
La Justicia sobreseyó a siete militares del caso Carrasco
Estaban acusados de encubrir el asesinato del conscripto; la medida se tomó a raíz de la modificación de los plazos de prescripción
NEUQUEN (DyN)-. La Justicia sobreseyó a los siete militares acusados de encubrir el asesinato del soldado Omar Carrasco, ocurrido en marzo de 1994, a raíz de la reciente modificación de los plazos de prescripción de las causas establecidos en el Código Penal.
Los militares involucrados en la causa conocida como Carrasco II fueron sobreseídos días pasados por un fallo del Tribunal Oral Federal de Neuquén, publicado hoy por el diario Río Negro.
El voto principal del tribunal correspondió al juez Orlando Coscia, que destacó que "los involucrados deben quedar bien advertidos de que las prescripciones decretadas no borran el delito".
"Ellos, y no otros, resultaron precariamente sindicados como autores presuntos de tan lamentables sucesos, según procesamientos y requerimientos de citación a juicio", afirmó el magistrado.
Además, aseguró que "solamente una acción funestamente corporativa de estos militares pudo llevar a la concreción de tan lastimoso escenario" en torno del crimen del joven Carrasco, cuya muerte derivó en la abolición del servicio militar obligatorio.
Los sobreseídos son el general de brigada Carlos Alberto Díaz, ex jefe de la Sexta Brigada de esta capital; el teniente coronel Guillermo With, el ex jefe del Grupo de Artillería 161 de Zapala; el capitán Rodolfo Correa Belisle, el ex jefe de la batería en la cual revistaba Carrasco.
También el teniente Carlos Verón; el teniente Néstor Parodi, amigo del subteniente Ignacio Canevaro, principal condenado por el crimen; el suboficial principal René López; y el sargento Mario Guardia, acusado por soldados de ser un temible golpeador.
La mayoría de los militares se encuentran retirados, porque el caso Carrasco les cortó la carrera. Todos habían sido acusados de encubrimiento y falsedad ideológica, pero los favoreció la reciente modificación en el Código Penal, promulgada en enero último, que cambió las condiciones para la prescripción de las causas.
Otros altos oficiales que se encontraban en similar situación habían recibido el beneficio antes, pero sin que trascendiera hasta ayer, recordó el diario. Se trata, por ejemplo, de los auditores militares Jorge Ferrario, Osvaldo Muñiz y Mauricio Gutiérrez y el mayor médico Antonio Carmona.
Los sobreseimientos fueron dispuestos por un Tribunal integrado por los jueces subrogantes Orlando Coscia (autor del voto principal), Oscar Albrieu y Norberto Ferrando.
El caso
Omar Carrasco, hijo de una familia humilde de Cutral Co, salió de su pueblo el 3 de marzo de 1994 para cumplir con el servicio militar obligatorio en el cuartel de Zapala. Pero desapareció a los pocos días y el 6 de abril siguiente apareció muerto en el interior del cuartel.
El diario recordó que la primera hipótesis que echaron a rodar los militares fue que "murió de frío", pero cuando la autopsia reveló que tenía las costillas quebradas, cambiaron la versión y señalaron que "lo mataron afuera y lo tiraron adentro" del establecimiento militar. Entonces unas perras entrenadas encontraron el lugar donde supuestamente estuvo escondido: un baño abandonado del cuartel.
Una investigación controvertida depositó la responsabilidad sobre el subteniente Ignacio Canevaro y dos soldados a punto de recibir la baja: Cristian Suárez y Víctor Salazar. Estos fueron condenados por el homicidio a 15 años de prisión para el primero, 10 para cada uno de los colimbas, junto con el sargento Carlos Sánchez, un supuesto arrepentido que ayudó a instalar la versión oficial, y recibió 3 años de cárcel. Durante el proceso quedó en evidencia que existió una maniobra compleja de silencios y complicidades que llegó a elevados niveles jerárquicos, que era la que debía desentrañarse en la causa bautizada como "Carrasco II".