La fiscal Gabriela Baigún acusó a Ricardo Jaime: “Su enriquecimiento ilícito es de libro”
La representante del Ministerio Público comenzó su alegato y sostuvo que el exfuncionario pasó de tener un patrimonio muy ajustado a hacer alarde de una riqueza injustificable
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La fiscal federal Gabriela Baigún acusó hoy al exfuncionario kirchnerista Ricardo Jaime de haberse enriquecido ilícitamente; dijo que llegó a la función pública con un patrimonio “muy ajustado” y que rápidamente cambió su forma de vida, haciendo ostentación de una fortuna imposible de justificar.
“Estamos ante un ejemplo de libro del funcionario que se enriquece en el ejercicio de la función pública”, afirmó Baigún en el inicio de su alegato contra Jaime, que está siendo juzgado por enriquecimiento ilícito, pero también por la compra de trenes chatarra a España y Portugal, por el uso de autos oficiales en beneficio propio y por la entrega de subsidios irregulares a los concesionarios del tren Belgrano Cargas.
Baigún afirmó que los análisis contables realizados durante la instrucción dieron cuenta de un incremento patrimonial de Jaime de doce millones de pesos más un yate de más de un millón de dólares. Al exsecretario de Transporte del kirchnerismo se le adjudica además la compra de un avión de casi cuatro millones de dólares.
El alegato de Baigún, que empezó a las 10:07 de hoy, terminará con un pedido de condena. La suerte de Jaime y de los demás acusados que están siendo juzgados con él la decidirá el tribunal oral federal integrado por los jueces Julio Panelo, José Martínez Sobrino y Fernando Canero.
De acuerdo con la fiscal, Jaime, “cuando asumió tenía un patrimonio muy ajustado”, pero no tardó en recibir los favores de los empresarios a quienes debía controlar. Según Baigún, en 2003, cuando juró como secretario, el patrimonio de Jaime estaba conformado por 9000 pesos, dos vehículos (un Mazda y un Fiat Palio), dos inmuebles en Córdoba, uno en Caleta Olivia y deudas bancarias. En total, su patrimonio ascendía a 261.500 pesos.
La fiscal citó en su alegato el testimonio del gremialista Ricardo Cirielli, que contó que cuando Néstor Kirchner lo designó como secretario de Transporte, Jaime llegó a Buenos Aires en micro y él “le tuvo que pagar los primeros almuerzos y conseguirle un hotel económico”.
Baigún afirmó que “los testigos coincidieron en que rápidamente cambió su forma de vida” y empezó a hacer alarde de su nueva riqueza. “Lo llamaban Mario Baracus por las cadenas, los relojes y los anillos de oro”, recordó la fiscal.
En paralelo, Jaime intentó esconder los bienes inmuebles y los vehículos que adquirió. Para eso, utilizó testaferros; básicamente, a miembros de su familia y a Manuel Vázquez, “la cara visible de Ricardo Jaime para sus negociados” y un hombre “clave para que pudiera esconder” su dinero mal habido.
Jaime, que está preso en la cárcel de Ezeiza, no participó hoy de la audiencia. Hace doce días pidió que lo eximieran por problemas de salud. El tribunal rechazó su pedido y él volvió a plantearlo. Alegó hipertensión, entre otros males, y eso hizo que lo trasladaran al hospital de Ezeiza, relataron a LA NACION fuentes judiciales. Según sostuvo Panelo, presidente del tribunal, todavía no está aclarado el origen del episodio de salud de Jaime, pero lo autorizaron a no presenciar la audiencia.
Jaime fue secretario de Transporte de Néstor y Cristina Kirchner. Fue el primer exfuncionario kirchnerista en admitir el cobro de sobornos. Está preso desde 2016 y fue condenado a siete años de prisión por administración fraudulenta y por estrago culposo por la tragedia ferroviaria de Once. Antes ya había condenado por peculado y por instigar al falso testimonio.
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