Arribó al puerto de Saint-Malo con una vela que contiene una obra artística con imágenes de las islas y los colores de la bandera francesa; desde allí partieron en 1763 los primeros colonos que se asentaron en el archipiélago
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La imagen que simboliza la Libertad pintada con los colores de la bandera francesa y la silueta de las Islas Malvinas ondeando entre el velamen de la Fragata Libertad arribó hoy al puerto de la histórica ciudad amurallada de Saint-Malo, en el norte de Francia, desde donde en 1763 partieron los primeros colonos que se asentaron en el archipiélago del Atlántico Sur, cuyo gentilicio dio origen al nombre: Iles Malouines.
La inédita iniciativa, que apunta a recordar la odisea de aquellos pioneros en coincidencia con los 40 años de la guerra de Malvinas, se enmarca en las actividades vinculadas con el viaje de instrucción número 50 del tradicional buque escuela de la Armada Argentina. La vela fue pintada por el artista plástico Walter Di Santo quien también realizó una serie de obras en acuarela expuestas a bordo durante la estadía en cada puerto y que luego son donadas a los museos de las ciudades incluidas en el itinerario de la nave insignia de la Marina.
“Nos pareció oportuno rememorar en el paso de la fragata por Saint-Malo a aquellos pioneros de Malvinas y su legado que la posterior devolución de Francia a la corona española validó nuestros derechos soberanos”, indicó el contraalmirante Marcelo Tarapow, director General de Educación de la Armada.
Según los registros, el 8 de septiembre de 1763, dos naves capitaneadas por el marino Luis Antonio de Bougainville, con 29 colonos partieron del puerto de Saint Malò y llegaron a Malvinas a fines de enero del año siguiente. Los pioneros construyeron una primera fortificación designada como Port Saint Louis, en honor del monarca Luis XV, en la isla oriental, que hoy es Soledad. “Un año después, en enero de 1765, tres navíos comandados por el comodoro inglés John Byron desembarcaron en la isla occidental y la llamaron Falkland Islands, ignorando la presencia de los franceses en la zona”, relató el oficial en base a documentos y evidencias históricas entre ellas las referencias aportadas por el periodista y escritor de origen galo Paul Groussac, autor del trabajo “Iles Malouines, sobre las primeras expediciones y asentamientos en Malvinas”.
Amante de la historia y autor de un libro sobre la nave insignia llamado “Fragata Libertad. Una escuela en el mar”, Tarapow subrayó que “el reconocimiento en 1767 por parte de Francia de la soberanía de España sobre este archipiélago es un relevante antecedente dentro de la jurisprudencia internacional en favor de los derechos sucesorios del Virreinato del Río de la Plata, junto a las bulas papales y lo establecido en el Tratado de Tordesillas de 1494″.
Al reconocer el derecho español sobre las islas, Luis XV aceptó reintegrarlas a la corona española, previo pago de una indemnización para Bougainville por sus servicios. “Podemos coincidir que, en la concepción política de Francia de la época, era preferible que las Malouines fueran reconocidas a la soberanía de España, y no que los ingleses establecieran una colonia en esas latitudes y lograran el dominio o proyección, desde allí a otras tierras del Pacífico y del Indico. España asumió el control de Saint Louis y lo llamó Puerto Soledad”, sostuvo Tarapow en un reciente artículo publicado por la Gaceta Marinera.
En diálogo con LA NACION el contraalmirante destacó que “las distintas generaciones de Saint Malò han mantenido viva esta historia hasta nuestros días y eso nos ha permitido cotejarla con la población actual”.
A pocas horas de llegar a destino, la tripulación instaló la vela pintada por Di Santo para honrar la memoria de los pioneros franceses. “Colocamos la vela artística en la Jarcia, que es el conjunto de cables y cabos que sostienen los (tres) mástiles a los costados de la embarcación. De ese modo puede visualizarse claramente a distancia desde el muelle”, explicó el capitán de la nave, Carlos Schavinsky Trinchero.
Con una tripulación de 300 personas, de los cuales 92 son guardiamarinas, la Fragata Libertad zarpó el 30 de abril último de Buenos Aires con destino a Fortaleza, en Brasil, para iniciar, de ese modo, 50° viaje de instrucción con el que prevé recalar en once puertos. Este fin de semana pasado estuvo en Dublín, Irlanda, donde realizó un homenaje al almirante, Guillermo Brown, primer comandante de la escuadra naval en el Río de La Plata nacido en la localidad de Foxford, el 22 de junio de 1777.
