Presupuesto 2021: el Gobierno incorporó una “planilla de la felicidad” con promesas para conseguir apoyos
A los aliados, todo. A quienes se oponen, apenas migajas. Esa es la lógica política que impera en la letra del proyecto de ley de presupuesto 2021: todas las modificaciones que se incorporaron al texto durante su debate en la Comisión de Presupuesto están destinadas a satisfacer las demandas de los gobernadores peronistas y de los bloques aliados. Promesas de más fondos a las provincias y planillas adicionales con casi 150 obras públicas nuevas fueron las concesiones que hizo el Gobierno con tal de asegurar la aprobación del proyecto, que se debatirá hoy en la Cámara de Diputados.
El bloque de Juntos por el Cambio, que había presentado varias propuestas para modificar la iniciativa, se quedó con las manos vacías. Entre los cambios que solicitaban figuraban la coparticipación entre las provincias del impuesto PAIS, así como también una mayor autonomía de las provincias a la hora de contraer préstamos en el exterior. Pese a que el ala dura de la bancada propiciaba el rechazo liso y llano, la mayoría de sus legisladores se inclinaba ayer por la abstención en un gesto al Gobierno, necesitado de brindar señales positivas al mercado y al Fondo Monetario Internacional (FMI) en vísperas de la renegociación de la deuda.
El proyecto aterrizará en el recinto con 135 artículos, 43 más que el texto original enviado por el Poder Ejecutivo. Pese a la cantidad de modificaciones recibidas, la iniciativa no altera las proyecciones macroeconómicas allí previstas: un crecimiento del PBI del 5,5%; una inflación promedio del 29%; un déficit fiscal del 4,5% y un tipo de cambio de $102 por dólar. La iniciativa excluye los gastos extraordinarios en los que incurrió el Estado para atender la pandemia: salvo la compra de vacunas (por un total de 13 mil millones de pesos), no se contemplan erogaciones para los programas IFE ni ATP.
Las provincias tampoco recibirán los refuerzos en Aportes del Tesoro Nacional (ATN) ni en transferencias corrientes como consecuencia del impacto de la pandemia en sus respectivas economías. La única excepción es Buenos Aires, a la que se le asignó un Fondo de Fortalecimiento de casi $50 mil millones luego que el Gobierno le transfiriera recursos de la coparticipación porteña a las arcas bonaerenses.
No obstante, varios gobernadores peronistas obtuvieron en el proyecto de presupuesto algunas compensaciones. La mayoría de ellas están plasmadas en la ya célebre "planilla de la felicidad": por medio del incorporado artículo 88, el Gobierno incluyó para el año próximo casi 150 obras públicas nuevas destinadas, en su mayoría, a provincias gobernadas por el peronismo.
En rigor de verdad, son solo promesas: la inclusión de estos proyectos de infraestructura no significa que necesariamente se ejecuten, pues el jefe de Gabinete, en virtud de los llamados "superpoderes" presupuestarios, tiene la facultad de reasignar esas partidas hacia otros proyectos de inversión si la gestión de gobierno así lo demanda.
A los gobernadores y a sus legisladores les basta, por ahora, con la sola promesa: con la sanción del presupuesto podrán exhibir ante su electorado el logro de haber incluido en el texto obras para sus provincias.
Las provincias con más "felicidad"
Entre las provincias más beneficiadas por las concesiones del Gobierno figuran La Rioja, Misiones, Santa Fe y La Pampa. A la primera, gobernada por el peronista Ricardo Quintela se le asignó, en concepto de compensación de fondos por coparticipación, $12.500 millones, mientras que los municipios riojanos recibirán otro fondo por $500.000.
A Misiones, en tanto, le fue conferido el beneficio de ser área aduanera especial para competir en igualdad de condiciones con Paraguay y Brasil, una larga demanda de la provincia. Este nuevo estatus implicará la rebaja o exención de impuestos como IVA, Ganancias o impuesto al cheque (entre otros) que le permitirán competir mejor con los países limítrofes y también triplicar las exportaciones en 2 o 3 años, según estiman en el gobierno provincial.
Por otra parte, el Gobierno aceptó incorporar en el presupuesto un compromiso de cancelar las deudas con La Pampa y Santa Fe, que habían iniciado juicios contra el Estado durante el gobierno kirchnerista, para cumplir los fallos de la Corte Suprema de Justicia en concepto de coparticipación mal liquidada.
Los gobernadores también lograron que el Gobierno aumentara en $7000 millones los subsidios destinados al transporte en el interior, por lo que el fondo totalizaría los $20.000 millones en 2021. Sin embargo, los legisladores que responden al gobernador cordobés Juan Schiaretti insistirán en el recinto en ampliar esa partida, por considerarla insuficiente y desproporcionada respecto de los subsidios que el presupuesto tiene previsto destinar al transporte en el área metropolitana ($65.000 millones).
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