La Justicia ordenó impedir un acampe de la Uocra tras la violencia en San Nicolás
Lo ordenó una jueza, en sintonía con el fiscal, en una ciudad que sigue impactada por los disturbios gremiales de la última semana
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Convertida en escenario de la violencia sindical, la ciudad de San Nicolás asiste azorada a un conflicto sin solución entre facciones de la Uocra, el gremio de los obreros de la construcción. La jueza Luciana Díaz Bancalari, titular del juzgado Correccional N°3, intervino en las últimas horas con un fallo clave que prohibió la instalación de carpas a menos de 300 metros de la sede del gremio.
De esa manera, busca frenar la tensión en la pelea que enfrenta a la facción oficialista, que responde a Mario Almirón, y el sector opositor, liderado por Ángel López, que reclama elecciones y mantiene un acampe desde hace unos 40 días. Esa protesta ocupó el espacio público y hasta obligó a cambiar el recorrido de los colectivos que pasan por la zona.
El texto de la jueza ordena “la prohibición de acercamiento a menos de 300 metros de la sede de la Uocra, sita en calle Urquiza 93, entre las calles Belgrano y Mitre de esta ciudad, de cualquier persona que sola o en grupo, ocasione disturbios, o pretenda armar carpas y o gazebos, para permanecer en el lugar, o de cualquier manera colabore en las conductas descriptas, por el plazo de 60 días”.
Además, le exige al jefe de la Comisaría Primera “tomar las medidas necesarias para el cese” del acampe, “procediendo a la identificación de los involucrados e intervención correspondiente (...) a los fines de asegurar la libre circulación vehicular” para resguardar así “la tranquilidad pública”.
Dio lugar de ese modo a la solicitud elevada por el fiscal Martín Mariezcurrena, titular de la UFI N°6.
“Continuando con lo expuesto por el Dr. Mariezcurrena, las partes parecen estar midiendo fuerzas mediante un conflicto que es asaz peligroso, poniendo en riesgo la integridad física y la propiedad de los vecinos de nuestra comunidad”, escribió la jueza.
La pelea del miércoles pasado dejó al menos dos heridos. En el interior del gremio permanecían los militantes alineados con la conducción y, afuera, se mantenían los opositores.
Si bien las primeras versiones señalaban la existencia de disparos, las fuentes consultadas afirmaron que los grupos antagónicos se agredieron con “palazos y piedrazos”.
Durante la pelea, los integrantes de ambos grupos se arrojaron objetos en plena calle, separados por una barricada, entre cánticos amenazantes y una fogata que se encendió en el lugar.
San Nicolás ya había sido sede este año de otro conflicto protagonizado por un gremio. El sindicato de camioneros mantuvo bloqueados los accesos a la ciudad y paralizó la recolección de residuos a principios de abril, para reclamar contra las detenciones de dos miembros del sindicato apresados por haber bloqueado una distribuidora de alimentos.
Palos y piedras
Si bien las primeras versiones señalaban la existencia de disparos, las fuentes consultadas afirmaron que los grupos antagónicos se agredieron con “palazos y piedrazos”.
Durante la pelea, los integrantes de ambos grupos se arrojaron objetos en plena calle, separados por una barricada, entre cánticos amenazantes y una fogata que se encendió en el lugar.
San Nicolás ya había sido sede este año de otro conflicto protagonizado por un gremio. El sindicato de camioneros mantuvo bloqueados los accesos a la ciudad y paralizó la recolección de residuos a principios de abril, para reclamar contra las detenciones de dos miembros del sindicato apresados por haber bloqueado una distribuidora de alimentos.
El episodio de esta semana fue condenado por los principales referentes nacionales de Juntos por el Cambio, que respaldaron al intendente local, Manuel Passaglia, que pertenece a esa fuerza.
Passaglia dijo el viernes a la nacion que no había recibido después de los incidentes ningún llamado del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, ni de su ministro de Seguridad, Sergio Berni. Lo mismo, dijo, le pasó cuando el sindicato de Camioneros paralizó la ciudad durante 48 horas en abril.
“Ya ni espero que me llamen Kicillof y Berni. Están todos enterados, si quieren colaborar, yo tengo el teléfono abierto”, dijo el intendente.
Y añadió: “Es un conflicto interno de la Uocra, que no tiene nada que ver ni con defender los derechos de los trabajadores ni con un aumento salarial. Se están peleando estrictamente por definir quién controla los privilegios del sindicato, es decir, la caja”.
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