La gira de Larreta a EE.UU.: geopolítica, fútbol, Casa Blanca, y una agenda para Milagros Maylin

WASHINGTON.- El viaje de tres días de Horacio Rodríguez Larreta a Washington es un testamento de que la campaña presidencial se acelera a medida que avanza el calendario, aunque Larreta y su equipo inrtenten –a su modo– marcar los tiempos como si corriesen una maratón. Larreta evita llamarse candidato, pero en Washington se movió con una agenda típica de alguien que va por la presidencia. En su equipo adelantan que comenzará a recorrer más seguido el conurbano y las provincias. Viajó acompañado de su novia, Milagros Maylin, quien tendrá su papel en la campaña.

“Yo trato de no mezclar temas personales. Ella trabaja mucho, viene trabajando hace muchos años en las villas del conurbano, trabaja e investiga sobre ese tema. Ella va a seguir trabajando en eso. Le dedica mucho tiempo. Después, naturalmente, en alguna situación acompañará. Su foco es su trabajo”, dijo Larreta. “Su prioridad es su trabajo, siempre lo ha sido. Acá me acompañó, se reunió con organismos internacionales”, agregó.

Maylin tuvo una agenda propia con encuentros privados con el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas, dijeron fuentes de la comitiva de Larreta, vinculadas a temas sociales, integración urbana y envejecimiento poblacional. Antes de regresar el lunes a Buenos Aires, Larreta y Maylin fueron a Nueva York. Su equipo dijo que tenía “reuniones privadas”.

En Washington, Larreta tocó temas geopolíticos a los que suele referirse poco en la Argentina. Su reunión con Ian Bremmer, director de Eurasia, le sirvió para empaparse de la agenda global. Se encontró con dos preocupaciones puntuales sobre el país: la falta de confianza y credibilidad, y el avance de China. En su equipo hablaron de una “lista” que se repite y que incluye las inversiones en litio, el 5G, o los proyectos en un nuevo puerto en Usuhaia, la Hidrovía, y la estación en la Patagonia. En Washington temen una presencia militar. Larreta reconoció “sensibilidades” por la relación con China, pero en su presentación en el Centro Woodrow Wilson dejó en claro que la alternativa “no puede ser no hacer nada”. La política exterior, dijo, debe generar trabajo. “Veamos alternativas”, remarcó, en un mensaje a Estados Unidos, que por ahora está lejos de ofrecerlas. Su respuesta fue bien recibida en el auditorio..

“Si hay alguna cuestión que tiene alguna sensibilidad de que se haga con China, tiene que poder hacerse con otro país. Si hay alguna sensibilidad en alguna inversión en alguna cuestión de estrategia geopolítica no vamos a dejar potenciar un desarrollo económico por eso”, dijo luego en la entrevista con LA NACION y otros medios.

Larreta mostró un interés especial en reparar la relación con Brasil, y fue muy crítico de la distancia que mantuvo Alberto Fernández con Jair Bolsonaro. Ante el inminente retorno de Lula al Planalto, Larreta dice que el futuro gobierno deberá trabajar con el nuevo gobierno.

“Brasil es el principal socio comercial de la Argentina y parte del shock de credibilidad que tiene que dar la Argentina es restablecer el vínculo con Brasil. Nosotros tenemos que trabajar con el presidente electo de Brasil. Yo tengo la expectativa de trabajar con el presidente electo democráticamente de Brasil”, indicó.

El cierre de la gira dejó uno de los platos fuertes: su reunión con Juan González, el principal asesor de Biden para América latina, en la Casa Blanca. Fuentes de la comitiva se llevaron un mensaje de voluntad para trabajar ante un eventual cambio de gobierno, y coincidencias sobre las oportunidades para la Argentina. La administración de Biden siempre buscó tener las mejores relaciones posibles con los países democráticos de la región, gobierne quien gobierne.

Antes de dejar Washington, Larreta se dio un gusto: vio la clasificación de la Argentina a las semifinales de Qatar junto con argentinos expatriados. La atención, por ahora, seguirá en el fútbol.

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