La Iglesia pidió renunciar “a toda forma de autoritarismo” y “cuidar la institucionalidad y la gobernabilidad”

En el primer pronunciamiento difundido por la Iglesia tras la asunción del presidente Javier Milei y en medio del debate generado por las reformas impulsadas a través de un decreto de necesidad y urgencia, la Comisión Episcopal de Pastoral Social trazó un duro diagnóstico y advirtió sobre un escenario de fractura social.

El organismo, que preside el obispo de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Lugones, llamó a “renunciar a toda forma de autoritarismo” y pidió “cuidar la institucionalidad y la gobernabilidad”.

“Se acerca el tiempo de la ternura del Señor Encarnado, en momentos de muchas dificultades en nuestra patria, momentos donde muchísimos hermanos atraviesan situaciones de crisis”, describe el comunicado de Pastoral Social.

“Dijimos este año –continúa- que es necesario recuperar la pertenencia a la patria para construir juntos una comunidad que defienda la vida y el interés de todos, no dejando a nadie afuera. Necesitamos una fraternidad que nos una por encima de las diferencias y que éstas no sean usadas para fragmentar, dividir, o enfrentarnos más, sino para encontrar caminos de comunión basados en el amor por el otro”.

La comisión que preside el obispo Lugones señaló que la conmemoración de los 40 años de recuperación de la democracia constituye “un tiempo propicio para promover la igualdad ciudadana, para renunciar a toda forma de autoritarismo y escucharnos con humildad y esperanza, cuidando la institucionalidad y la gobernabilidad”.

Y agregó: “Es el momento que requiere el mayor esfuerzo para dialogar –con la sabiduría del diálogo que no defrauda-, para articular esa dimensión individual, personal, con la dimensión social, colectiva y estructural de la vida comunitaria, en este tiempo de la historia. La dimensión social debe basarse en el bien común antes que en cualquier interés particular.

Libertad y fractura social

Los obispos que integran la Comisión Episcopal de Pastoral Social reflexionan, también, sobre el concepto de libertad, una de las premisas fundamentales del gobierno de Milei. Entienden que es necesario “trabajar la unidad entre los argentinos sin desconocer que -como dijo el papa Francisco- la verdadera libertad se expresa plenamente en la caridad, porque no hay libertad sin amor y sin oportunidades para todos”.

“Asistimos a un escenario de fractura social, que pareciera impedir discernir que nadie se salva solo, que la auténtica libertad solo es posible con equidad, integración, con disminución de la profunda desigualdad social que nos atraviesa, con fraternidad que tenga el eje central en la sensibilidad social. Solo así podremos también construir la paz social, en este momento de nuestra historia. Por eso, la visión cierta de la libertad es aquella de una comunidad que se realiza incluyendo y no descartando”.

Los obispos concluyen que “desde el encuentro y siendo portadores de esperanza, queremos acompañar a los más pobres en esta situación de perplejidad, discerniendo los signos de la venida del Señor hoy, pidiendo una vez más a nuestra Madre, desde Luján, que cuide y acompañe a nuestro pueblo”.

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