La madre de Cecilia encabezó una nueva marcha en reclamo de justicia
Gloria Romero recorrió una plaza colmada de gente que fue a darle apoyo; pasadas las 19 se retiró porque no se sentía bien; su hija lleva 23 días desaparecida
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RESISTENCIA.- Chaco volvió a marchar. Gloria Romero, la mamá de Cecilia Strzyzowski encabezó una nueva movilización para pedir justicia por el crimen de su hija, la joven de 28 años que desapareció el 2 de junio. El acto comenzó a las 17, en la céntrica plaza 25 Mayo de esta ciudad, que antes de las 18 ya estaba llena. Pasadas las 19, cuando le faltaba una cuadra para terminar la vuelta a la plaza, la madre de Cecilia se retiró porque no se sentía bien.
“Fuerza, Gloria”, le decía la gente que se acercaba para darle la mano. Ella levantaba su brazo con el puño cerrado. Avanzaba rodeada por una bandera argentina mientras una multitud de cámaras la filmaba. “A los medios nacionales: ‘No nos dejen, que si no, van a tapar todo”, gritaba la gente.
La madre de Cecilia iba de la mano de Mercedes Flores, tía abuela de la joven, con los abogados Juan Arregin y Sergio Briend, junto a Fernando Burlando y Fabián Amendola, también asesores legales de la familia. En una hora, el grupo logró avanzar solo una cuadra.
La consigna era llevar algo rosa, el color preferido de Cecilia, y, de ser posible, lucir la camiseta de la selección argentina con una estrella rosa que dijera “Justicia por Cecilia”; tanto los que marchaban como aquellos que quisieran acompañar el reclamo en otros puntos del país. Grupos llegados desde Corrientes y Formosa acompañaron la movilización.
“Quería ser coreógrafa”, “Quería ser mamá”, “Quería casarse en la playa”, “Quería ir a la bombonera”, decían algunas de las estrellas rosas pegadas en la remera de la selección argentina que Gloria levantaba. Entró caminando por el medio de la multitud y la recibió con un aplauso al grito de “No estás sola”. Minutos después, del mismo modo, ingresó Burlando. “Perpetua. Perpetua”, gritaban a su paso.
Minutos antes había llegado Mercedes, que se sentó en una silla. “Fuerza abuela”, le gritaban. “Gracias”, se alcanzaba a leer según el movimiento de sus labios.
“Tenemos que sacar la impunidad, no solo del Chaco, sino del país”, pidió Gloria desde el escenario improvisado en la plaza. Detrás de ella, una pantalla pasaba imágenes de Cecilia.
A su derecha, se acumulaban familiares de víctimas de abusos, de mala praxis, de irresponsabilidad al volante. Era un peiddo que había hecho Gloria para difundir los casos. “No tengan miedo, el miedo paraliza. Y esta gente gobierna con el miedo. Esta gente se maneja así por el miedo que le teníamos. Pero el pueblo manda”, afirmó.
“Se necesita dar con el paradero de Juan Carlos Cubilla”, “Elvis Martin Benitez”, “6 años sin Alfredo”, eran algunos de los carteles que se acumulaban.
El primero en tomar el micrófono fue Fernando, el hijo de Juan Carlos Rojas, el ministro de Desarrollo Social de Catamarca que denuncia que a su padre lo asesinaron y la causa no avanza.
Una mujer atravesó la multitud y logró llegar a Gloria para pedirle el micrófono. “Vengo de Corrientes, perdón, estoy muy nerviosa”, dijo mientras lloraba sin parar. “A mi marido lo mató un chico de 14 años. Estábamos tomando mate, fue a comprar el alimento del perro y nunca volvió”, dijo y agregó que ese chico ya estaba libre.
“Pido por favor que me ayuden, mañana es la audiencia porque mi marido abusó a mi bebita. Él es un bombero y lo quieren largar”, contó otra señora que llevaba una remera rosa y tenía a una nena de la mano.
