La Justicia todavía no tiene conclusiones sobre los llamados entre espías
El informe sobre sus comunicaciones llegó a manos de la Justicia pero no hay certezas sobre la relación con la muerte de Nisman
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Decenas de agentes y exagentes de inteligencia declararon como testigos en el expediente que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman para detallar por qué durante el fin de semana del 18 de enero de 2015 sus teléfonos celulares estuvieron tan activos. Lo hicieron bajo juramento de decir la verdad y relevados de su obligación de guardar secreto, pero aún así, para la fiscalía, sus explicaciones son contradictorias entre sí o no parecen resultar convicentes.
El informe de los intercambios telefónicos que finalmente llegó a manos del fiscal Eduardo Taiano y del juez Julián Ercolini se hizo en base al entrecruzamiento de llamadas de unos 500 teléfonos celulares que se activaron el fin de semana de la muerte de Nisman. Llamó la atención la actividad inusual de llamados telefónicos que efectuaron agentes de inteligencia que pertenecían al grupo de Pocino en pleno fin de semana, indicaron en más de una oportunidad las fuentes judiciales, en alusión a quien era el director de Reunión Interior y que entonces estaba alineado con el kirchnerismo en la interna de los espías.
Los intercambios telefónicos entre miembros del Ejército y de la central de espías también fueron observados por la justicia federal. La explosión de llamados entre agentes de inteligencia y miembros del Ejército, incluido César Milani, que por entonces era el jefe, fue atribuida en las declaraciones testimoniales a la trama del misil que se había sido robado y que apareció el año pasado en La Plata. Un exagente jerárquico de la AFI declaró, sin embargo, que nadie le había avisado que se había perdido un misil, según supo este medio.
También sigue siendo una incógnita para los funcionarios judiciales la presencia de al menos cinco agentes en la zona de Puerto Madero durante el domingo 18 de enero por la mañana. Varios de los agentes que declararon buscaron justificar sus comunicaciones bajo el argumento de que se dedicaban a hacer “explotación de prensa”, es decir, recopilar noticias de los medios de comunicación, Otro agente que reconoció haber estado en la zona dijo que había ido a tomar un café.
La localización de un espía que el domingo 18 de enero por la mañana se comunicó desde el barrio de Martínez, cerca de la casa de Diego Lagomarsino, con integrantes de un grupo de espías bajo la lupa de la Justicia, había llamado la atención de la Justicia hace dos años, pero luego se comprobó que el hombre vivía en el mismo barrio que el perito informático dueño del arma por cuyo disparo Nisman murió. Aquello que parecía presentarse como una pista perdió peso en la investigación.
El primer entrecruzamiento se elaboró sobre las comunicaciones entre 450 aparatos y fue terminado a fines de 2018. En función de esa información se empezó a trabajar sobre las ubicaciones de las flotas de teléfonos y las circunstancias de los contactos entre los espías. Gran parte de las comunicaciones fue vía Nextel, en la modalidad “walkie talkie”, y eso explica, en cierta medida, la cantidad de intercambios entre determinados agentes, sostienen los funcionarios judiciales que investigan estos comportamientos, sin arribar todavía a alguna certeza que guarde una vinculación directa con la muerte del fiscal.
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