La relación con EE.UU.: el secretario de Estado, Antony Blinken, tiene previsto venir a la Argentina la próxima semana
El Secretario de Estado norteamericano prepara un viaje a Buenos Aires el 23 de febrero luego de un encuentro en Río de Janeiro
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WASHINGTON.- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, tiene previsto viajar a la Argentina la semana próxima, luego de su paso por Río de Janeiro para la reunión de ministros de relaciones exteriores del G20, según anticiparon dos fuentes a LA NACION. El viaje, que aún debe ser confirmado de manera oficial, marcaría la visita de más alto nivel de un funcionario del gobierno norteamericano para la presidencia de Javier Milei.
Blinken tiene en carpeta un viaje Buenos Aires para el viernes 23 de febrero, luego de participar los dos días previos en la reunión de cancilleres del G20 que se realizará en Rio de Janeiro, en Brasil, el anfitrión este año de la reunión del grupo, indicaron las fuentes, siempre con la salvedad de que el viaje todavía está sujeto a confirmación y los planes pueden cambiar a último minuto. Blinken volvió hace poco de un nuevo viaje al Medio Oriente, y estará esta semana en Europa, donde participará de la Conferencia de Seguridad en Munich como integrante de la delegación de la vicepresidenta Kamala Harris.
El Departamento de Estado dijo ante una consulta de LA NACION sobre los planes de viaje de Blinken que no tenían ningún anuncio para realizar.
De concretarse, el viaje de Blinken a la Argentina marcará la tercera visita de un funcionario de alto nivel del gobierno de Joe Biden al país desde la asunción de Milei. A principios de diciembre, dos funcionarios clave del área económica del gobierno norteamericano, Mike Pyle, del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, y Jay Shambaugh, del Tesoro, viajaron a Buenos Aires para interiorizarse del programa económico del gobierno en medio de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y días atrás estuvo en el país el diplomático de mayor rango para América Latina, Brian Nichols.
La visita de Blinken será la más importante, y marcará un nuevo punto de acercamiento en el vínculo entre la Casa Blanca y la Casa Rosada desde la llegada de Milei al sillón de Rivadavia. La última vez que un Secretario de Estado de Estados Unidos visitó la Argentina fue en 2018, cuando Rex Tillerson, por entonces al frente de la diplomacia norteamericana del gobierno de Donald Trump, visitó Buenos Aires en la antesala de la reunión del G20 que se realizó ese mismo año en el país. El propio Trump viajó luego a Buenos Aires a fines de ese año para el encuentro de líderes.
El viaje de Blinken podría llegar a quedar pegado a la visita relámpago que planea Javier Milei a Washington para participar de la Conferencia Política de Acción Conservadora, o CPAC, que reúne a las principales figuras de la derecha de Estados Unidos, referentes políticos, empresarios, religiosos y personalidades mediáticas.
La agenda final de la conferencia está abierta, indicaron a LA NACION fuentes de la organización, y recién suele ser liberada unos días antes del encuentro, que se realizará entre el 21 y el 24 de febrero en un hotel en National Harbor, Maryland, muy cerca de Washington. Entre los oradores de la conferencia ya están confirmados el líder de Vox, Santiago Abascal, y Nigel Farage, la cara visible del “Brexit” en el Reino Unido. Y, por supuesto, Donald Trump, la estrella absoluta, para quien está reservado el discurso del cierre. Milei hablaría antes ese mismo día, indicaron fuentes oficiales, y sin llegar a cruzarse con el magnate.
Pese a las profundas diferencias ideológicas, el gobierno de Biden ha mostrado un enorme interés en estrechar los lazos de cooperación con la naciente administración libertaria. El propio Milei fue recibido en la Casa Blanca antes de asumir por el asesor de Seguridad Nacional de Biden, Jake Sullivan. Y el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, viajó recientemente a Estados Unidos donde mantuvo reuniones en el Tesoro, la Agencia de Inteligencia (CIA, según sus siglas en inglés) y el Comando Sur en Florida. El viaje de Posse a Washington reforzó la intención del gobierno de Milei de elevar la relación con Estados Unidos –además del vínculo con Israel, el destino del segundo viaje oficial al exterior de Milei– en un franco realineamiento de la política exterior de la Argentina respecto del gobierno de Alberto Fernández.
El gobierno de Biden tiene un interés estratégico en el vínculo con la Argentina por el papel que puede jugar el país en el mercado global de minerales críticos, como el cobre y el litio, y en la transición hacia una economía verde con la producción de gas natural. La Argentina es además uno de los principales productores de alimentos del mundo. En la agenda también está la posible compra de aviones F-16 a Dinamarca con respaldo de Estados Unidos, que el año anterior aprobó la operación, en la cual también está encerrada la puja con Pekín en la región.
El gobierno de Biden ha ofrecido amplias señales de su interés por trabajar con la nueva administración en pos de una agenda común que incluya, además de la ayuda de la Casa Blanca para resolver la crisis económica de la Argentina, la defensa de la democracia y los derechos humanos, la defensa de la clase media, la lucha contra el cambio climático y la promoción de energías limpias, un área de especial interés para Biden.
“Miren dónde están, están sentados sobre la segunda mayor reserva de petróleo y gas del mundo. Están sentados sobre la tercera mayor reserva de litio. Tienen cobre, magnesio, trigo, maíz, soja, ganado, un gran capital humano, y el mundo necesita lo que tiene la Argentina. Estados Unidos fue, y todavía es por lejos, el mayor inversor en la Argentina. Nuestras compañías ya están asociadas con la Argentina de manera regular”, dijo recientemente el embajador, Marc Stanley, en una entrevista con el canal LN+.