La madre de Cecilia retomó la palabra y afirmo: “La corrupción es un cáncer con metástasis, ven que está en todas las provincias”. Y siguió: “Yo no soy nada, soy una ama de casa con un alfiler y ellos son unos titanes del poder. Ustedes me pusieron donde estoy, ustedes son una topadora, pásenle por arriba, pero pacíficamente”.
Gloria había anunciado hoy en sus redes que irían a la comisaria donde Marcela Acuña -la madre de César, el marido de Cecilia y una de las siete detenidas por su femicidio- pasa sus días. “Me dijeron que puede haber gente infiltrada, por eso no vamos a ir. Va a ser una provocación y yo soy pacifista. Quiero justicia y no venganza. Vamos a hacerlo en la plaza, como siempre. Que sea una manifestación artística”, advirtió antes de que el grupo de la academia donde bailaba Cecilia hiciera una coreografía.
Después, al igual que hacían las Madres de Plaza de Mayo, empezaron a caminar para dar la vuelta a la plaza. El grito de Justicia, frente a la casa de Gobierno del Chaco, fue interrumpido por un “Que se vayan todos” que creció lentamente. Luego se transformó en un “Que se vaya Coqui”, como todos llaman aquí a Jorge Capitanich, el gobernador que según Gloria, nunca se comunicó con ella.
La ciudad todavía esta empapelada con carteles con su cara por las PASO provinciales del domingo pasado. En algunos, la frente del gobernador está intervenida con una hoja blanca que en mayúsculas dice: “Silencio es complicidad”.
Cuando faltaba una cuadra para terminar la vuelta, Gloria ya no se sentía bien y decidió retirarse. Era demasiada la gente y mucho el calor. Mientras se desconcentraban sonaba la versión de la cantante chaqueña Melina Enríquez, que reversionó la “Canción sin miedo”, de Vivir Quintana una compositora y cantautora mexicana. Se repitió una y otra vez para musicalizar la tarde esta versión que prácticamente se volvió un himno en este provincia.
“A cada minuto de cada semana nos roban amigas, nos matan hermanas. Destrozan sus cuerpos, los desaparecen. No olvide a Cecilia por favor, señor Presidente. Por todas marchando, aquí en Resistencia, por las comandantas peleando con fuerza, por las pibas luchando en Barranqueras. Por todas las madres chaqueñas cantamos sin miedos, pedimos Justicia, gritamos por cada desaparecida. Que resuene fuerte nos queremos vivas. Que caiga con fuerza el feminicida”.
Los últimos días fueron especialmente duros para la madre de Cecilia, que el viernes p estuvo cuatro horas en el Instituto de Medicina y Ciencias Forenses de Chaco revisando elementos de prueba encontrados por los investigadores que, confirmó, eran cosas de su hija. El reconocimiento fue clave en la causa: fue el primer rastro cierto de Cecilia.
Ese mismo día, Gloria Romero pidió que la acompañaran en la marcha de este domingo: “A todo el Chaco, que vengan este domingo a apoyarme. Necesito a todo el que pueda venir acá. Estoy luchando contra titanes. Agarren una camiseta de la Selección, pongan una estrella rosa y escriban justicia por Cecilia”, pidió. “Vengan con tractores, con caballos, con lo que sea”, insistió.
La de este domingo fue la tercera marcha desde que se conoció el caso que conmocionó a esta provincia. Miles de antorchas y velas se encendieron alrededor del mástil, frente a la plaza principal de Resistencia el 15 de junio pasado, el jueves anterior a las PASO en esta provincia.
Cuatro días después, el 19 de junio, Gloria convocó a otra marcha para despedir a su hija. “Es una reunión para que pueda despedirme de mi hija, porque ya no hay ninguna esperanza de que la encuentre con vida”, dijo ese día la madre de Cecilia.
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