El Presidente desconcierta al kirchnerismo y vuelve a agitar la interna del Frente de Todos
Fernández cargó con dureza contra Wado de Pedro; a los partidarios de Cristina Kirchner les llamó la atención el tono que utilizó el mandatario, pero se mantuvieron en silencio
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El silencio fue, al menos por el momento, la respuesta elegida por el kirchnerismo tras la entrevista radial del presidente Alberto Fernández en la mañana de este lunes, en la que aludió a la nula relación con Eduardo “Wado” de Pedro, ministro del Interior y hombre de Cristina Kirchner en el Gabinete. El mandatario también se refirió a la situación judicial de la vicepresidenta; al “exceso de independencia” de la Corte y relativizó la opinión de Máximo Kirchner y Andrés “Cuervo” Larroque, hombres fuerte de La Cámpora, y dos de los principales críticos internos de su gestión.
“No vamos a hablar. Es todo muy reciente”, coincidieron en distintas terminales del kirchnerismo duro, donde en las últimas semanas pasaron de criticar públicamente al mandatario a buscar una “tregua”. La actitud fue idéntica en La Cámpora en sintonía con el hermetismo que sobrevoló durante toda la jornada al Ministerio del Interior, a cargo de De Pedro, desde donde fue imposible obtener alguna declaración al respecto.
A su vez, Cristina Kirchner solo comunicó este lunes su beneplácito con la victoria electoral de los partidarios de Rafael Correa en Ecuador. Así, ignoró el debate público que había iniciado el primer mandatario.
Gran victoria de la Revolución Ciudadana en las elecciones seccionales de Ecuador 🇪🇨
— Cristina Kirchner (@CFKArgentina) February 6, 2023
Felicitaciones a @MashiRafael y abrazo fraterno a los candidatos y candidatas. pic.twitter.com/Payac3lSac
Sin embargo, el malestar con las distintas declaraciones del mandatario era palpable entre otros funcionarios del kirchnerismo. Uno de ellos calificó como “desconcertante” el proceder de Fernández. “En menos de 24 horas pasó de convocar a una mesa electoral a cuestionar abiertamente a un ministro, relativizar la opinión de otros dos dirigentes de su espacio y un par de horas más tarde llamar otra vez a la unidad”, sintetizó una fuente cercana a La Cámpora. Y completó: “lo que dijo de Wado es triste y preocupante. Lo deja en un lugar muy incómodo a él mismo (por Fernández).
El mandatario accedió este domingo a convocar a una “mesa electoral”, algo que los socios del Frente de Todos venían pidiendo desde la derrota en las elecciones de 2021, y que podría volver a dejar expuestas las diferencias entre el kichnerismo y el albertismo. Mientras que los primeros exigen no quedarse en la discusión electoral, para debatir y corregir el rumbo del gobierno, cerca del mandatario se mantienen firmes en que la mesa solo establecerá las reglas de juego para la campaña en ciernes. Este lunes no se registraron definiciones sobre el tema.
“Vamos a discutir la estrategia para la elección, las cuestiones internas, el problema de las PASO, las diferentes alternativas”, dijo el Presidente en cuanto a la agenda de ese encuentro, en línea con su comunicado del domingo, donde enfatizó en que los socios del Frente de Todos se juntarán para charlar temas estrictamente ligados a los comicios. Así les marcó a sus compañeros de espacio que en esta conjunción tripartita -en la que incluyó a gobernadores e intendentes- no se abordará la gestión.
Poco después de terminar la emisión de la entrevista -que fue grabada este domingo por la noche en Olivos-, Fernández viajó a Paraná para entrega de viviendas. Fue allí que volvió a apelar a “unidad” e invitó a trabajar para concretar “el sueño de la Argentina igualitaria”. En su segunda visita a Entre Ríos en menos de tres días Fernández también dijo: “les pido que esta vez no nos dividamos más y trabajemos juntos”.
Mientras él estaba allí, en Buenos Aires el aire se caldeaba con molestias. “No sé si alguien va a salir a contestarle, pero la verdad que en todas las respuestas sobre la interna podrían haber salido de otro modo y dejar el tema atrás de una vez, pero ahora también está la mesa y habrá que ver cómo se ordenan las cosas ahí”, dijo un hombre del oficialismo que trata de surfear las diferencias internas, pero se ubica cerca del kirchnerismo. “Está en campaña”, fue la lectura de un tercer hombre del gobierno, cercano a La Cámpora, ante los dichos del mandatario.
También hubo quienes, incluso dentro del kirchnerismo, observaron un guiño presidencial en las respuestas sobre Cristina Kirchner y su situación judicial. “Si Cristina finalmente es condenada, va a ser proscripta. Yo creo que Cristina lo que sabe es que tiene razón. Esta es una causa inventada contra Cristina”, dijo Fernández.
Por fuera de las repercusiones políticas, eran varias las voces, incluso dentro del propio albertismo, que coincidían hoy en que el “error” de la entrevista pasó menos por las expresiones que por el tono de Fernández, “entre autoritario y fastidiado”. A ese paquete sumaron la sorpresa que generó la respuesta presidencial sobre el “exceso de independencia” de la Corte Suprema. A la hora de explicar por qué la República funciona mal, Fernández afirmó: “Tenemos uno de los tres poderes que en un exceso de independencia pone su pie en los otros dos poderes y los otros poderes reaccionan”.
Sin embargo, desde el entorno del mandatario que lo acompañó a la provincia mesopotámica se mostraron críticos de esas lecturas y aseguraron: “Creemos que fue la mejor entrevista de Alberto en mucho tiempo”. Y agregaron que estaban “moviendo partes (de la entrevista) en medios y redes”.
Entre los los tramos de la entrevista con Urbana Play que más enojo y desconcierto generó en el ala dura kirchnerista estuvo el que Fernández al ser consultado por las diferencias al interior de la coalición sostuvo: “No voy a dedicar un segundo a la interna. Sé con quién puedo gobernar y con quién no; y gobierno con los que puedo gobernar. Yo voy a seguir gobernando, no importa”. Ante la repregunta por la singular situación en la que un presidente no puede conversar con su ministro político, replicó: “Preguntale a Wado de Pedro”.
Días atrás, desde el entorno de De Pedro había trascendido su profundo malestar con Fernández, a quien le reprochaban no haber invitado al ministro, hijo de desaparecidos, a un encuentro con organismos de derechos humanos en el marco de la visita del presidente brasileñoo, Luiz Inácio “Lula” da Silva. Cerca del mandatario se buscó bajarle el tono a las críticas, que el mercedino buscó apaciguar casi una semana después.
Tampoco pasó desapercibido cuando Fernández también minimizó los cuestionamientos que recibe de otros dos referentes del camporismo, como Máximo Kirchner y Andrés Larroque, y enfatizó en que en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) se crearon puestos de trabajo, se aumentó la inversión social hasta 1,2% del PBI y se pusieron en marcha 5800 obras públicas, mientras que otras 2000 fueron terminadas. “Explíquenme dónde está el ajuste”, marcó el Presidente.
“Lo que ellos dicen es lo que menos me preocupa, no voy a hablar un segundo de eso, cada uno tiene el derecho de pensar lo que quiera, yo voy a mostrar lo que pasó”, dijo, para intentar despejar otro foco de conflicto latente en el oficialismo. “Yo firmé con el Fondo y la Argentina creció, creamos trabajo, el gasto en salud y en obra pública se expandió, invertimos en ciencia y tecnología, y aumentamos el presupuesto. ¿Dónde está el ajuste? No lo sé, yo no lo encuentro”, relativizó.
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