La fiscal pidió medidas para saber si la tripulación organizaba o financiaba al terrorismo internacional
Cecilia Incardona solicitó al juez Villena más de 20 medidas de prueba; se centra en la tripulación iraní y en investigar al piloto Gholamreza Ghasemi; dice que hay “irregularidades”
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La fiscal federal de Loma de Zamora Cecilia Incardona pidió al juez Federico Villena que realice dos decenas de medidas de prueba para establecer si el verdadero objetivo del arribo del avión sospechoso con tripulación iraní y venezolana es la preparación de un acto de terrorismo, o su eventual financiamiento y organización. Y quiere también determinar “la posible relación del piloto Gholamreza Ghasemi con actividades de terrorismo internacional”.
La fiscal pidió seguir manteniendo en el país a los iraníes y venezolanos en la Argentina y reter sus pasaportes, además de pedir a Estados Unidos que amplíe lo ya informado sobre Gholamreza Ghasemi y que les diga si está investigado en alguna causa allí, y si el avión está embargado en ese país.
En un dictamen de varias carillas, titulado “Preciso requerimiento de instrucción, solicito medidas de prueba”, la fiscal Incardona señala que “surgieron varios rastros que imponen la necesidad de proseguir la investigación respecto de Ghasemi Gholamreza, de toda la tripulación que de él dependía, de la aeronave y de su carga, conforme las obligaciones del Estado Argentino para prevenir y sancionar hechos de terrorismo”.
Para la fiscalía es necesario indagar esas contradicciones y “circunstancias irregulares” para determinar “si el verdadero objetivo del arribo de la aeronave a nuestro país fue exclusivamente para transportar mercadería de autopartes, o bien si estuvo fundado en razones diferentes a las alegadas y constituya, eventualmente, un acto de preparación para proveer bienes o dinero que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo, su financiamiento u organización.” Dijo que la tarea es investigar “las razones de estas irregularidades” par despejar dudas.
El caso se inició el lunes 6 de junio pasado a las 15:30 cuando aterrizó en Ezeiza el Boeing 747-300M Dreamliner, matrícula YV3531, perteneciente a Emtrasur,. la fiscal dijo que podría deducirse que el vuelo y su tripulación ingresó a nuestro país con alguna finalidad delictiva.
Según Incardona, su hipótesis desde el comienzo fue determinar si a partir de esas irregularidades podía deducirse que el vuelo y su tripulación ingresó a a la Argentina para cometer delitos. El avión operó el vuelo n° 9218, provino de México y efectuó una escala en Caracas, Venezuela.
En su dictamen la fiscal describió las más de 46 medidas de prueba ordenadas en la causa que ya ocupa unos 4 cuerpos, entre ellas los exhortos internacionales, los allanamientos e inspeccion ocular en el avión, los pedidos de informes a las distintas agencias del Estado y extranjeras.
En ese sentido detallo que hubo aportes de Migraciones, de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA) de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), de la AFI, La División Unidad de Investigaciones Aniterroristas de la Policía Federal, de Aduanas, de la Embajada de EE. UU.
También de la información que envió el FBI, la División Scopometría de la Policía Federal la Policía de Seguridad Aeroportuaria, la Unidad Operacional de Seguridad Preventiva de Córdoba de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, y la información que Shell, YPF y AXION, que declararon en la causa.
Aún resta realizar unas 13 medidas de prueba que sugirió la fiscal.
Incardona determinó el objeto de la investigación: “la posible relación del piloto Gholamreza Ghasemi con actividades de terrorismo internacional”.
De todas las agencias y organismos estatales requeridos, las autoridades del FBI informaron que Gholamreza Ghasemi es CEO, miembro del consejo de administración de Qeshm Fars Air y, también, piloto. La firma Qeshm Fars Air fue identificada por el Tesoro de los Estados Unidos en 2019 debido a su participación directa en la actividad terrorista, afirmando, además, que dicha empresa proporciona asistencia a Qods Force y a la aerolínea iraní Mahan Air, las cuales han sido designadas como entidades terroristas (Terrorista Global Especialmente Designado, SDGT).
La empresa de aviación Mahan Air fue sancionada en octubre de 2011 por la OFAC (E.O. 13224) por proporcionar apoyo financiero, material o tecnológico para la IRGC-QF y por transportar armas y personal para Hezbollah. El documento, dice expresamente que, sin autorización expresa del FBI en una comunicación separada, la información allí consignada sólo puede ser utilizada para inteligencia.
A pesar de esta salvedad, con el avance de las tareas investigativas llevadas adelante, “surgieron varios rastros que imponen la necesidad de proseguir la investigación respecto de Ghasemi Gholamreza, de toda la tripulación que de él dependía, de la aeronave y de su carga, conforme las obligaciones del Estado Argentino para prevenir y sancionar hechos de terrorismo”.
“Tales circunstancias irregulares llevan a indagar si el verdadero objetivo del arribo de la aeronave a nuestro país fue exclusivamente para transportar mercadería de autopartes, o bien si estuvo fundado en razones diferentes a las alegadas y constituya, eventualmente, un acto de preparación para proveer bienes o dinero que pudieran utilizarse para una actividad de terrorismo, su financiamiento u organización”, escribió Incardona.
El sentido es realizar “parte de la actividad preventiva que debe motivar el accionar estatal”. Por eso pidió acreditar a ciencia cierta de quien es el avión.
Mahan Air, es considerada una compañía que colabora con organizaciones terroristas de su país de bandera, y Gholamreza Ghasemi es CEO y piloto de Oeshm Fars Air vinculada a Mahan Air, que hoy continúa al mando del avión.
Aún con la salvedad de los alcances del informe del FBI ya señalados, de allí surge que Mahan Air fue sancionada en octubre de 2011 por la OFAC (E.O. 13224) por proporcionar apoyo financiero, material o tecnológico para la IRGC-QF y por transportar armas y personal para Hezbollah. Esta sanción no es técnicamente información de inteligencia, sino que es un dato perfectamente corroborable.
La información de inteligencia del FBI menciona que una de las modalidades de actuación de estas organizaciones es utilizar vuelos civiles para transportar clandestinamente armas, componentes militares avanzados, entre otros elementos. En nuestro caso, justamente se trató de un vuelo comercial (civil) comandado por el nombrado Ghasemi.
“Asimismo, existen inconsistencias en la información respecto de quienes componen la tripulación, lo cual será también profundizado en la investigación”, dijo la fiscal.
Además reclamó indagar “aún más por el contenido de la carga” para verificar si coincide la operación comercial declarada con el contenido real de la mercadería que transportaba el avión.
Aqui es donde sugiere otras 11 medidas de prueba, entre las cuales se solicita se mantengan las medidas cautelares dictadas., exhorto diplomático a EEUU para que se amplíe lo ya informado y que Estados Unidos manifieste si Gholamreza Ghasemi resulta formalmente investigado en algún proceso en ese país y, en su caso, si se adoptó alguna medida restrictiva de su circulación. Asimismo quiere saber si pesa o no un embargo o restricción formal sobre el Boeing 747-300(M), matrícula YV3531.
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