Duelo verbal con la oposición: la fiscal Gabriela Boquín acusó al procurador Eduardo Casal de perseguirla
La fiscal Gabriela Boquín acusó al procurador general interino Eduardo Casal de perseguirla y difamarla mediante la apertura de un sumario disciplinario y denunció que una empleada de su oficina le pasaba información de la causa Correo Argentino al diputado Pablo Tonelli, que había sido abogado y apoderado de la firma de la familia Macri.
Sin embargo, la fiscal terminó dando marcha atrás ante las sucesivas preguntas de los legisladores opositores de la comisión bicameral de control del Ministerio Público y admitió que no tenía pruebas de su denuncia.
"Tenía asiduas conversaciones con Tonelli, y eso lo sabíamos todos", se corrigió, antes de reducir el incidente a una "pérdida de confianza" con su empleada por haberle ocultado información.
Cuando Cristian Ritondo (Pro-Buenos Aires) le preguntó por qué no había hecho la denuncia penal, Boquín intentó desligarse de la responsabilidad y afirmó que se lo había informado por diferentes medios a Casal. "No tengo pruebas del delito", dijo la fiscal.
Sin embargo, cuando la diputada Graciela Ocaña le remarcó que como funcionaria pública debió haberse presentado ante la Justicia, volvió a dar marcha atrás. "La pérdida de confianza no es un delito, no voy a denunciar lo que no es un delito", respondió.
Entonces, la senadora Silvia Elías de Pérez (UCR-Tucumán) pidió la palabra y le leyó la versión taquigráfica, en la que constaba que había dicho que la empleada le entregaba información a Tonelli. "Si eso no es delito, vamos a tener que volver a estudiar el Código Penal", remató la legisladora.
Maltratos y difamación
Según la fiscal, el sumario en su contra por denuncias de maltrato por parte de su personal fue armado –"han coaccionado testigos", dijo–, con el objetivo de difamarla. "Se busca destruirme a mí como persona, a mi trayectoria", afirmó. "Considero que el procurador Casal me está persiguiendo", sentenció.
Pero los legisladores de la oposición se encargaron de recordarle que el sumario fue decidido por el consejo evaluador de la Procuración, que está integrado por cinco fiscales que ocupan ese tribunal con anterioridad a que Casal se hiciera cargo del Ministerio Público Fiscal tras la renuncia de Alejandra Gils Carbó.
"Los voy a recusar", respondió Boquín, quien dijo que su defensa "no fue tenida en cuenta ni en un renglón".
Sin embargo, la fiscal negó que los miembros del consejo evaluador hayan sido presionados. "Cómo voy a decir eso, sería subestimarlos", respondió ante una pregunta de Ritondo. Boquín mantuvo un duelo verbal con el diputado, quien la acusó de perseguir a la familia de Mauricio Macri en la causa del Correo. "Usted sabrá por qué habla de la familia Macri, yo lo llamo Correo (al expediente), no familia Macri", respondió la funcionaria.
El oficialismo cerró filas y defendió a Boquín. "Todas estas cuestiones no dejan ninguna duda de que evidentemente hubo y hay una persecución que nació desde el momento que se estaba manipulando la causa del Correo", dijo el senador Carlos Caserio (Frente de Todos-Córdoba).
Caserio fue más allá y apuntó sus dardos contra el procurador interino, a quien el kirchnerismo quiere remover, y lo acusó de estar usurpando el cargo. "Creo que Casal no está a la altura de las circunstancias, es un advenedizo que se quedó con un puesto que no es de él", sentenció.
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