La Pampa: la división interna le dificulta al FDT su intento de repetir la remontada de 2017
Apenas 20 mil separan al peronismo pampeano del porcentaje alcanzado en las PASO por Juntos por el Cambio; de repetirse el resultado, Cristina Kirchner podría perder el quorum propio en el Senado
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SANTA ROSA (Enviado especial).– “Pali”, “Luchy”, “Ariel”, “Lichi”. Los nombres y apodos de los candidatos del Frente de Todos se suceden, uno tras otro, a lo largo de las calles del centro de la capital pampeana. A las puertas del inicio de la campaña hacia las legislativas de noviembre, la cartelería es lo único que da cuenta de la relevancia nacional que por estas horas adquiere la provincia gobernada por el peronista Sergio Ziliotto.
Es que La Pampa es uno de los ocho distritos que elegirá senadores este año. Y, pese a contar con menos del 1% del padrón del país, sus 280 mil electores habilitados para votar serán determinantes: de repetirse el resultado de las PASO, la vicepresidenta Cristina Kirchner podría perder el quorum propio en la Cámara alta, un escenario que complicaría el futuro de la gestión de Alberto Fernández.
La derrota del PJ pampeano sorprendió a propios y extraños. La boleta única del Frente de Todos cosechó el 38,2% de los sufragios. Son unos 20 mil votos menos que la sumatoria de las cinco listas que compitieron en la interna de Juntos por el Cambio, que alcanzaron un 48,7%. Fue un golpe muy duro para la fuerza política que gobierna la provincia desde el retorno de la democracia.
“Creo que podemos revertir esto, con mucho esfuerzo y con mucho trabajo. Vamos a persuadir a aquellos que no fueron a votar”, se esperanza en diálogo con LA NACION Ariel Rauschenberger, actual diputado nacional por el Frente de Todos que buscará el próximo 14 de noviembre ser reelegido en su cargo y que ya comenzó a recorrer las unidades básicas de Santa Rosa.
El Frente de Todos pampeano había llegado sin sobresaltos a las PASO del 12 de septiembre. A través de un acuerdo entre Ziliotto y Cristina Kirchner, La Pampa fue la primera provincia en la que el oficialismo anunció una lista unificada para el Senado. La encabeza el ministro de Gobierno, Justicia y Derechos Humanos, Daniel “Pali” Bensusán, y la secretaria administrativa del Senado, María “Luchy” Alonso, figura muy cercana a la vicepresidenta.
“El quorum en el Senado es importante para la gobernabilidad, y para poder asegurarnos las leyes que necesita la gente para solucionar sus problemas, como la falta de empleo y la inflación”, evalúa Rauschenberger. Es que, de repetirse el resultado de septiembre, Cristina contaría con 35 votos propios a partir de diciembre, lo que la obligaría a acercarse todavía más a sus habituales aliados de Río Negro y Misiones.
En diálogo con este diario, Rauschenberger considera clave “escuchar el análisis que hacen los compañeros”, al tiempo que afirma que ya se trazó “un punteo” de aquellos ciudadanos que no fueron a votar: “Se hizo todo el análisis y vamos a trabajar sobre esos sectores”. Sucede que en el peronismo pampeano adjudican el mal resultado de las PASO a que la gente no participó por miedo al contagio (la concurrencia fue del 69%). “El rol de la militancia es fundamental, y no pudimos tener el contacto que hubiéramos querido”, confía el candidato.
En ese sentido, el diputado admite que no le gustó la campaña realizada por el peronismo. Y dice que en las reuniones con los militantes, que comenzaron esta semana, lo primero que hace es pedirles disculpas por “no haber podido estar cerca de ellos”. “Ahora tenemos una situación distinta, ahora sí vamos a poder hacer el casa a casa, el vecino por vecino, ese contacto que siempre hemos hecho en el justicialismo”, agrega Rauschenberger.
Remontada
Un antecedente titila en la memoria de los dirigentes y les permite soñar: en 2017, el peronismo también había quedado 10 puntos abajo en las PASO, pero en las generales logró darlo vuelta. La diferencia a favor del oficialismo terminó siendo irrisoria: 76 votos. Hoy, sin embargo, la situación parece ser otra. Hay una ausencia que inquieta a todos: la del exgobernador Carlos Verna. Fue él quien se puso la campaña al hombro hace cuatro años, lo que lo terminó de consolidar como el líder indiscutido del PJ pampeano.
