La Justicia busca recuperar tierras en el Caribe que compró el exsecretario de Kirchner
Avanzan para tomar nuevas indagatorias y elevar el caso a juicio cuanto antes; la viuda de Daniel Muñoz es la principal acusada que pensaba construir un resort en la isla Turcas y Caicos
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La Justicia avanza para elevar a juicio las maniobras de lavado de dinero de Daniel Muñoz, el fallecido exsecretario de los Kirchner, y logró inmovilizar parte de sus bienes en la Argentina y en el exterior. Muñoz invirtió en al menos 113 propiedades en la Argentina, donde lavó dinero con negocios, restaurantes y empresas. Además colocó unos 70 millones de dólares en la compra de inmuebles en los Estados Unidos, parte de los cuales fueron congelados en 2019 después de una inversión de 30 millones para la compra de terrenos en las paradisíacas islas Turcas y Caicos.
Así se desprende de los escritos que están en la causa judicial y de fuentes de la investigación que es un desprendimiento del caso de los cuadernos de las coimas. Una de las parcelas junto al mar para realizar un desarrollo inmobiliario en Turcas y Caicos fue inmovilizada en 2019 para decomisarla. Desde entonces la Justicia argentina reitera los exhortos diplomáticos para inmovilizar el resto de esas tierras. Es el único dinero que se logró recuperar de los 70 millones de dólares que se usaron en la compra-venta de propiedades en Miami y en Nueva York. Es un misterio dónde está el resto de la plata, dijo una fuente del caso.
El caso Muñoz tiene como principal acusada a su viuda, Carolina Pochetti. Junto a ella están involucrados varios abogados que la asesoraron. La investigación se activó esta semana con la declaración indagatoria de dos extranjeros que intervinieron en las operaciones para invertir el dinero de la mujer en las Islas Turcas y Caicos -un territorio británico de ultramar, al sureste de las Bahamas-.
Quienes declararon fueron el mexicano Isaac Eugenio Esparza Hidalgo, acusado de ser uno de los prestanombres de la viuda de Muñoz, y el abogado canadiense Peter Karam, que vive en Turcas y Caicos. Esparza Hidalgo fue detenido en México hace casi un año y extraditado a la Argentina el 28 de octubre pasado. El lunes el juez federal Julián Ercolini lo indagó.
Allí reconoció que firmó documentos que fueron usados para crear empresas fantasmas y para desviar 30 millones de dólares desde Estados Unidos a Turcas y Caicos. Negó saber que los documentos los firmaba con ese propósito. Relató que una vez fue a una escribanía a suscribir papeles que estaban escritos en inglés.
En su indagatoria ante Ercolini y el fiscal Carlos Stornelli, Esparza Hidalgo dijo que firmó la creación de las empresas fantasma para sacar el dinero producido de la venta de inmuebles de Muñoz en Estados Unidos “como un favor a Carlos Gellert”, amigo personal de él, primo de Pochetti y, además, hijo de una diputada mexicana.
El mexicano dijo que unos 30 millones fueron invertidos en la compra de un terreno para construir un hotel en las islas y dijo que los otros 40 millones de dólares “se los llevaron los abogados” de Pochetti. Esparza Hidalgo aparece en los papeles como el director de la empresa que iba a construir el desarrollo inmobiliario del Caribe. Esparza Hidalgo sigue preso en la Argentina y el juez Ercolini trabaja en resolver su situación procesal en los próximos días.
Esta semana también declaró en el juzgado el abogado de Peter Karam. Pudo hacerlo por Zoom, por videoconferencia, mediante un traductor y con la presencia de una abogada de la corona británica.
Números sospechosos
Karam, está en libertad y no fue extraditado porque la Cámara Federal le otorgó la eximición de prisión. El abogado es socio del estudio Karam & Missick, que colaboró en la realización de la estructura societaria para comprar las tierras y hacer el desarrollo inmobiliario. A Ercolini y Stornelli les dijo el 2 de noviembre que había efectivamente intervenido asesorando a Pochetti, que le había manifestado su interés en radicarse en Turcas y Caicos.
Pero se dio una extraña situación cuando habló ante el fiscal, los secretarios del juzgado y su abogado. En un principio se interpretó que había afirmado que en realidad no eran 30 millones el dinero que traía la viuda de Muñoz para invertir, sino 500 millones de dólares.
La afirmación, un dato nuevo desconocido en esta causa que lleva 8 años de investigación, encendió la alarmas para saber de dónde salió esa plata y a dónde fue.