“Mascarones en Libertad”
La propuesta de la vela pintada, que fue pensada como un homenaje para los pioneros y, a la vez, una sorpresa para los actuales habitantes y autoridades de Saint-Malo, comenzó a gestarse luego de que, a fines de 2018, el contraalmirante Tarapow asistió a una exposición de Di Santo llamada “Mascarones de proa” en el Museo Municipal de Arte de La Plata en la que el artista retrató a personalidades argentinas como Jorge Luis Borges, Ástor Piazzolla, Lola Mora, Benito Quinquela Martín y René Favaloro, cuyos rostros aparecen “como mascarones de proa que abrieron caminos trascendentes”, explicó Di Santo.
El marino propuso a Di Santo hacer una serie de acuarelas inspiradas en el mascarón de proa la Fragata Libertad. Así surgió la muestra itinerante “Mascarones en Libertad”, que tomó como leitmotiv la figura que ornamenta el tajamar de la fragata realizado entre 1963 y 1964 por el escultor español Carlos García González y que en 2021 fue presentada en el apostadero naval de Puerto Madero y en los puertos de Chile, Uruguay y Perú. Se entregó en este último país a las autoridades locales un cuadro en el que aparece la figura del general José de San Martín con su uniforme de gala de Protector de las Libertades del Perú y portando la bandera de la naciente república.
Cuando se preparaba el nuevo itinerario del buque escuela Di Santo acercó la idea de pintar una de las velas. “Había reparado en que, en ciertas ocasiones especiales se habían usado velas con los colores de los países visitados y, fue así que, se me ocurrió la posibilidad de pintar sobre uno de los paños”, relató. El antecedente más cercano tiene como protagonista al célebre artista uruguayo Carlos Paéz Vilaró que en 2004 estampó sus característicos soles en el velamen del buque escuela Capitán Miranda de la Armada del vecino país.
Tras las consultas del caso, la comandancia de la fuerza aprobó la propuesta y le hizo llegar a Di Santo el retazo de un viejo paño de vela, de 5 por 4 metros. La magnitud de la tarea excedía las dimensiones de su estudio y lo obligó a buscar una cochera para su auto y transformar el garaje de su casa de La Plata en un improvisado atelier. Allí, sentado en el piso sobre la vela trabajó durante los meses de marzo y abril últimos hasta cumplir su cometido.
“Se trata de una imagen colorida de trazos sencillos pensada de un modo escenográfico que representa la Libertad y está inspirada en la figura del mascarón de proa de la fragata para que pueda ser vista a distancia y que lleva los colores de la bandera francesa”, explicó el artista que al ser consultado sobre la inclusión de la imagen de las Islas Malvinas dijo: “Me surgió espontáneamente incluir en la obra a las amadas islas del Atlántico Sur pero tenía dudas por una cuestión de no interferir en un asunto diplomático. Cuando lo consulté me dijeron que no había ningún problema”, indicó.
Durante el viaje de la fragata cinco de las obras de Di Santo quedarán en museos de las ciudades europeas. Entre esas pinturas hay una que reproduce la escena de la “Libertad guiando al pueblo” en homenaje al famoso óleo de Eugène Delacroix, además de un retrato del marino francés Hipólito Bouchard, que combatió por la independencia de las naciones de América y otro de José de San Martín, que según lo previsto será donado a la casa-museo de Boulogne-sur-Mer.
“Para mí es un honor enorme y una alegría haber podido hacer este trabajo que simboliza la Libertad abriendo caminos y apunta a entrelazar redes de confraternidad con los pueblos, uniendo a través del mar, el arte y la cultura”, indicó Di Santo quien se graduó como profesor de Artes Plásticas en la Universidad Nacional de La Plata, es secretario de Extensión de la Universidad Católica de La Plata y codirige el Museo de Arte Beato Angélico. Entre sus obras, que se exhiben en varios museos del país y el exterior, sobresale el óleo “Virgen de la sonrisa” que integra las colecciones de los Museos Vaticanos. En 2013 su trabajo “Virgen de la ternura” fue recibido por el Papa Francisco.