Correo Argentino: un caso icónico que obsesiona a Macri y al kirchnerismo
Para unos y otros, es la historia de un saqueo; según el expresidente y su familia, les vaciaron la empresa y ahora los persiguen; para el oficialismo, es un ejemplo de los abusos de la patria contratista y prebendaria
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Para unos y otros, los Macri y los Kirchner, el Correo Argentino SA representa la historia de un saqueo que terminó por encarnar la historia contemporánea de la Argentina.
Para los Macri, el kirchnerismo utilizó el expediente del concurso que se inició en 2001 para golpear a la familia en cuanto Mauricio Macri se dedicó a la política. Les manotearon sus activos, por US$ 330 millones, cuentan desde el grupo Socma, pero les dejaron todos los pasivos, esas mismas deudas por las que ahora el Poder Judicial decretó la quiebra.
Para el kirchnerismo, el Correo no fue más que un ejemplo icónico de la patria contratista y prebendaria que encarnó Franco Macri, aprovechándose del Estado. Y cuentan cómo lo prometió todo para ganar la concesión del servicio postal en tiempos del menemismo, para de inmediato lanzarse de lleno a una de sus especialidades: la renegociación permanente con los funcionarios de turno.
Para unos y otros, por tanto, el expediente se convirtió en un caso testigo.
Para los Macri, el kirchnerismo concentró sus energías en el concurso porque era el único flanco por donde podían ensuciar a Mauricio Macri mientras era jefe de gobierno porteño y Presidente de la Nación. Y más aún ahora, como exjefe de Estado.
Así es como argumentan, desde el grupo Socma, que el kirchnerismo lo intentó todo durante sus distintos gobiernos. Afirman que superaron más de 30 planteos de la Inspección General de Justicia (IGJ), del mismo modo que en un solo año, 2007, cuando Mauricio Macri se postuló para jefe de gobierno porteño, recibieron 32 inspecciones de la Dirección General de Aduanas (DGA) y de la Dirección General Impositiva (DGI).
“Muchos argumentos jurídicos se escribirán de un lado y del otro, pero es increíble que el Estado se apropie de los bienes de una empresa, le deje las deudas y no acepte el pago del 100%, con lo que ahora la lleva a la quiebra”, argumentó el Grupo Socma en un comunicado. “Todo por venganza e intereses políticos. Un paso más hacia Argenzuela”.
Desde el kirchnerismo, por el contrario, reducen los planteos de los Macri a “falacias”, como los caracterizó el procurador general del Tesoro, Carlos Zannini, en un escrito reciente que presentó en tribunales. “El único objetivo del Estado nacional es lograr la satisfacción de su postergada acreencia, cada vez más diluida, cada vez más licuada y depreciada a consecuencia de los dilatorios planteos de Correo Argentino”, argumentó.
Unos y otros, por último, se ilusionan con que el decreto de quiebra del Correo Argentino resulte una oportunidad. Los Macri centran sus esperanzas en que ahora sí puedan llevar sus apelaciones hasta la Corte Suprema. Confían que el máximo tribunal del país ordene el expediente, imparta justicia y que, por tanto, les dé la razón.
El kirchnerismo –o al menos un sector del actual oficialismo-, en tanto, se ilusiona con que el quebranto del Correo Argentino permita que el Estado cobre al menos parte de lo que le adeuda el Grupo Socma. Pero también se ilusiona con que la quiebra sea el primer paso hacia la intervención del holding, lo que les permitiría acceder a sus números y secretos, en un camino que podría terminar en la extensión de la quiebra al holding… y a sus accionistas.
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