Pero a las 24 de su declaración, y mientas en el juzgado desgrababan su declaración y la reproducían una y otra vez para escuchar en detalle sus palabras, Peter Karam, con el patrocinio de su abogado Francisco Castex, se presentó en el juzgado con un escrito en el afirmó que los 500 millones de dólares eran, en realidad, el valor total que iba a tener el emprendimiento hotelero cuando estuviera terminado.
Karam explicó que hubo un convenio entre las sociedades Marble Hill (presidida por el mexicano Isaac Esparza Hidalgo) y Oceanfront (del desarrollador de hoteles Sean Sullivan) y que en realidad se trató de un préstamo de casi 30 millones de dólares. Marble Hill proveía el dinero a Oceanfront para el desarrollo del complejo hotelero Six Senses Resort, “que en ese momento era un proyecto inmobiliario que si se materializaba de la forma en la que estaba proyectado podía alcanzar un valor final estimado en 500 millones de dólares”.
Luego, se le preguntó cómo se iban a integrar esos 500 millones de dólares y contestó: “El proyecto era más que hipotético, estuve ocho meses trabajando en el mismo, incluso viaje a Nueva York a firmar el acuerdo de desarrollo con la cadena Six Senses. El desarrollo se basaba en los valores relacionados a la tierra. Era el mayor proyecto de ese momento en el Caribe, que lamentablemente no pudo comenzar”.
Dijo Karam que hubo “un problema de comunicación” porque “los 500 millones de dólares era el valor proyectado del desarrollo una vez terminado, no el costo del mismo. Entiendo que la Fiscalía al hacer esta pregunta dedujo que el desarrollo estimaba una inversión de 500 millones de dólares, lo que no es acertado”.
Insistió la fiscalía preguntando de donde salían los 500 millones de dólares y si había otros inversores, a lo que Karam contestó: “Marble Hills fue el principal inversor, después se determinó que cualquier nuevo inversor entraría con dinero para la etapa de la construcción”.
Esa aclaración no conformó a los investigadores y más allá de precisar qué dice la grabación de la indagatoria se evalúa si es necesario citarlo nuevamente.
Karam se defendió al asegurar que su tarea era como abogado y que antes de aceptar a Pochetti como cliente verificó que estaba sobreseída por enriquecimiento ilícito y que su tarea fue de asesoramiento profesional. Karam se encontró con los abogados argentinos Plo y Zupicich en mayo de 2016 y allí le dijeron que Pochetti estaba por enviudar, poseía parte de su patrimonio invertido en Miami y buscaba radicarse en Turcas y Caicos. Necesitaba asesoramiento.
Reunión en Miami
En junio de 2016, se reunieron en Miami con Pochetti, cuando Muñoz ya había fallecido. Ella quería liquidar sus propiedades en los Estados Unidos. Ya la filtración periodística de Panamá Papers había revelado las sociedades usadas para comprar esos departamentos en Miami y en Nueva York. Así en Turcas y Caicos dijo que recibió los documentos que señalaban que Esparza Hidalgo, era el titular de las empresas.
Su socio Anthony D’Aniello viajó a México para reunirse con Esparza y comprobar sus antecedentes. Fue él quien le presentó al inversionista Sean Sullivan. Ese mes se firmó el préstamo entre Marble Hill y Oceanfront por 29.300.000 dólares, que incluía un interés del 10 % para Pochetti. Dos millones de dólares fueron para pagar los costos del mutuo, abogados y escribanos que intervinieron, y siete millones de dólares fueron para pagar la hipoteca que pesaba, a favor de The Belize Bank LTD, sobre los terrenos donde el complejo iba a ser desarrollado.
La Corte Suprema de Turcas y Caicos confirmó el congelamiento de una de las parcelas de esas tierras y se espera que avancen sobre el resto.
De la maniobra participaron según la acusación contra Pochetti, Gellert, el abogado Miguel Plo, su hija María Jesús Plo y el marido de esta, Federico Zupicich. En la operación está mencionado el inversionista hotelero Sean Lawrence Sullivan, un estadounidense que obtuvo los fondos para realizar ese tipo de inversiones y el abogado D’Aniello.
Mañana el juez Ercolini tomará la última de las declaraciones indagatorias y estaría en condiciones de decidir la situación procesal de todos los imputados, unas 42 personas que intervinieron en las inversiones internacionales de Turcas y Caicos y en las inversiones realizadas en la Argentina. La idea es terminar de cerrar este segmento para elevar a juicio a los acusados que resulten procesados.
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