la vice fue uno de los que dijo que no puede existir una PASO en la que compita el Presidente en ejercicio.
En el kirchnerismo sabían de antemano que el líder de La Cámpora diría presente, pero no lo mencionaron cuando difundieron la lista de sus cinco representantes, que terminaron siendo siete: además de Máximo estuvieron De Pedro; el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque; la senadora por Mendoza, Anabel Fernández Sagasti; la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, el jefe de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Abel Furlán, y el titular del gremio La Bancaria, Sergio Palazzo.
Sergio Massa también quiso jugar al misterio hasta el final. De hecho, hizo un anuncio de gestión 15 minutos antes de que se iniciara la reunión en el PJ, empecinado en no sacarse el traje de ministro. Fue uno de los últimos en llegar.
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