El nuevo mapa electoral: en dos años, la mancha amarilla se extendió al Litoral y la Patagonia
La victoria de Juntos por el Cambio en 13 provincias complicó al Frente de Todos, que en 2019 había pintado el país de color azul, salvo en la adversa franja central; el efecto “camiseta de Boca” quedó desteñido y el oficialismo retrocedió varios casilleros
- 7 minutos de lectura'
En solo dos años, el mapa electoral argentino cambió de color. En 2019, cuando el Frente de Todos irrumpió como una novedad por la reunificación del peronismo, el país quedó dibujado como una camiseta de Boca: una franja central amarilla y el resto pintado de color azul. Pero ahora, tras los comicios de medio término de 2021, aquella imagen se modificó drásticamente y la mancha de Juntos por el Cambio se extendió hacia el Litoral y la Patagonia. En ese lapso, que concluyó anoche con los resultados del escrutinio provisorio, el oficialismo perdió 11,77 puntos porcentuales a nivel nacional y la coalición opositora ganó 1,64 por ciento.
El cambio de color del mapa electoral argentino se debió a que JxC se impuso ayer en 13 provincias y confirmó su victoria a nivel nacional sobre el FdT por 8,4 puntos porcentuales, aunque la fuerza gobernante mejoró su performance electoral respecto de las PASO, al conseguir el triunfo en nueve distritos y emparejar la disputa en la provincia de Buenos Aires. No obstante, si la comparación se realiza con la elección de 2019, el Frente de Todos perdió el 14,12 por ciento de los votos que había obtenido en el distrito bonaerense cuando Alberto Fernández resultó electo como presidente de la Nación.
En la comparación con 2019, en la categoría de diputados nacionales, el FdT logró retener el Norte del país -con la excepción de Jujuy, que se mantiene amarilla- y perdió en prácticamente toda la Patagonia, con la salvedad de Tierra del Fuego. En la zona central, en tanto, la victoria nacional de JxC se cimentó en su bastión histórico, la ciudad de Buenos Aires, en las provincias de Córdoba, Santa Fe y Mendoza y también en La Pampa, que la ayudan a engrosar su bancada en el Senado desde el 10 diciembre.
De acuerdo al promedio realizado por el equipo de LA NACION Data, JxC obtenía el 41,97 por ciento de los votos a nivel nacional, mientras que el FdT se alzaba con el 33,57% y la izquierda quedaba confirmada como la tercera fuerza con el 5,91 por ciento de los votos. En el mapa electoral nacional también resaltaron las victorias de los oficialismos provinciales en Río Negro y Neuquén, dos distritos con incidencia del “conflicto mapuche”.
En las elecciones primarias, el oficialismo nacional había perdido en 17 provincias, mientras que ayer lo hizo en 15 y de acuerdo al escrutinio provisorio, logró revertir las derrotas en Chaco y Tierra del Fuego. El FdT se impuso además en Tucumán, Santiago del Estero, San Juan, Salta, La Rioja, Formosa y Catamarca. En cuanto a los votos, la coalición oficialista mejoró un punto porcentual (de 32,43% a 33,57%) respecto de las PASO.
Por su parte, Juntos confirmó su victoria de las PASO en la provincia y la ciudad de Buenos Aires, Chubut, Corrientes, Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Misiones, San Luis, Santa Cruz, Mendoza y Santa Fe. Para la coalición opositora fueron especialmente valorados los triunfos en los distritos donde se eligieron senadores nacionales, puesto que de esa forma el bloque que responde a la vicepresidenta Cristina Kirchner no tendrá quorum propio desde el 10 de diciembre.
La coalición opositora peleaba este lunes por su objetivo de pasar a ser la primera minoría en la Cámara de Diputados, que seguirá siendo del FdT. A su vez, el Frente de Izquierda Unidad (FIT-U) se consagró como tercera fuerza a nivel nacional, con buenas performances en la provincia de Buenos Aires -donde obtenía dos diputados-, la ciudad de Buenos Aires -finalmente ingresaba Myriam Bregman- y en Jujuy, donde peleaba por ser electo el obrero Alejandro Vilca.
