Roberto Azevedo: "La reforma de la OMC puede bajar tensiones"
Lo dijo su presidente, ante la consulta de LA NACION
Si el debate internacional pasa hoy por las tensiones comerciales -en un contexto de crecimiento del proteccionismo- y la forma más eficiente de solucionarlas sería a través de decisiones multilaterales, la Organización Mundial del Comercio (OMC) es la cara más visible de una crisis. Y así lo fue en la Cumbre de Líderes del G-20 que concluyó ayer y que tuvo a esa institución en el centro del debate y a su renovación en el documento final de los presidentes.
"Las reformas podrían ayudar a la OMC a responder mejor a esos desafíos, reduciendo las tensiones comerciales", admitió Roberto Azevedo, director de ese organismo, consultado por LA NACION. El brasileño reconoció que los líderes del mundo quieren una OMC "más eficiente", con resultados "más rápidos". El número uno de la OMC calificó el consenso logrado por los países como "muy positivo" y señaló que seguirá tratando de facilitar el diálogo para acercar las diferentes posiciones.
-¿Cuáles son las mejoras que debe aplicar la OMC, según los líderes del G-20?
-Muchos de los líderes han expresado su preocupación de que las tensiones comerciales actuales existen principalmente debido a que las reglas de la OMC no están captando totalmente los diversos desafíos que vemos hoy en el terreno. Por lo tanto, las reformas podrían ayudar a la OMC a responder mejor a esos desafíos, reduciendo las tensiones. Además, muchos argumentan que cada vez es más difícil concluir acuerdos en la OMC. Quieren que sea más eficiente, que ofrezca resultados de una manera más rápida. Aparte, existe una necesidad urgente de resolver el impasse que impide el correcto funcionamiento del sistema de solución de diferencias de la OMC.
-¿Cuál es su opinión sobre el documento final del G-20?
-Creo que es un resultado muy positivo. En primer lugar era posible un acuerdo entre los líderes mundiales. Eso no debe darse por sentado. En segundo, el documento reconoce la importancia de la OMC y la necesidad de mejorarla y fortalecerla. En tercer lugar, los líderes dieron apoyo político e instrucciones a sus equipos para trabajar en la reforma de la OMC. También acordaron revisar el progreso de ese trabajo en la próxima reunión de líderes del G-20 en Japón. El mensaje fuerte y la guía clara son importantes en tiempos tan difíciles.
-¿Cuál será desde ahora su tarea en la OMC?
-Facilitaré el diálogo, trataré de aproximar las posiciones y ayudaré a todos los miembros a encontrar soluciones. Creo que la OMC tiene un importante papel que desempeñar para aliviar las fricciones comerciales y crear un entorno más propicio para el comercio y el desarrollo. He estado intentando acercarme a los líderes con ese espíritu y continuaré haciéndolo. El resultado de esta reunión del G-20, en ese sentido, es muy alentador ya que proporciona una base sólida para que podamos intensificar nuestro trabajo.
"El comercio internacional y la inversión son motores importantes del crecimiento, la productividad, la innovación, la creación de empleos y el desarrollo. Reconocemos la contribución que el sistema multilateral de comercio ha hecho para ese fin. Actualmente, el sistema no está cumpliendo con sus objetivos y hay margen de mejora. Por lo tanto, apoyamos la reforma necesaria de la OMC para mejorar su funcionamiento. Revisaremos el progreso en nuestra próxima cumbre", se escribió en la declaración final de los líderes en el G-20.
La OMC se creó en 1995, sobre la base de una organización que había antes, el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio).
Con la colaboración de Sofía Diamante
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