La Justicia lo investigaba por el secuestro de dos empresarios
El ex funcionario pasó sus últimos años detenido por el caso Gutheim; había sido indultado por Menem en los 90; la defensa refutaba la validez de las pruebas en su contra
José Alfredo Martínez de Hoz llevaba dos años y diez meses preso cuando murió. Parte de ese tiempo estuvo internado; el resto, con arresto domiciliario en su departamento del edificio Kavanagh, frente a la plaza San Martín, a pocas cuadras de los tribunales de Comodoro Py, donde hasta ayer estaba siendo juzgado por su presunta responsabilidad en un crimen de la última dictadura.
Martínez de Hoz estaba acusado, junto con el ex dictador Jorge Rafael Videla, del secuestro de los empresarios Federico y Miguel Gutheim. Integraba también la lista de imputados por este caso el ex ministro del Interior Albano Harguindeguy, que murió en octubre del año pasado. A diferencia de Videla y de Harguindeguy, ésta era la única causa por la que Martínez de Hoz estaba preso.
Quien ordenó su detención fue el juez federal Norberto Oyarbide, en un fallo ratificado por la Cámara Federal. Luego, este magistrado fue recusado y el caso pasó a su colega Julián Ercolini, que es quien hoy lleva adelante el proceso. Como la causa se rige por el Código viejo, el juicio es escrito. Fuentes judiciales informaron que en estos momentos Ercolini estaba comenzando la etapa del plenario, con el ofrecimiento de prueba por parte de la acusación.
Cuando Martínez de Hoz fue detenido, su defensa -a cargo entonces de su hijo José- advirtió que en 1988, antes del indulto, la Cámara Federal ya había analizado la situación de su padre, lo había considerado ajeno a los hechos y había revocado su prisión preventiva. Por ende, sostuvo la defensa, el hecho de que la Corte hubiera anulado el indulto no afectaba aquel fallo de la Cámara, que había sido previo a la intervención de Menem. Lo contrario -afirmó- implicaba juzgarlo dos veces por el mismo hecho, algo que va en contra de las garantías más básicas en materia penal. Se cuestionó también que se lo mantuviera privado de su libertad cuando no había motivos para suponer que fuera a fugarse.
A Martínez de Hoz se le imputó haber sido uno de los responsables del secuestro de los Gutheim, que estuvieron detenidos, por disposición del Ejecutivo, desde el 5 de noviembre de 1976 hasta el 6 de abril de 1977, cuando otro decreto los dejó en libertad. Según la causa, la firma textil de los Gutheim había incumplido un contrato con comerciantes ingleses y chinos residentes en Hong Kong, y ese incumplimiento hizo que el contrato cayera, lo que generó malestar en el gobierno militar por la "repercusión desfavorable" para el comercio exterior argentino. Según las pruebas del expediente, mientras estaban detenidos, los Gutheim fueron trasladados bajo custodia policial varias veces a oficinas para renegociar el contrato, mantener reuniones comerciales y firmar documentos, luego de lo cual recuperaron la libertad. Los decretos por los que fueron privados de su libertad los firmaron Videla y Harguindeguy. El vínculo de Martínez de Hoz con el caso -según fuentes judiciales- se debe a que, en pleno cautiverio, los Gutheim se reunieron con una delegación de Hong Kong acompañados por un representante de la Secretaría de Comercio Exterior, que dependía de Economía.
La causa tiene más de 20 años. Fue el 14 de julio de 1988 cuando la Cámara Federal convalidó la prisión preventiva dictada contra Videla y Harguindeguy por este caso. Originalmente, el ex ministro no formaba parte de los detenidos. Luego, el ex presidente Carlos Menem indultó a los tres. El proceso se cerró hasta que, en 2006, organismos de derechos humanos plantearon la inconstitucionalidad de aquellos indultos.
La Justicia hizo lugar a este pedido y en abril de 2010 la Corte ratificó que habían sido inconstitucionales. Una semana después, Martínez de Hoz fue detenido por orden de Oyarbide. Aquella decisión fue convalidada por la Cámara Federal.
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