La mujer de Soria "estaba trastornada", dijo su nuera
En el juicio por el crimen del ex gobernador, otro testigo describió la conflictiva relación matrimonial
GENERAL ROCA, Río Negro.– Pareció la crónica de una muerte anunciada. En un elevado tono y con exagerados movimientos de brazos, Carlos Soria dijo en su despacho de la municipalidad pocos meses antes de ser asesinado: "Esto va a terminar mal, yo sé lo que les digo. Esta mujer está loca". Así se refirió a su esposa, Susana Freydoz, quien ahora enfrenta un juicio oral por el crimen.
La reconstrucción corresponde a Victoria Argañaraz, la nuera del ex gobernador Soria, quien trabajó a su lado durante ocho años en la gestión municipal como secretaria de Comunicación. Lo hizo al declarar ante la Cámara Primera en lo Criminal de General Roca, cuando fue consultada sobre la relación que mantenía el matrimonio. Incluso dijo que llegó a preguntarle si había motivos reales, como infidelidades, para que su esposa actuara de ese modo persecutorio. Pero Soria se lo negó .
El relato de familiares políticos y de Martín Soria –el único de los hijos que declaró en el juicio con público– coincide en resaltar que la mujer había elevado la tensión con su esposo en los meses previos al homicidio. "Se peleaban todo el tiempo, era insoportable, y querían que los demás tomaran partido por uno u otro", contó la nuera ante el tribunal.
Freydoz era una mujer "obsesiva, persecutoria, punzante, poco tolerante" , graficó Argañaraz, y la noche del crimen le pareció "más trastornada que nunca", aunque no le hizo ese comentario a su esposo Carlos (h.) cuando se retiraron de la chacra de Paso Córdoba la madrugada de Año Nuevo.
La acusada luce ahora con la mirada perdida. Parece extraviada cada vez que ingresa en la sala de tribunales. Mira hacia abajo y apenas dice algo al oído de su abogado. Sólo un hilo de voz se escucha cuando en cada jornada del juicio responde afirmativamente a la consulta del tribunal si prefiere retirarse de la sala para no escuchar los testimonios.
Ayer, en la última audiencia de la semana, el médico de la guardia del hospital público Francisco López Lima, Ramiro Zaffini, y el enfermero, Santiago Pagano, ofrecieron un dato revelador: Soria no tenía signos vitales cuando la ambulancia llegó a la chacra de Paso Córdoba, donde los profesionales lo encontraron tendido en la cama, boca arriba, desnudo y con el rostro cubierto de sangre.
El pedido desesperado del hijo del mandatario, Martín, que clamaba a los profesionales que "hicieran algo", motivó el inmediato traslado del gobernador en ambulancia hacia el hospital, situado a 10 minutos de la chacra. En el trayecto, le practicaron masajes cardíacos y aportes de oxígeno, pero "hubo falta de respuesta del ritmo cardíaco, falta de reflejos y ausencia de pulso", dijo el médico.
Con estos testimonios, sumado al de Germán Soria, el cuarto hijo del matrimonio, que no se encontraba en la ciudad el día del crimen, el tribunal concluyó la primera semana del juicio, que retomará el lunes con la declaración de las amigas de Freydoz.
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