La izquierda se consolida como tercera fuerza nacional y confía en ampliar su bancada a partir de diciembre

La izquierda consiguió este domingo consolidarse como una tercera fuerza en gran parte de los distritos del país. Con casi la totalidad de las mesas escrutadas, el Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U) lograba 5,20% en las PASO de la provincia de Buenos Aires, un 6,23% en la ciudad y un 23,37% en Jujuy. Son porcentajes que, de repetirse en las generales, le permitirían conservar las dos bancas de diputados que este año ponen en juego y sumar dos más: una por la ciudad y otra por Jujuy.

Los guarismo actuales del FIT-U duplican los que obtuvo hace cuatro años, cuando en las PASO de 2017 sacó el 3,62% en provincia de Buenos Aires y el 3,79% en la ciudad. Es que lo conseguido por la izquierda este domingo replica, casi de manera idéntica, el resultado final de las generales de aquel año: 5,33% de los votos bonaerenses y 5,81% de los votos porteños. Lograron un cuarto lugar en la ciudad que, así y todo, no les alcanzó para quedarse con alguno de los 13 diputados nacionales que se ponían en juego.

Este año, en tanto, el FIT-U será el único espacio en representar a la izquierda en las legislativas bonaerenses. Lo hará luego de que la boleta conformada por el Partido de los Trabajadores Socialistas, el Partido Obrero e Izquierda Socialista, se enfrentara este domingo con la del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), la última fuerza en sumarse al frente y cuya principal prédica fue que “hace falta una izquierda amplia”. En esa disputa interna, en Provincia, la lista encabezada por Nicolás Del Caño (PTS) superó ampliamente a la de Alejandro Bodart (MST).

Sin embargo, de los 19 distritos donde el FIT-U dirimió candidaturas, la lista del MST consiguió ganar en cuatro: Salta, San Juan, La Rioja y Entre Ríos. “Logramos el objetivo central de esta primera etapa: instalar el debate de fondo sobre la necesidad de re-evolucionar la izquierda para que sea menos sectaria, más amplia y más convocante para crecer como la tercera fuerza nacional que somos”, indicó Bodart en declaraciones a LA NACION.

Por su parte, ni el Nuevo MAS, de Manuela Castañeira, ni Política Obrera, partido del dirigente Jorge Altamira, lograron superar el piso de 1,5% que imponían las PASO para competir en las próximas elecciones legislativas. En cambio, ese objetivo sí puedo alcanzarlo Luis Zamora, quien llegó al 2,65% de los votos porteños y tendrá la posibilidad de disputar un lugar en la Cámara baja.

El histórico dirigente de izquierda volverá a competir como candidato a diputado nacional por la ciudad por Autodeterminación y Libertad (AyL), fuerza política que además lleva como candidata a legisladora porteña a Marta Martínez, quien buscará en noviembre renovar su banca en la Legislatura.

A casi 20 años del estallido social de 2001, Zamora lee el creciente descontento social hacia la dirigencia más con entusiasmo que con preocupación: ve en ese fenómeno un potencial terreno fértil para la emergencia de un nuevo “que se vayan todos”. Con una alta imagen positiva y un núcleo duro de votantes consolidado, el dirigente sabe hacerse notar en cada elección de medio término. Sin ir más lejos, desde el FIT-U lo sindican como el principal responsable de que la izquierda no haya logrado alcanzar hasta ahora una banca porteña en el Congreso.

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