La Oficina Anticorrupción renunció a su rol de querellante en los casos Los Sauces y Hotesur
La Oficina Anticorrupción (OA), a cargo de Félix Crous, abandonó su rol de querellante en las causas Los Sauces y Hotesur, donde se investigan supuestas maniobras de lavado de dinero de la familia Kirchner a través de la actividad hotelera.
En estos casos están acusados ante la Justicia la vicepresidenta Cristina Kirchner y sus dos hijos, Máximo y Florencia Kirchner, además de los contadores y abogados que habrían intervenido en las maniobras.
Quien tiene el rol de querellante actúa como acusador en la investigación, en paralelo con la fiscalía. Tiene acceso al expediente y puede proponer medidas de prueba y recurrir las decisiones judiciales.
La decisión de dejar de acusar a los Kirchner fue comunicada por la OA al Tribunal Oral Federal 5 (TOF), integrado por los jueces Daniel Obligado, Adriana Palliotti y Adrián Grunberg, a cargo del proceso oral por ambas causas. El juicio todavía no tiene aún una fecha de inicio.
"El titular de este organismo ha decidido desistir del rol de querellante en la presente causa", indica uno de los escritos. Las razones esgrimidas son tres: que las causas ya fueron elevadas a juicio y se encuentran en la etapa de instrucción suplementaria, que ya hay otra parte querellante, que es la Unidad de Información Financiera (UIF), y que los recursos humanos de la OA no son suficientes.
El escrito presentado, que lleva la firma de Crous, sugiere que no es facultad de ese organismo acusar en casos por lavado de dinero y que esa tarea le corresponde a la UIF.
"El debido impulso de la acción penal en relación con las mismas, en cualquiera de las instancias procesales que signe su trámite, se encuentra adecuadamente garantizado por la intervención de la Unidad de Información Financiera (UIF), órgano rector en materia de lavado de dinero, que actúa en carácter de querellante estatal, como así también por el propio Ministerio Público Fiscal, titular de la acción penal pública en representación del interés general de la sociedad", subraya el escrito.
Según Crous, por los "limitados recursos humanos" que posee el organismo, la OA debe intervenir como querellante en casos "más complejos" y "de mayor actualidad".
Así lo indicó en el primer escrito presentado al TOF 5, en el que sostuvo: "No puede soslayarse que los funcionarios de mayor jerarquía y experiencia que integran la Dirección Nacional de Litigio Estratégico se encuentran afectados a múltiples juicios orales e intervienen en numerosas causas en que esta Oficina Anticorrupción, en el marco de su competencia específica, actúa como parte querellante, situación que exige concentrar los limitados recursos humanos con que cuenta el organismo a casos más complejos, que demanden particular experticia en delitos de corrupción pública y de mayor actualidad".
La participación de la OA como querellante en dos causas emblemáticas en las que se investigan maniobras de lavado de dinero en los negocios hoteleros de la exfamilia presidencia había sido impulsada durante la gestión de Laura Alonso al frente del organismo, durante el gobierno de Juntos por el Cambio.
La palabra de Crous
"¿Qué hará la OA con las querellas de causas sobre corrupción kirchnerista?", le preguntó LA NACION a Crous en enero pasado, cuando acababa de asumir en el organismo.
"Las querellas que están en juicio seguirán adelante", dijo entonces el funcionario. Era un adelanto de la decisión que acaba de formalizarse: a pesar de que son investigaciones que llevan años, ni Hotesur ni Los Sauces están siendo juzgadas todavía. Así, Crous retiró a la OA de los casos más sensibles para la vicepresidenta y su familia.
Ayer, en diálogo con el periodista Reynaldo Sietecase en Radio Con Vos, Crous reveló que el organismo se retirará de otras querellas. Y explicó: "No es nuestra misión ser una oficina de investigación; la función principal tiene que ver con contribuir en generar condiciones para que los hechos de corrupción no ocurran". Antes de asumir, había anticipado que la Oficina Anticorrupción mantendría un rol preventivo, pero dijo que no iba a retirar las querellas.
La acción de la OA respecto de esta causa salda un interrogante que se extendió desde que ganó las elecciones el Frente de Todos hasta el momento: qué rol cumplirían los organismos de control que durante la gestión de Mauricio Macri querellaron contra Cristina Kirchner en casos de corrupción.
Aunque en un principio desde el Gobierno -y desde los mismos organismos- afirmaban que las querellas se sostendrían, en los últimos meses se produjeron fuertes internas por las acusaciones y los roles de la UIF, la OA y la AFIP en los expedientes tramitados en los tribunales federales de Comodoro Py, tanto en casos como el juicio oral contra Lázaro Báez, en el que el alegato de la OA produjo tensiones internas.
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