La explicación de Malena Galmarini sobre la compra de vehículos en AySA que investiga la Justicia
La titular de la empresa estatal negó la denuncia por sobreprecios que le hicieron referentes de JxC; dijo que el objetivo fue renovar el parque automotor y que las unidades llegarán con los cambios necesarios para adaptarse al trabajo que realizan en la compañía
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El mes pasado, diputados de la oposición pusieron el foco en la compra de 613 Renault Kangoo y siete camiones eléctricos que AySA adquirió por un total de más de 25 millones de dólares. Denunciaron sobreprecios, al alegar que la compra se hizo por un valor más caro que el del mercado, y tras eso el juez federal Ariel Lijo envió a la Policía Federal a secuestrar documentación que pudiera aportar al expediente. En tanto, anoche en la mesa de Mirtha Legrand la titular de la empresa estatal, Malena Galmarini, dio su explicación sobre los abultados valores que figuraban en estas adquisiciones.
“Estamos en campaña y acusan, sobre todo acusan los que no saben. Aquellos a los que invito a que vengan a conocer y a mostrarles todo”, sostuvo primero la mujer del candidato a presidente oficialista, Sergio Massa, en relación con los diputados Ricardo López Murphy y Marcela Campagnoli, impulsores de la causa junto al auditor general de la ciudad de Buenos Aires, Juan José Calandri.
Convencida de que los opositores “hacen las denuncias de acuerdo a lo que sale en los diarios”, Galmarini indicó: “Decían que había sobreprecios. Sin embargo salió Renault Argentina y la concesionaria [a explicar]. El Estado no puede comprar directamente a las terminales automotrices”. Cuando se hizo el requerimiento de información ordenado por Lijo, desde AYSA emitieron un comunicado en el que aseguraron que la empresa automotriz había ratificado los montos, como así también que todo se realizó en base a una licitación “bajo las normas que exigen los distintos organismos de control”, y que la orden de compra estaba aprobada por el directorio de la compañía.
“Me encanta porque puedo aclarar perfectamente, porque como no hay nada...”, deslizó la funcionaria, que siguió: “Cuando llegamos, de toda la flota que tenía AySA, el último año que se habían cambiado los autos era 2011. Autos, camionetas, camiones, que son indispensables para sostener la operación de la empresa. Hoy, con lo que estamos dejando, el auto más antiguo sería 2014. Había Fiat Uno, esos cuadraditos. Así que parte de lo que hicimos para modernizar la empresa, que no es esto solo, fue cambiar el parque automotor”.
Incluso, la titular de Agua y Saneamientos manifestó que la licitación para comprar los vehículos se inició en marzo, mientras que la apertura de sobres ocurrió en abril, y detalló que todo el resto del tiempo hasta septiembre fue lo que tardaron las terminales en entregarles las unidades.
“Había que modernizar. Nuestros trabajadores y trabajadoras están todo el día arriba del auto. Era un peligro en el conurbano bonaerense”, justificó Galmarini.
Además remarcó que no solamente compran los vehículos, sino que además los valores cuestionados incluyen los cambios que se les hacen, necesarios para adaptarlos a los trabajos que realizan en la empresa. “Por ejemplo las Kangoo, que fueron tan nombradas, a nosotros no nos sirven si no está preparada la parte de atrás. Se les pone un plástico para que los trabajadores que van manejando o acompañando no estén en contacto con los productos químicos que tienen que llevar, con todas las cosas. Y además me las dan patentadas y ploteadas”, aseguró.
Para cerrar su descargo, la titular de AySA sintetizó, en un dardo directo a los referentes de Juntos por el Cambio que la denunciaron: “Hicimos hace varios meses la presentación de todo, incluso de los camiones. Se ve que hay algunos que no están prestando atención a lo bueno que hacen algunos funcionarios”.
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