La “motosierra” de Milei tiene impacto en educación, salud, ciencia y cultura

Al confirmar que este año la economía argentina se desplomará 3,5%, el economista jefe para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, William Maloney, afirmó que el país “tuvo un año difícil (…) principalmente por ajustes fiscales muy difíciles que tuvieron que afrontar; eran necesarios”. Pero, mientras la política de ajuste implementada por el gobierno del presidente ultraderechista Javier Milei recibe elogios de organismos internacionales, que esperan un crecimiento en torno al 5% para 2025, en el país el jefe de Estado enfrenta permanentes protestas y críticas por parte de los sectores afectados por la mayor reducción del gasto público en 65 años: salud, educación, ciencia y tecnología y cultura, entre otros.

Salarios infravalorados

La Argentina, como en muchos otros momentos de su historia, se convirtió en escenario de marchas, tomas de universidades y manifestaciones frente a hospitales públicos como el Garrahan, dedicado a niños y adolescentes, y todavía considerado un modelo en América Latina y el mundo. El ajuste de Milei impactó brutalmente en zonas sensibles para los argentinos, y provocó una reacción cada vez más fuerte de los afectados. En materia de educación, el recorte fue gigantesco: los recursos estatales para escuelas y universidades públicas cayeron un 40% este año, en comparación con 2023.

En el caso específico de las universidades, actualmente en guerra con la Casa Rosada, la reducción alcanzó el 31%, según el Centro Iberoamericano de Investigaciones en Ciencia, Tecnología e Innovación (Ciicti). Ayer, el mandatario aseguró que “la universidad pública nacional es sólo para los hijos de ricos y de clase media alta”, afirmación que acentuó el clima de malestar en momentos en que más de una decena de instituciones están ocupadas por estudiantes y docentes de todas partes. en todo el mundo, un movimiento que debería intensificarse.

Desinformación

El discurso de Milei fue refutado por expertos como Franco Piccato, de la agencia de verificación de datos Chequeado. En su cuenta en la red social X (antes Twitter), Piccato afirmó que “casi el 48% de los recién matriculados en universidades públicas son la primera generación de universitarios de sus familias.

“El objetivo del gobierno era lograr una reducción del déficit fiscal del 3,5% del PIB en 2024, pero con la recesión y la caída de la recaudación tributaria se complicó y fue necesario ajustar aún más el gasto del Estado. Estamos alcanzando un recorte del PBI del 4,5%, algo sin precedentes en la historia de nuestro país”, explica Nicolás Lavagnino, investigador del Ciicti.

Algunos programas del extinto Ministerio de Educación (hoy la cartera forma parte del Ministerio de Capital Humano) sufrieron una importante reducción en el poder adquisitivo de sus beneficiarios. Uno de los casos más dramáticos es el del Programa de Becas Progresar, que ayuda a estudiantes de secundaria: entre 2024 y 2025, la pérdida de poder adquisitivo de los estudiantes que la reciben alcanzará el 66,5%.

Además de aplicar su motosierra a los recursos destinados a escuelas y universidades, el gobierno de Milei implementó ajustes salariales para docentes y trabajadores del sector educativo muy por debajo de la inflación, que entre enero y septiembre de este año acumuló un aumento del 209%. El gobierno logró contener un aumento de la inflación que en 2023 pareció arrastrar a la Argentina a una nueva hiperinflación, pero los salarios pagados por el Estado siguen muy por debajo del aumento de precios.

Médicos en la pobreza

La misma situación afecta a los trabajadores de la salud. Según estimaciones de gremios locales, hoy el 70% de los médicos y profesionales de la salud que trabajan para el Estado tienen salarios que los ubican por debajo del umbral de pobreza.

“Un neurólogo infantil que trabaja en Garraham gana 1,2 millones de pesos. Un médico que empieza recibe sólo 600.000 pesos, cuando actualmente el umbral de pobreza es de 778.000 pesos”, dice Teresa, una enfermera de Garraham, que pidió no dar su apellido.

El hospital, que alguna vez fue de vanguardia en la región, solo realiza cirugías sencillas, por falta de insumos y profesionales. Según Teresa, este año el 30% de los trabajadores dimitieron por las precarias condiciones laborales y los bajos salarios.

“Quieren que seamos indigentes”, dice.

Polarización política en Argentina: crecen en el país tanto manifestaciones contra como a favor del gobierno de Milei

La inversión estatal en ciencia y tecnología también cayó un 32% este año, respecto a 2023. El proyecto de Presupuesto para 2025, según datos del Ciicti, prevé una caída de recursos para el sector del 1,1%, respecto a 2024. e Investigación Técnica (Conicet) perderá, de aprobarse el proyecto de Presupuesto para 2025 en los términos enviados por la Casa Rosada, el 41% de los recursos en términos reales (considerando la inflación de los años 2024 y 2025). Este año, la pérdida fue del 23,7%.

El cine parado

La cultura, un sector que nunca ha sido una prioridad para Milei, también vive momentos dramáticos. En un país que hasta el año pasado estrenó, en promedio, 200 películas y documentales cada año, la producción nacional con financiamiento del Instituto Nacional de Artes Audiovisuales (Inca, la Ancine argentina) este año es nula.

“Nos preguntamos cuál es el objetivo del gobierno: ¿destruir algo como el cine, que es parte de la identidad argentina?”, pregunta el director Marcelo Piñeyro, cuyo primer trabajo formal fue como productor de la película “La Historia Oficial”, que ganó el Oscar a la mejor película extranjera en 1986.

“Este año el cine argentino estuvo en festivales de todo el mundo. ¿Cómo vamos a seguir sin el Incaa, que siempre ha sido el punto de partida, especialmente para los cineastas jóvenes?”, pregunta nuevamente el director. Una de las primeras medidas tomadas por el nuevo director del Incaa fue la suspensión de iniciativas de apoyo al cine nacional y el despido de trabajadores.

El productor Andy Testa comentó que el Incaa no está recibiendo nuevos proyectos y más de 150 que ya tenían una evaluación positiva por parte del instituto fueron cancelados. Se estima que la industria audiovisual argentina genera alrededor de 700 mil empleos directos e indirectos, además del impacto positivo que tiene en la imagen del país en el exterior.

“Todo lo que el Incaa otorga como subsidios al cine luego regresa a la economía nacional. Tenemos una industria cultural paralizada”, enfatiza el productor argentino.

La industria editorial también es una de las víctimas del ajuste de Milei. En un país que cuenta con alrededor de 1300 librerías, de las cuales, según datos de un estudio del Foro Cultural Mundial de las Ciudades, 734 están en la capital del país, las ventas de libros cayeron un 30% en 2024, señala Oche Califa, miembro del Unión de Escritores y Escritoras (UEE):

“Vemos que las librerías cierran y las editoriales cancelan proyectos”, dice el escritor y agrega: “En el caso del libro, sufrimos una combinación de falta de apoyo estatal y las consecuencias de la recesión económica”.

Según Califa, “hoy hacer un libro infantil es inviable en la Argentina”.

Por Janaina Figueredo

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