La Iglesia reclamó "una actitud ejemplar" de la dirigencia política

Los obispos analizaron el nuevo escenario político y social planteado por el resultado de las PASO y, desde su visión de pastores, reclamaron ayer una "actitud ejemplar" de los dirigentes ante los síntomas de una nueva crisis.

Pidieron especialmente que se esfuercen en "cuidar el bien común 'privilegiando a los pobres', que son los que más sufren".

Hicieron el llamado al concluir la reunión de la comisión permanente del Episcopado, encabezada por su presidente, el obispo Oscar Ojea, en medio del fuerte impacto de la crisis que afronta el Gobierno tras el contundente triunfo de Alberto Fernández, que ganó con el 47,6% de los votos.

"Valoramos la numerosa participación del pueblo argentino en las PASO del domingo pasado, que se desarrollaron en paz y sin contratiempos", dijeron los obispos en una breve declaración, al concluir la reunión, en la sede del Episcopado.

"Esperamos que esa actitud ejemplar se refleje ahora en todos los sectores de la comunidad nacional. Se trata especialmente de cuidar el bien común 'privilegiando a los pobres', que son los que más sufren" prosiguió la declaración episcopal.

Los 22 obispos que participaron de las deliberaciones ofrecieron, además, su "oración de pastores" e invitaron a todas las parroquias y comunidades "a rezar la oración por la patria".

Se trata de una oración elaborada por el Episcopado después de la crisis de 2001, en coincidencia con la participación de la Iglesia en la Mesa del Diálogo Argentino, y en cuya elaboración participó el entonces cardenal Jorge Bergoglio.

"Lo que la Iglesia pide a los dirigentes es que tomen el ejemplo de la gente, que participó del acto electoral en forma ejemplar y con responsabilidad", explicó un vocero episcopal.

El mensaje

Los obispos entienden que el proceso electoral sigue en marcha y consideran muy vigentes los pronunciamientos anteriores, en los que llamaron a los partidos políticos y los candidatos a que "presenten propuestas concretas a los ciudadanos y, a la vez, que las campañas sean austeras, con gastos transparentes", como advirtieron en marzo pasado.

En medio del período electoral, entre la última semana de abril y mediados de mayo, los obispos visitaron al papa Francisco en el Vaticano y transmitieron un mensaje tomado de una homilía del mártir Enrique Angelelli, en la que advertía que "votar es poner el hombro para que como pueblo no se nos considere solamente en las urnas, sino como gran protagonista y actor en la reconstrucción de la patria".

Un mes antes de las PASO, incluso, los obispos suscribieron una declaración conjunta con instituciones de distintos credos, en la que pidieron que en la campaña predominen "la cultura del diálogo y el respeto del otro", entre los candidatos, y que sus propuestas dieran prioridad, especialmente, "a los que más sufren la pobreza y la exclusión".

En aquel pronunciamiento, al insistir en la necesidad de "revitalizar la democracia" y "no reducirla a un acto eleccionario", las instituciones religiosas advirtieron que "la democracia se atrofia, pierde representatividad y se va desencarnando si deja afuera al pueblo en su lucha cotidiana por la dignidad y en la construcción de su destino".

La referencia a la importancia del concepto de "pueblo" se inscribe en la intención de mostrar una identificación plena con el mensaje pastoral de Francisco.

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