La estrategia de la oposición para hacerle cambios al presupuesto de Martín Guzmán
Legisladores de Juntos por el Cambio dijeron que no planean bloquear el debate; evalúan dar quorum, abstenerse en la votación en general y forzar cambios en la discusión artículo por artículo
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El ministro de Economía, Martín Guzmán, no pasó la prueba. Pese a que dedicó largas horas a defender en la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados el proyecto de ley de presupuesto para el año próximo, la oposición insistió en que las pautas macroeconómicas allí contempladas están desactualizadas –la iniciativa se presentó hace tres meses- y de difícil cumplimiento. Por esa razón, aunque anticipó que no obstruirá su debate en el recinto, buscará incluir modificaciones en la letra chica del articulado.
El oficialismo, en minoría en el cuerpo, no sólo pretende apurar la media sanción del proyecto este mismo jueves, sino que, además, insistirá en que sea aprobado sin cambios medulares que alteren el rumbo económico trazado por el Gobierno. La tarea no le será sencilla: si bien es probable que sectores de la oposición –incluido Juntos por el Cambio- faciliten el quorum en la sesión, tras el recambio parlamentario el oficialismo ya no tiene garantías de que podrá blindar el presupuesto a eventuales modificaciones. Los diputados aliados que otrora supieron acompañarlo ya no están y los que todavía continúan en sus bancas son insuficientes para consolidar una mayoría sostenida.
En rigor, la mayoría de la oposición aún no definió formalmente qué postura adoptará el día de la discusión en el recinto; no es el caso de Avanza Libertad, de José Luis Espert, que anticipó que bajará al recinto a dar quorum pero votará en contra. La izquierda, en tanto, adelantó que no bajará al recinto a dar quorum. Varias voces de Juntos por el Cambio son proclives a dar quorum para no entregarle al oficialismo el argumento de que la oposición pretende obstruir la sanción de la llamada ley de leyes. No solo eso: de no sancionarse en tiempo y forma antes de fin de año, el Gobierno tiene la atribución, por la ley de administración financiera, de prorrogar el presupuesto del actual ejercicio, lo que le otorgaría carta blanca para reasignar, subir o bajar partidas a su entera discreción.
Conscientes de ello, los opositores de Juntos por el Cambio y otras bancadas –entre ellos el interbloque Federal- están en contacto para articular una estrategia común. Una de las alternativas es dar el debate en el recinto, abstenerse en la votación del proyecto en general y luego, durante la discusión en particular del articulado, modificar o rechazar los puntos más polémicos.
En Juntos por el Cambio rechazarán, por caso, el artículo 82 del proyecto, referido al impuesto a los bienes personales: en él se delega en el Poder Ejecutivo por tiempo indefinido y mientras esté vigente el impuesto (en lugar de hasta el 31 de diciembre de 2020 como originalmente se estableció), la facultad de fijar alícuotas diferenciales superiores hasta en un 100% sobre la tasa máxima para gravar los bienes situados en el exterior.
Tanto Juntos por el Cambio y el interbloque Federal pretenden ir más allá e insistirán que la Cámara de Diputados apruebe la media sanción proveniente del Senado que prevé incrementar el mínimo no imponible del impuesto a los Bienes Personales de los $2 millones actuales a $6 millones. Se trata de una iniciativa que fue impulsada por el kirchnerismo en el Senado durante la campaña, pero el bloque que comanda Máximo Kirchner decidió congelarlo por el impacto fiscal que implica.
“Vamos a insistir con que se elimine el artículo 82 y que se avance con la media sanción del Senado para subir el mínimo no imponible de bienes personales. Quiero ver quién levanta la mano para autorizar el cobro de más impuestos”, desafió el economista Martín Tetaz.
Otro artículo que provoca controversia es el 81, por el cual el Gobierno pretende prorrogar hasta diciembre de 2024 la facultad de mantener los derechos de exportación a los productos agropecuarios, en particular a la soja, el maíz y el trigo. También despertó reproches la reducción en términos reales de las partidas destinadas a las universidades y a los subsidios al transporte en el interior, un reclamo unánime de los gobernadores del PJ. Heller no tuvo más remedio que anticipar que habrá un incremento en esa partida.
