La propuesta de Alberto Fernández de ir a una PASO en 2023 blanquea la interna con Cristina
La “institucionalización” del Frente de Todos conlleva una limitación al liderazgo de la vicepresidenta; los reparos de La Cámpora y las dudas sobre el posicionamiento de Massa
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La propuesta de Alberto Fernández para definir en una PASO todas las candidaturas del Frente de Todos en 2023, incluida la presidencial, pareció algo apresurada porque recién acaba de finalizar el proceso electoral de este año. Pero en rigor, el mandatario plantó una bandera en el debate interno de la coalición de gobierno, donde si bien todos los sectores afirman estar de acuerdo con la iniciativa, en el fondo entienden que se busca limitar el liderazgo de Cristina Kirchner a partir de la “institucionalización” de la toma de decisiones.
Esas ambivalencias quedaron marcadas en la reacción de los distintos espacios internos ante la propuesta de Fernández. “Hay que parar un poco. Dejemos a la gente en paz luego de un extenso año electoral”, comentó un dirigente de La Cámpora. En la misma línea se pronunció el senador Oscar Parrilli, presidente del Instituto Patria. Con mucho más entusiasmo se mostraron los los sectores que ayer protagonizaron la movilización a la plaza histórica, entre ellos la CGT, los movimientos sociales e intendentes del conurbano bonaerense que tiene más afinidad con Fernández que con la vicepresidenta.
La propuesta, formulada ante una “asamblea popular peronista” -como el Presidente lo definió desde el escenario que lo tuvo como único orador- contiene algunas particularidades: Fernández busca sepultar el “dedazo” de Cristina que fue el que lo entronizó a él como candidato del espacio en 2019; y al mismo tiempo reconoce que la arquitectura electoral del FdT fracasó este año porque no promovió la competencia en las PASO, en especial ante Juntos por el Cambio, que cimentó su victoria en esa primera instancia.
“Fue un buen discurso y una linda plaza. Desde hoy no hay que hablar más”, reclamaron este jueves desde la agrupación que conduce Máximo Kirchner, que paradójicamente no llegó a tiempo a la Plaza de Mayo mientras hablaba Fernández. El malestar del jefe de los diputados del FdT ya se había manifestado el domingo en el búnker oficialista, lo que llevó al referente del Movimiento Evita, Emilio Pérsico, a recriminarle a viva voz: “A tu viejo lo invitábamos y venía siempre (a los actos); no sé por qué dan tantas vueltas”.
“El pibe está enojado, ahora hay que esperar a ver cómo resuelven ese enojo, no vaya a ser que manden otra carta”, dijo por lo bajo uno de los dirigentes “albertistas” que ahora esperan que el Presidente “sostenga” el paso al frente que dio en la interna oficialista. Este jueves ya hubo una señal en ese sentido: “El discurso fue conversado con la vicepresidenta”, que es “una política de la coalición de gobierno, donde hay una unidad muy fuerte”, aseguró la portavoz Gabriela Cerruti ante una consulta de LA NACION.
Más allá de la versión oficial, la discusión está abierta en la coalición de gobierno porque viene de perder la elección de medio término con números nunca antes experimentados por el peronismo unificado. Por eso empiezan a conformarse al menos dos líneas internas: los que buscan reforzar el poder de Fernández y los que se mantienen leales a Cristina. La incógnita de ambos sectores es cómo actuará Sergio Massa, el tercer socio grande del FdT, que recibió de buen grado la propuesta de ir a una PASO en 2023.
“Ampliar la coalición y promover la participación es bueno. En la PASO creció la oposición porque (Facundo) Manes fue al centro y amplió Juntos. Luego fueron a la general con una agenda de ultraderecha y nosotros al centro. Eso impulsó la remontada que nos dejó competitivos”, afirmaron cerca de Massa. Para el presidente de la Cámara de Diputados, el modelo a seguir ahora es el del Frente Amplio uruguayo, que durante sus gobiernos contaba con un “comando político” que formalizaba la toma de decisiones.
Esa idea se empalma con la de Fernández de “institucionalizar” el FdT, pero habrá que ver si el Presidente se refiere únicamente a los temas partidarios o si también incorpora en el paquete a su administración. “Es momento de gestionar”, aseguraron en el Frente Renovador, en coincidencia con la advertencia de La Cámpora de “parar un poco” con el discurso electoral. Massa hace gestos a los dos sectores: ayer estuvo en la Rosada y en una cena en Olivos; previamente, le entregó una distinción a Estela de Carlotto en el Congreso.
La platea vip que no fue
“No sé si viste cómo quedaron todos al final, parados y mirando para arriba”, deslizó uno de los “albertistas” que en la previa del acto participó de la discusión para quitar las sillas que se habían colocado a modo de platea VIP. “Eso fue una cosa de (Héctor) Daer, son medio clásicos los de la CGT”, chicaneó el dirigente consultado. Pero en rigor, la imagen que quedó fue la del Presidente como único protagonista y los demás referentes del gobierno y de la coalición siguiendo sus palabras debajo del escenario.
Allí se pudo ver a Daniel Scioli junto a Martín Guzmán y a otros ministros castigados en la interna oficialista, como Matías Kulfas, Carla Vizzoti y Matías Lammens, a quienes escoltó Juan Zabaleta. “No puede ser que sea todo a dedo, hicimos una elección de mierda. Terminó siendo digno porque ellos lo pararon a (Mauricio) Macri enfrente y remontamos”, comentaron por lo bajo entre los “albertistas”, que además se ilusionan con que Fernández participe de las PASO en 2023. “En la interna les ganamos, con la CGT y los movimientos sociales”, afirman.
En ese clima se entendieron, también, algunos mensajes subliminales: desde la provocativa presencia del exvocero presidencial Juan Pablo Biondi en la Plaza de Mayo hasta la novedosa incursión de un grupo de “albertistas” encabezado por Claudio Ferreño –amigo personal del Presidente- portando una bandera de “Esteban Echeverría”, casi a modo de invitación al intendente de ese distrito, Fernando Gray, un declarado enemigo de Máximo Kirchner en el PJ bonaerense, a sumarse a las filas de Fernández.
La “institucionalización” del FdT, a través de las PASO, también es alentada por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, un primus inter pares de los gobernadores del PJ en el Norte del país, incluido el chaqueño Jorge Capitanich. El líder tucumano articuló especialmente con la CGT. “Las PASO son una herramienta dentro del sistema electoral que creó Cristina”, reivindicaron por su parte desde La Cámpora. Todos parecen estar de acuerdo, pero ni bien se desciende un poco más allá de la superficie, se percibe que en la coalición de gobierno hay mar de fondo.
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