La marcha del 18F, por dentro

A pesar de las intensas lluvias, fiscales, trabajadores, amas de casa, estudiantes y adultos mayores participaron de la marcha que convocó a miles de personas en todo el país para rendir homenaje al fallecido fiscal Alberto Nisman ,

Entre los protagonistas de la convocatoria se destaca la historia de Elisabet Marcó, una docente de 56 años de Chubut que asistió en silla de ruedas: "Vine desde Trelew a hacerme un tratamiento y no podía faltar ya que estábamos acá, aunque igual hubiéramos ido allá".

"Vine porque esto nos excede a todos, pasó todos los límites. Viví mucho tiempo de dictadura y poco de democracia, y sufrimos mucho para lograrla. Esto ha llegado a límites que no se pueden permitir. Aunque tengo mucho dolor en la rodilla, y tendría que estar haciendo reposo, vine porque esto es más importante", agregó la mujer que llevaba un cartel en el que se leía un fuerte reclamo por justicia.

Marta Mayora, de 83 años, fue sola hasta la marcha: "Mis hijos no querían que venga, pero yo vine igual. Me siento confortada de haber venido porque estoy harta de ver que se repiten las mismas cosas. Sentí la obligación de venir".

"Traje una rosa de mi jardín para dejarle a Nisman", dijo una mujer que participó de la marcha

"Quería dejarle una flor en la fiscalía, pero ya casi fue imposible llegar hasta acá", dijo la mujer, empapada de pies a cabeza.

En el extremo opuesto estaba Thiago, de 10 años, que participó por primera vez de una marcha con su mamá, Valentina, y, aunque estaba contento, se sentía un poco molesto por la lluvia: "Vine por Nisman, que se murió. Para pedir justicia".

Cuando empezó la lluvia, quince minutos antes de las 18, se escuchó un canto premonitorio: "Y llueve, y llueve, el pueblo no se mueve". Durante las tres horas que duró la marcha la convocatoria se fue haciendo cada vez más grande hasta alcanzar los 400.000 asistentes.

Los distintos momentos en que se entonó el Himno nacional sumergieron a la multitud en momentos por demás de emotivos, que se fueron alternado con fuertes reclamos de justicia por la muerte del fiscal.

Velas y flores

Banderas nacionales, velas, flores, carteles, y paraguas. Esos podrían ser los elementos que mejor describieron la marcha. Una de las pancartas más conmovedoras llevaba la leyenda, escrita en distintos idiomas: "Argentina llora". "Escribimos esto porque este es un momento dramático. Lo único que me sale es estar muy triste y llorar", dijo Susana Macaya, de 67 años, con su hermana.

Para homenajear al fiscal, también hubo personas que acercaron flores a la fiscalía. Eva Parroso, de 69 años, fue una de ellas: "Traje una rosa de mi jardín para dejarle a Nisman. Estoy muy conmovida, y este es el pequeño homenaje que le puedo hacer a un mártir".

Silvia Belguest le rindió también su homenaje. Marchó con una vela que resistió a los avatares de la torrencial lluvia. "Vine a pedir justicia porque lo que pasó fue algo sumamente injusto. Por eso traje una vela por Nisman. Me costó mucho prenderla, pero lo conseguí".

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