Pese a la expectativa que generó su presencia en la Comisión de Presupuesto –nuevamente a cargo del oficialista Carlos Heller- el ministro Guzmán no arrojó demasiadas novedades en su exposición. En defensa de su gestión, enfatizó que la economía enfrenta un “fuerte proceso de recuperación económica, de manera sólida” y, ante los cuestionamientos opositores sobre la pauta de inflación para el año próximo –del 33%, cuando este año cerrará por encima del 50%- Guzmán admitió que las metas previstas por su cartera para este año no pudieron cumplirse.
“Tengamos en cuenta que la proyección que presenta este presupuesto fue formulada al 15 de septiembre pasado y ya han pasado casi tres meses desde entonces. Lo que se ha observado, efectivamente, es una dinámica inflacionaria que no estuvo plenamente alineada con la que se proyectaba al 15 de septiembre. Y eso añade un factor de mayor persistencia a la dinámica para el año próximo que buscaremos atacar de la forma más efectiva posible”, respondió Guzmán.
“Al mismo tiempo, en todo este proceso de negociaciones internacionales (por la deuda externa) también buscamos que haya mayor financiamiento por parte de organismos y bancos multilaterales de desarrollo de modo de poder reducir la emisión monetaria”, sostuvo.
Justamente la cuestión del financiamiento del déficit fue uno de los tópicos que generó mayores preguntas de la oposición, entre ellos de los economistas Luciano Laspina, Alejandro Cacace y Martín Tetaz. Sucede que para el año próximo se prevé una reducción del déficit primario (del 4 al 3,3% del PBI), recorte que deberá conseguir sin los factores coyunturales y excepcionales de este año, como el impuesto a la riqueza y la mayor recaudación por los altos precios de la soja. El Gobierno, incluso, se subió la vara al prometer una reducción de la emisión monetaria del Banco Central para satisfacer al FMI.
“Es un déficit muy difícil de financiar; el presupuesto incluye financiamiento externo por 12.600 millones de dólares de organismos internacionales que no precisa. Todo es muy difuso”, enfatizó Laspina.
El diputado Ricardo López Murphy advirtió sobre la escasez de reservas en el Banco Central. “Las reservas están casi a cero y usted lo sabe bien -apuntó. Lo demás es maquillaje. El año pasado y este último trimestre le dieron a la maquinita de emisión a más no poder, y eso irá a precios. Hay una incertidumbre abrumadora que yo focalizo en la inflación, en un riesgo país extravagante y una brecha cambiaria también extravagante”.
La cuestión de las tarifas también fue motivo de cruces entre la oposición y los funcionarios. El presupuesto, según la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), dispone una reducción de los subsidios energéticos del orden del 0,8% del PBI para el año próximo. El secretario del área, Darío Martínez, se limitó a decir que no habrá tarifazo -en respuesta a las estocadas del diputado José Luis Espert-, que se instrumentará un esquema de segmentación en el cobro de las tarifas y que éstas no serán más altas que el salario real de los trabajadores.
Previamente, en el arranque de la reunión, los diputados de la oposición reclamaron más tiempo de debate del presupuesto para poner en evidencia al oficialismo y su interés para aprobar la llamada “ley de leyes” en un trámite exprés.
“Es inoportuno e inconveniente avanzar tan rápido y aprobar un presupuesto en menos de 48 horas”, enfatizó Mario Negri, jefe de bloque de la UCR.
En el mismo sentido se expresó el jefe del interbloque Federal, Alejandro “Topo” Rodríguez. “Deberíamos aprovechar este tiempo debate para que distintos ministros expliquen las políticas de sus respectivas áreas para el año próximo. Para nosotros sería muy importante que viniesen los ministros de Desarrollo Productivo y de Agricultura, Ganadería y Pesca. También el ministro de Educación”, enfatizó.
El oficialista Carlos Heller insistió con el cronograma previsto.
“Entiendo su pedido, pero las autoridades de ambas cámaras y del Poder Ejecutivo insistieron en su pedido para que sea aprobado antes del 31 de diciembre. De lo contrario, empezaríamos el año próximo sin presupuesto”, sostuvo. Y ratificó que mañana se harán presentes los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis; de Transporte, Alexis Guerrera y de Salud, Carla Vizzotti.
El objetivo del oficialismo es emitir dictamen pasado mañana en la Comisión de Presupuesto; allí, el Frente de Todos cuenta con 24 votos; Juntos por el Cambio, 23, mientras que los interbloques Federal y Provincias Unidas –este último más cercano al oficialismo-, con un representante cada uno.
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