“Verna fue determinante para obtener el resultado que queríamos”, asegura Rauschenberger, quien fue protagonista de aquella hazaña. Al igual que hoy, también formaba parte de la boleta de diputados nacionales por el peronismo, en esa ocasión encabezándola. Eran otros tiempos. En ese entonces, La Cámpora carecía del peso político que en la actualidad tiene en la provincia, con Luciano Di Nápoli gobernando Santa Rosa.
A nadie en el mundo político local se le ocurre dudar acerca de la importancia de la figura de Verna, tanto en el electorado de la provincia como en la propia dirigencia. Es uno de los dos padres del PJ pampeano. El otro es Rubén Marín, quien fuera cuatro veces gobernador y cuya hija, Varinia, ocupa el primer lugar en la lista de nombres que buscan una banca en la Cámara baja.
“Ziliotto se apuró a matar al padre, pero lo que hizo fue dejarlo herido”, desliza un avezado de la política pampeana. Es que varios miembros del gabinete del actual gobernador, que en un principio respondían a Verna, de a poco fueron dejando de atenderle el teléfono. A lo largo de los últimos dos años, Ziliotto fue consolidando su alineamiento con la Casa Rosada, algo que en La Pampa fue interpretado como quiebre en la forma de conducir que hasta 2019 exhibía Verna.
Oposición
Nacionalizar. Ese es el objetivo explícito de los candidatos de Juntos por el Cambio. “Una de las diferencias con 2017 es que hoy tenemos un gobierno provincial totalmente en consonancia con el gobierno nacional, y acá está claro que el electorado lo que está plebiscitando es lo nacional”, analiza, en diálogo con LA NACION, Daniel Kroneberger, quien encabeza la lista de senadores de la alianza opositora.
Las cinco listas que compitieron en las PASO de Juntos por el Cambio sumaron alrededor de 86 mil votos. Kroneberger obtuvo 40 mil, Hipólito “Poli” Altolaguirre 30 mil y las tres listas restantes otros 16 mil. De esos números, se deduce que la alianza opositora deberá poner todo su esfuerzo en conservar 46 mil votos y no permitir que se vayan al Frente de Todos.
Según detalla Kroneberger, la situación económica de La Pampa no dista demasiado de la del resto del país, lo que se traduce en un descontento generalizado con el oficialismo. “Vos recorrés la calle, estás con la gente y te das cuenta que el inconformismo es muy grande”, evalúa el excandidato a gobernador, que en 2019 venció en la interna de Cambiemos al exfutbolista Carlos Mac Allister, referente local de PRO.
Por más que el consenso social respecto a la buena gestión de la pandemia llevada adelante por el gobierno provincial es un hecho, Ziliotto sufrió las consecuencias de una jugada política arriesgada: su apoyo al cierre de las exportaciones de carne. En el Frente de Todos local están convencidos de que buena parte de la derrota tuvo que ver con esa decisión. Sobre todo, a la luz del resultado obtenido en General Pico, la segunda ciudad en importancia después de la capital e identificada con el campo, en donde la diferencia con Juntos por el Cambio fue más abultada.
“La base de la provincia de La Pampa es la producción primaria y el cierre de las exportaciones de carne a China fue una señal que hace que la gente que hoy tiene ganadería revea si sigue apostando a ese rubro”, apunta Kroneberger. En ese sentido, las nuevas medidas anunciadas por el flamante ministro de Agricultura, Julián Domínguez, son leídas por el candidato a senador como una acción netamente electoral, sin incidencia en el resultado de las generales: “No va a haber ningún voto que cambie por eso, ni va a cambiar el pensamiento que tiene el sector respecto del modelo kirchnerista”.
La elección, a fin de cuentas, tiene final abierto. “Uno conoce cuál es la actitud del gobierno y sabe que va a salir a comprar voluntades en la calle”, afirma, convencido, Kroneberger. Sin embargo, el dirigente asegura que al PJ no le va a alcanzar el “clientelismo” para revertir el resultado de la elección. “Por más que vaya un intendente y le diga a una persona ‘mirá, yo necesito tu voto porque, si no, no voy a hacer tal obra’, sabe que así no lo va a poder convencer”, define, para concluir: “La gente sabe que lo que está en juego es el modelo nacional, eso para nosotros es importante porque nos va a permitir consolidar nuestra victoria”.
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