Los exponentes liberales, con Javier Milei (La Libertad Avanza) a la cabeza en la ciudad de Buenos Aires y José Luis Espert (Avanza Libertad) en la provincia de Buenos Aires, confirmaron por su parte que este espacio político tiene margen para ser una opción a nivel nacional de cara a 2023. Entre ambos candidatos, que salieron terceros en sus distritos, consiguieron reunir cinco diputados nacionales, lo que prenuncia un bloque propio del flamante sector en la Cámara baja.
Cambiante Buenos Aires
En la cuenta nacional de la elección legislativa, la mejoría del oficialismo respecto de lo que había sucedido en las PASO se verificó sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Allí, el FdT sacó solo el 33,56% el 12 de septiembre, en medio de una oleada de voto castigo contra el Gobierno y en una elección con muy baja participación, pero este domingo trepó al 38,53% y sumó 400.000 votos nuevos, que le permiten al gobernador Axel Kicillof recuperar la mayoría del Senado provincial.
La elección bonaerense se emparejó a tal punto que JxC y el FdT obtenían 15 diputados nacionales cada uno, mientras que Espert se quedaba con tres y la izquierda de Nicolás del Caño, con dos. En la ciudad de Buenos Aires, con María Eugenia Vidal a la cabeza, Juntos por el Cambio se hizo con siete diputados nacionales, obtenidos con el 47 por ciento de los votos, mientras que el FdT, con Leandro Santoro, consiguió solamente tres diputados.
En el norte del país, el FdT bajo la conducción del gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, derrotó a Juntos por más de 40.000 votos (58% a 41%), lo que dio por tierra con las esperanzas de la coalición opositora de ganarle por primera vez al caudillo peronista. Más diferencia aún sacó a su favor el Frente Cívico por Santiago, liderado por el gobernador Gerardo Zamora, que además obtuvo su reelección con un apabullante 61% de los votos contra solo el 12% de Juntos.
En tanto, en las provincias donde predomina el “conflicto mapuche”, la performance del oficialismo nacional resultó magra: en Neuquén quedó tercero detrás del MPN que ganó la elección con el 30% de los votos; en Río Negro se ubicó en el mismo lugar detrás del oficialismo provincial (Juntos Somos Río Negro) y de JxC; mientras que en Chubut obtuvo el segundo lugar y logró un diputado nacional. El oficialismo local, del gobernador Mariano Arcioni, quedó cuarto.
También en la Patagonia, hizo ruido político la nueva derrota del kirchnerismo en Santa Cruz. Allí, la fuerza que lidera la gobernadora Alicia Kirchner salió tercera detrás de Cambia Santa Cruz -la versión provincial de Juntos- y de Somos Energía Para Renovar Santa Cruz, una fuerza que tiene sustento en el poderoso sindicato de petroleros. En la comparativa con los resultados de 2019, el Frente de Todos dejó en el camino su predominio en las provincias patagónicas, en las que supo tener una fuerte influencia el kirchnerismo.
En San Luis, la fuerza liderada por el gobernador Alberto Rodríguez Saá estuvo a punto de revertir la elección pero no lo consiguió por escasos mil votos, mientras que llamó la atención que en Tucumán, la provincia del jefe de Gabinete Juan Manzur, la oposición emparejó la elección y se repartieron dos diputados cada uno. En el Litoral, en tanto, JxC avanzó con una secuencia de victorias en Entre Ríos, Corrientes y Misiones, que modificaron ostensiblemente la realidad política de dos años atrás.
La legislativa 2021 dejó algunas confirmaciones sobre el comportamiento electoral en los distintos puntos del país, pero también marcó cambios profundos respecto de lo que había sucedido en 2019. El efecto “camiseta de Boca” se destiñó a tal punto, que ya no es tal. Ahora, el mapa político argentino muestra una mancha amarilla extendida por buena parte del territorio, con excepción del Conurbano bonaerense y el Norte del país. En esos lugares, el Frente de Todos logró ayer evitar que se pronunciara su caída electoral.