“La mamá de Fabiola se fue a Madrid a acompañarla porque le tenía miedo a Fernández”
Se lo contó Jorge Miranda, el padrastro de Fabiola, a su jefe de toda la vida, el empresario Francisco “Pepi” Wipplinger; Miriam Yañez está hace tiempo en España acompañando a su hija
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POSADAS. Miriam, la mamá de Fabiola Yañez, hace meses que se mudó de Posadas, donde vivía con su marido y padrastro de Fabiola Jorge Miranda. Fue a Madrid para acompañar a su hija. “Miriam, la mamá de Fabiola, se fue a Madrid a acompañarla porque le tenía miedo a Alberto Fernández”, reveló el empresario Francisco “Pepi” Wipplinger, a LA NACION.
Eso es lo que le contó estos días Jorge Miranda (a quien Fabiola considera su padre), a Wipplinger, quien fue su empleador durante los últimos 30 años y con quien tiene una estrecha confianza.
Wipplinger vive en Posadas, tiene la flota de camiones de sustancias peligrosas más grande del país, y es el histórico “patrón” de Miranda, con quien la exprimera dama se crió desde que era una niña. Miranda luego tuvo dos hijas más con Miriam Yañez, Tamara y Mía.
Miranda conoció a Miriam Yañez cuando viajaba por las rutas del sur, tras buscar productos de las petroquímicas de Bahía Blanca o el polo petroquímico de Santa Fe.
“Miriam trabajaba en un bar donde Jorge paraba siempre en sus viajes, y se enamoraron, y nunca más se separaron”, cuenta Wipplinger, quien conoce de cerca la historia de la familia Miranda-Yañez.
Esa pareja comenzó en los años 80 y, desde entonces, el derrotero laboral de Miranda trabajando para Wipplinger marcó la hoja de ruta de la vida de Fabiola hasta que fue mayor de edad y se marchó a buscar su camino en Buenos Aires, trabajando en medios de comunicación y estudiando periodismo.
La familia Miranda-Yañez es absolutamente desconocida en Misiones y jamás salió en los medios de comunicación de la provincia. Alejados y desinteresados por cualquier notoriedad momentánea que pudiera caerles cuando su hija se convirtió sorpresivamente en primera dama en diciembre de 2019.
“Miranda es un hombre bueno, honesto y muy trabajador, es una persona sencilla que cuando venía Fabiola como primera dama, a veces se quejaba que la seguridad presidencial se instalaba y tenía que identificarse para entrar a su casa”, relata Wipplinger.
Los Miranda-Yañez viven en Itaembé Miní, un sencillo barrio de casas del IPRODHA (el instituto de la vivienda provincial) ubicado casi en las afueras de Posadas, próximo al aeropuerto.
Según le contó Miranda a Wipplinger estos días, en un diálogo telefónico, Miranda no sabía nada de los malos tratos de Alberto Fernández hacia su hijastra.
Miriam, la madre de Fabiola, viajó hace meses a Madrid a acompañar a su hija y se quedó con ella en la capital española, sin comentarle nada de estos hechos a Miranda.
En diálogo con su histórico jefe, Miranda explicó que ahora que salieron a la luz estas revelaciones, entendió mejor por qué Miriam viajó a España y se quedó tanto tiempo acompañando a su hija. “Tiene miedo de quedarse sola con Alberto Fernández”, le dijo Miranda a Wipplinger.
El empresario transportista también contó, en diálogo con la nacion, una anécdota que hoy podría cobrar otros sentido, tras los hechos de violencia que se revelaron sobre la pareja presidencial.
Hace tres años, aproximadamente, Fabiola Yañez se comunicó con Wipplinger y le pidió al empresario si podía hacerle un adelanto de 60.000 pesos a Miranda porque sus padres no estaban bien económicamente y ella no tenía forma de ayudarles.
“Miranda no había viajado mucho, no habían salido tantos viajes, y Fabiola me explicó que a ella como primera dama no le faltaba nada y tenía todo a su disposición. Pero eso sí, Fabiola no tenía ningún manejo de dinero, ni como para ayudarles a los padres”, señaló Wipplinger.
El empresario accedió y ayudó a Miranda, a quien le decía, medio en broma, medio en serio: “Ahora que sos el suegro del Presidente, ¿por qué no te comprás tu propio camión?”.
“Pero él es una persona sencilla y nunca cambió nada por ser el padre o padrastro de la primera dama, trabajó como siempre hasta que hace un tiempo le llegó la edad de jubilarse”, explicó Wipplinger.
La historia de Fabiola en Misiones
Fabiola Yañez nació en 1981 en Villa Regina, en el Alto Valle de Río Negro, fruto de la relación adolescente entre su madre Miriam y Julio Salvarredi.
Salvarredi es hijo del dueño de la fábrica de dulces de fruta en la que había entrado a trabajar con apenas 14 años Miriam Yañez.
Como suele suceder ante un embarazo adolescente no buscado, Salvarredi no quiso hacerse cargo y Miriam crió a Fabiola sola, con la ayuda de su madre, Violeta Verdugo.
“Hubo un momento en que Fabiola quedó en el sur con su abuela y Miranda y Miriam fueron a vivir a Rosario, hasta que se establecieron”, explicó Wipplinger, quien como transportista de sustancias peligrosas le dio mucho trabajo a Miranda por todo el país y la región, buscando cargas en Bahía Blanca y la zona de Rosario.
En un momento, a comienzos de los 90, Wipplinger aprovechó la quiebra de la empresa inglesa que controlaba Electroclor y se quedó con esa petroquímica ubicada en San Lorenzo (cerca de Rosario), que tenía un contrato de transporte muy jugoso con la firma del hábil empresario misionero.
Así fue como la familia de Fabiola pasó de vivir en el sur a mudarse a Rosario y, más tarde, a Misiones, donde Wipplinger tiene su base de operaciones en Posadas. Desde allí salen camiones que llegan incluso hasta lugares remotos de Brasil, Perú o Venezuela.
Yañez terminó el colegio en el Normal Mixta Estados Unidos del Brasil, uno de los colegios tradicionales de Posadas. Ubicada en el microcentro, la “Normal Mixta” es una de esas escuelas normales con un edificio imponente, que se ven por todo el interior del país.
Pero Fabiola no quedó en contacto con sus amigos del colegio, aún cuando ella siguió visitando a su madre en Posadas, según pudo averiguar LA NACION. Durante sus cuatro años como primera dama, alternó las visitas de bajísimo perfil a sus padres, con algunas actividades oficiales por su rol institucional de esposa del Presidente.
Entre las pocas amigas que le quedaron en Misiones, se puede contar a Claudia Silvero, que ingresó a trabajar en la Entidad Nacional Yacyretá (EBY) cuando Alberto Fernández era el presidente, en el área social.
Incluso según reveló el programa La Cornisa, Silvero la visitó en Olivos durante la pandemia y hasta se quedó a dormir en noviembre del 2020.
La otra persona cercana a Fabiola Yañez en Misiones, es la ex diputada provincial por la Renovación misionera, Adriana Bezus.
“Yo vi a las dos un día peleándose para ver quién de las dos era más amiga de Fabiola”, comentó, risueña, una funcionaria que participó en una de las contadas actividades institucionales que Fabiola encabezó en su provincia de adopción, a lo largo de los cuatro años en los que le tocó el rol de Primera Dama.