Fuerte mensaje de la Iglesia al Gobierno por el aborto: "No es lícito eliminar ninguna vida humana"
A días de que el debate sobre la legalización del aborto se instale de nuevo en el Congreso, el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), monseñor Oscar Ojea, le envió un duro mensaje al presidente Alberto Fernández al afirmar que "no es lícito eliminar ninguna vida humana, como afirma nuestra Constitución Nacional".
"La vida es el primer derecho y sin él no puede darse ninguno más", sentenció Ojea en uno de los tramos más duros de la homilía que brindó delante del atrio de la Basílica de Luján y que estuvo dirigido a rechazar el proyecto de legalización de la interrupción voluntaria del embarazo cuya sanción impulsa el Poder Ejecutivo.
Ante varios miles de personas de todo el país que se movilizaron hasta la localidad bonaerense, el obispo de la diócesis de San Isidro encabezó una misa en el Día Internacional de la Mujer en la que estuvo acompañado por las principales figuras de la Iglesia Católica del país, como el cardenal primado y arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli.
Bajo la consigna "Sí a las mujeres, sí a la vida" y atento a una de las críticas que suele recibir la Iglesia de parte de los sectores que están a favor del aborto, Ojea también incluyó en su homilía el compromiso de la Iglesia por "desterrar una cultura que pueda favorecer el encubrimiento y cualquier tipo de silencio cómplice" con los abusos sexuales cometidos por miembros de la curia.
"Con la misma pasión decimos también que no es lícito eliminar ninguna vida humana", agregó a renglón seguido el obispo, citando la Constitución Nacional como fuente de su reclamo. Es el mismo argumento que utilizó el jefe de los senadores peronistas, José Mayans (Formosa), para rechazar el proyecto que enviará el Gobierno.
Críticas a Fernández
En otro claro mensaje dirigido al Poder Ejecutivo, Ojea también pidió respeto al pensamiento de la Iglesia y de "millones de argentinos que, como enseña la ciencia médica, tienen la convicción de que hay una vida desde la concepción y que una persona distinta de su madre va desarrollándose en su seno".
"Es injusto y doloroso llamarlos antiderechos o hipócritas", se quejó el religioso ante los aplausos de los presentes que soportaron con estoicismo le bochorno del mediodía de Luján.
Fue una alusión directa al presidente Fernández, que en la apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso había asegurado: "El aborto sucede. Es un hecho. Y es solo esa hipocresía que a veces nos atrapa, la que nos hace caer en un debate como este".
En otro pasaje particularmente duro, Ojea acusó al Gobierno de dividir a la sociedad introduciendo en su seno un tema que, aseguró, no es prioritario ante los problemas más urgentes que vive el país, como la pobreza, la indigencia y la carencia de servicios esenciales que sufren amplios sectores de la sociedad.
"Vivimos tiempos donde es necesario discernir prioridades y no de elegir temas que enfrenten a los ciudadanos de a pie, de modo tal que esto atente contra la fraternidad y contra la posibilidad de tener un horizonte común como pueblo", amonestó el obispo de San Isidro.
En la misma línea, tomó el discurso de los ambientalistas, muchos de ellos militantes también de la legalización del aborto, y lo usó en contra del proyecto que elabora el Gobierno.
"Si por respeto a la biodiversidad no podemos descartar la riqueza enorme de cada partícula de la naturaleza, cuánto más se aplica esto al respeto de la vida de cada ser humano por más pequeño que sea", sentenció.
En el final de su discurso, Ojea mostró la voluntad de la Iglesia por el diálogo que, dijo, debe ser "el camino de los debate sociales en nuestra Argentina".
Al respecto, reclamó que "se puedan analizar la complejidad de las situaciones desde el respeto, el discernimiento y la razón, y no desde la dialéctica emocional de quien se impone y silencia al que piensa distinto".
"Una educación sexual verdaderamente integral"
No obstante, marcó algunos límites. Así, apoyó "una educación sexual verdaderamente integral, respetando los idearios de las instituciones educativas como afirma la ley actual".
En un gesto de buena voluntad al Gobierno, también dio el visto bueno de la Iglesia al denominado "proyecto de los mil días" que buscará apoyar a las embarazadas en situación de vulnerabilidad.
Tras haberlo anunciado durante la campaña electoral, el presidente Alberto Fernández confirmó en su discurso ante la Asamblea Legislativa del pasado 1 de mazo que enviará al Congreso un proyecto de legalización del aborto. Según fuentes oficialistas, el texto estaría ingresando esta semana en el Senado, Cámara donde fracasó en 2018 el proyecto impulsado por la Campaña Nacional y cuya discusión legislativa habilitó Mauricio Macri.
Además del cardenal Poli, a Ojea lo acompañaron el vicepresidente segundo de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Marcelo Colombo; y el secretario general, monseñor Carlos Malfa, entre otros obispos de todo el país. También varios dirigentes políticos que anticiparon su rechazo al proyecto de legalización del aborto, entre otros, el senador nacional Esteban Bullrich (Juntos por el Cambio).
Por su parte, y para mostrar el rechazo a la postura de la Iglesia, distintas organizaciones políticas de izquierda se concentraron en la Plaza de Mayo para realizar un "pañuelazo" frente a la Catedral porteña.
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