La oposición lamentó la salida del último "bastión de racionalidad"
Referentes de UNEN, Pro y FR temen una mayor emisión monetaria e incertidumbre cambiaria
En una misma sintonía, las distintas fuerzas de la oposición coincidieron en que la salida del Banco Central de Juan Carlos Fábrega, al que algunos consideraron el último "bastión de sentido común" dentro del Gobierno, es una mala señal y genera más incertidumbre sobre el dólar y la política cambiaria.
La intempestiva renuncia, después del duro discurso de Cristina Kirchner, fue un baldazo de agua fría incluso hacia dentro del peronismo, que si bien esquivó las declaraciones públicas lamentó la pérdida de un hombre valorado en las filas del PJ, erigido casi como una contracara del sector más duro del Gabinete.
De hecho, en el arco opositor el análisis generalizado era que las acusaciones de la Presidenta, pronunciadas a pocos pasos del propio Fábrega, fueron una especie de "puesta en escena" para promover la renuncia y saldar la interna a favor del ministro de Economía, Axel Kicillof, portador de un diagnóstico y abordaje distinto de la economía.
Desde el radicalismo, el presidente del partido y precandidato presidencial Ernesto Sanz sostuvo que el alejamiento de Fábrega demuestra que la Casa Rosada está "desconcertada" y "sin rumbo".
"Los funcionarios que le hacen daño a la economía se quedan y los que dan certezas se tienen que ir", afirmó en un comunicado, en el que catalogó a Fábrega como el único reservorio de sentido común que quedaba en el oficialismo.
También en la UCR, el diputado Miguel Bazze alertó sobre la situación económica del país y la "falta de capacidad" para resolverla. "El Gobierno insiste en negar los problemas y en victimizarse permanentemente en lugar de asumir su responsabilidad para poner límite al déficit, a la inflación y generar condiciones de previsibilidad para la inversión", dijo el legislador.
En la oposición era extendida ayer la percepción de que la salida de Fábrega podría implicar que en el futuro se llevará adelante un financiamiento récord vía emisión monetaria, hecho que preocupa por su impacto en la estampida de precios.
El economista del Frente Renovador y ex presidente del Banco Central Martín Redrado fue más allá, al sostener que "lo que está equivocado son las políticas, por eso hay que hablar más de políticas que de hombres". Según su pronóstico, el episodio profundiza la tendencia de los últimos tiempos. Esto es, que la entidad monetaria es el gran proveedor de pesos ante las necesidades del Gobierno y cuenta cada vez con menos dólares. "Eso permite proyectar una mayor tensión cambiaria", vaticinó Redrado. "Una negativa a mover el tipo de cambio genera problemas en sectores productivos, lo que generará menos producción y menos trabajo", completó el dirigente alineado con Sergio Massa en declaraciones a TN.
La tropa de otro presidenciable de la oposición, Mauricio Macri, también expresó inquietud por la dimisión. "Fábrega es un hombre serio, es altamente preocupante su renuncia", afirmó el diputado de Pro Federico Pinedo. No obstante, consideró que "en estos momentos que atraviesa el país, es importante generar calma y confianza para evitar que el desempleo y la inflación sigan aumentando".
De la cantera de economistas opositores, que tuvieron un paso por la gestión kirchnerista, también se enviaron luces de alerta.
Triunfo de Kicillof
El diputado Martín Lousteau, que fue ministro de Economía en los inicios del primer mandato de Cristina Kirchner, advirtió que el enroque provoca más incertidumbre sobre la situación económica y financiera local. Además, interpretó que la designación de Alejandro Vanoli, un alfil del kirchnerismo, al frente del Banco Central tiene como propósito "generar más cohesión interna", lo que "complica el diagnóstico de las medidas que se deben tomar".
"Lo que el Gobierno muestra es que tiene cero tolerancia al disenso interno y cero vocación de consenso externo: se está encerrando en una lectura de la realidad alejada de la verdad y cada vez resulta más compleja", expresó el legislador.
En ese punto sintonizó con el también economista y diputado Alfonso Prat Gay, del Frente Amplio UNEN, que subrayó que la salida del funcionario, que conoció a Néstor Kirchner en su adolescencia en Río Gallegos, se inscribe en la pulseada por el manejo de la economía.
"Está cumplido el objetivo de Kicillof de quedarse con el Central", sentenció, con dureza, Prat Gay, que estuvo al frente de la entidad.
En soledad, una voz del sciolismo lamentó la renuncia. "Agrega una dosis suplementaria de incertidumbre al país", sostuvo en un comunicado José Pampuro, vicepresidente del Banco Provincia. No es la primera vez que el ex ministro de Defensa se desmarca y plantea una diferencia pública, aunque cerca de Daniel Scioli digan que habla a título personal y no en nombre de gobernador bonaerense.