La inflación acumulada en la era Milei ya supera el 100% y los senadores son de los pocos que pueden seguirle el ritmo

Pese a que su marcha aminora mes a mes, la inflación acumulada en este primer tramo del gobierno de Javier Milei ya supera el 100% y son pocas las subas que pueden presentarle batalla a la escalada. Esta cifra, que carga con el envión de la anterior administración, constituye un indicador para establecer el terreno que partidas, prestaciones o salarios perdieron frente a la inflación durante la gestión libertaria, cuya estrategia para ajustar las cuentas y reducir el déficit fiscal tiene como elementos centrales al congelamiento de las erogaciones y al recorrido ascendente de los precios.

Los senadores, por caso, con la suba que pautaron en sus dietas para mayo, son uno de los pocos que podrán dominar la escalada del período: el incremento de lo que reciben en mano superará el 130%. Los jubilados, en cambio, miran desde abajo el alza en los precios: la mínima registra una suba de apenas el 50%. Peor suerte corrieron los diputados –sin aumentos en estos cinco meses– y algunas prestaciones sociales, como el exPotenciar Trabajo, cuyo monto [$78.000] no se mueve desde diciembre. La Asignación Universal por Hijo (AUH), en cambio, le gana con holgura al aumento de precios, mientras que la Tarjeta Alimentar, otra de las prestaciones sociales, lucha por mantenerse a flote.

Según los datos oficiales y los cálculos que las consultoras privadas trazan para el mes de abril, los precios se duplicaron desde diciembre. El Indec estableció que 25, 20, 13 y 11 fueron los números de la inflación para diciembre, enero, febrero y marzo, respectivamente. En tanto, consultoras privadas como EcoGo, dirigida por Marina Dal Poggetto, o LCG, comandada por Martín Lousteau, estiman que la inflación de abril se ubicará en torno al 9%. Lo que arroja que la inflación acumulada en la era Milei es del 107%.

Hasta el momento, ninguno de los legisladores percibió un alza en sus dietas, pero desde de mayo, a partir de la sigilosa maniobra del jueves pasado en la Cámara alta, los senadores podrán amortiguar con creces el golpe inflacionario: pasarán a cobrar más de 4 millones de pesos, lo que representa una suba de más del 130% con respecto a los $1,7 millones que perciben actualmente. Varios puntos por encima de la inflación registrada en estos meses. “Fue excesivo”, se sinceró un senador, a favor del aumento. Además, con la inclusión de una nueva dieta, sumaron un aguinaldo a sus ingresos.

Por el momento, sus pares en la Cámara baja no verán ningún incremento. Si bien experimentaron una suba del 30% que pretendía alivianar la pérdida del poder adquisitivo en los primeros meses del año, un reto del presidente Javier Milei retrotrajo la medida y, al día de hoy, sus dietas permanecen iguales a las de diciembre: un monto que oscila entre entre $1,4 y $1,9 millones de pesos.

Por su parte, los haberes de los jubilados, pese a los dos últimos empujones, quedaron muy rezagados con respecto a la inflación. En diciembre, un jubilado con la mínima, contemplando el bono adicional, cobró un total de 160 mil pesos. En abril, el mismo jubilado recibió en su cuenta un total de $241.283. Es decir, una suba de poco más del 50%, casi 60 puntos por debajo de la línea de flotación que representa el 107%.

Mientras que la mínima creció más del 60% (pasó de 105 mil a 171.283 pesos), el bono complementario lo hizo un 30% (de 55 a 70 mil). La enorme injerencia del sistema previsional en las cuentas públicas es la razón por la cual los precios suben por el ascensor y los más de 5.7 millones de jubilados, por las escaleras.

A un ritmo todavía menor se movió el Salario Mínimo Vital y Movil, un anclaje que define el valor de otras prestaciones. Con una suba del 15,3% en febrero y otra de 12,67% en marzo, que el Gobierno dictaminó unilateralmente luego de una fallida reunión entre gremialistas y empresarios, el salario mínimo capitalizó un alza del 30% en estos cinco meses. Más de 70 puntos por debajo de la suba de precios en el período libertario.

Dentro de las planes sociales, los resultados fueron variados. El exPotenciar Trabajo, el programa que hoy se encuentra dividido en dos nuevas líneas de asistencia, fue desamarrado del Salario Mínimo Vital y Móvil –equivalía al 50%- y los 78 mil pesos que los beneficiarios percibían en diciembre, en el inicio de la gestión, quedaron congelados. 0% para los beneficiarios del mayor plan social.

La Asignación Universal por Hijo (AUH), en cambio, evolucionó. En diciembre, el Gobierno anunció que el monto se duplicaba a partir de enero. A eso se sumó una suba en abril del 27%. Como resultado, la AUH registra una suba del 154%. Una de las pocas erogaciones, junto con el sueldo de los senadores, que lograron vencer a la inflación.

Dentro del primer paquete de medidas anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo, en diciembre, se encontraba el fortalecimiento de la Tarjeta Alimentar, cuyos montos se incrementaron un 50% en enero. Al mes siguiente el Gobierno anunció una nueva suba del 100%, pero el mensaje contemplaba la suba del primer mes del año. Así, unos puntos por debajo, la Tarjeta Alimentar, con un aumento del 100%, lucha por mantenerse a flote. El mes que viene, sin embargo, recibirá una bocanada de oxigeno. A través de Pablo de la Torre, el secretario Niñez, Adolescencia y Familiar, el Gobierno anunció un aumento del 25%.

En la antelasala a la movilización del próximo martes, el Gobierno anunció un primer incremento del 70% en las asignaciones para gastos de funcionamiento en las universidades, que será seguido por otro de igual porcentaje el mes que viene. No obstante, las partidas están atadas al presupuesto del año pasado y distintas voces del sector aclararon que el incremento afecta a solo un pequeño porcentaje dentro del presupuesto universitario. “Los gastos de funcionamiento representan solo el 10 por ciento del presupuesto”, precisó Emiliano Yacobitti, vicerrector de la Universidad de Buenos Aires.

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