La estrategia electoral del kirchnerismo para quedarse con las tres bancas en juego en Santa Cruz

SANTA CRUZ.- La vicepresidenta Cristina Kirchner y el diputado nacional Máximo Kirchner, quienes en el resto del país buscan sumar bancas en el Congreso, desistieron de nombrar candidatos con fuerte peso en Santa Cruz, su provincia de origen. Mientras que La Cámpora tampoco reservó ningún lugar en las listas y la gobernadora Alicia Kirchner no parece dispuesta a jugar en la campaña, el Frente de Todos se partió en dos frentes. ¿Descuido del pago chico o estrategia electoral?

Desde 2003, cuando Néstor Kirchner asumió la presidencia, los tiempos políticos, las penas y las alegrías fueron marcadas por el reloj implacable de la familia que gobierna la provincia hace tres décadas. Pese a ese seguimiento minucioso, todas las elecciones de medio término las perdieron en manos de la oposición desde 2009.

Pese a la necesidad de realizar una elección fuerte en Santa Cruz, esta vez ninguno de los nombres de la mesa chica K se puso la campaña al hombro y delegaron ese rol al intendente de Puerto Deseado, Gustavo González, una figura secundaria de la dirigencia local y que ahora será precandidato para el Congreso. En tanto que sin mucho revuelo ni explicaciones, el kirchnerismo aceptó que el sindicalista petrolero Claudio Vidal, se postule por fuera del Frente de Todos, con partido propio, como precandidato a diputado nacional. En la provincia se ponen en juego tres bancas.

Para la diputada nacional, Roxana Reyes (UCR), quien compite por la reelección de su banca, la decisión de Vidal de candidatearse por fuera del Frente de Todos es “una trampa electoral del kirchnerismo”. Reyes, mientras busca ganar las PASO dentro del lema opositor “Cambia Santa Cruz”, denuncia que el peronismo va dividido “como parte de una nueva estrategia electoral para perpetuarse en el poder, como lo es la ley de lemas o la figura del diputado por pueblo en la legislatura provincial”, afirmó a LA NACIÓN.

Desde Caleta Olivia, donde se encuentra recorriendo la provincia, la candidata que cuenta con el apoyo del senador Eduardo Costa (UCR), principal referente de la oposición, señaló que la candidatura de Vidal demuestra “una clara intención de aparecer como oposición al kirchnerismo, cuando hasta hace muy poco, sus diputados, votaban juntos en la legislatura santacruceña”.

Reyes explicitó que la candidatura de Vidal va por los votos de la oposición, para conquistar una banca, que presume, luego se sumará al bloque que en la Cámara baja comandan Máximo Kirchner y Sergio Massa. “Tratan de aparecer como una oposición al frente de todo, algo nuevo, pero hasta hace 15 minutos, han sido socios electores y socios políticos, durante todo este tiempo”, dijo.

El regreso de Acevedo, de la mano de un sindicalista

Ajeno a esas críticas, Vidal se planta como un líbero que vino a sacudir al peronismo tradicional y considera llegar a la diputación como el paso previo para acceder a la gobernación en 2023. Logró lo ningún dirigente pudo hasta ahora: convencer al exgobernador Sergio Acevedo de que salga del ostracismo autoimpuesto y vuelva jugar en el escenario que mejor conoce.

Vidal hace dos años fundó el partido Somos Energía para Renovar Santa Cruz (SER) desde el corazón del sindicato petrolero que dirige desde 2013. En 2019 fue candidato a gobernador dentro del Frente de Todos y aportó su caudal de votos para la reelección de Alicia Kirchner. La tía de Máximo podría aspirar a retener la gobernación en 2023 dado que Santa Cruz tiene en su constitución la reelección indefinida.

Al sindicalista, quien no deja de ser una figura nueva en el firmamento local, Acevedo le aporta experiencia y trayectoria, por eso el petrolero le agradeció públicamente que acepte sumarse en la lista de candidatos tras 15 años de estar fuera de las contiendas. “Claudio [Vidal] vino trabajando en una propuesta política que construya, que termine con la grieta, que proyecte, enriquecedora y real, así es que la incorporación de nuevos sectores marca también esto que venimos trabajando”, afirmó Acevedo en la prensa local.

Acevedo, el gobernador más votado de la historia de Santa Cruz y con una abultada trayectoria –intendente, vicegobernador, diputado nacional y un paso fugaz al frente de la SIDE en 2003-asumió en diciembre de 2003, para renunciar en marzo de 2006 luego que su gestión se viera debilitada durante una revuelta de delegados petroleros en Las Heras que le costó la vida a un policía. Renunció en silencio, sin responder los cuestionamientos que le hizo Néstor Kirchner desde la Presidencia.

Sin embargo, años después, Acevedo reveló que renunció tras negarse a firmar un adelanto millonario que debía pagar con recursos de la provincia, para dos rutas que se estaban realizando en Santa Cruz con fondos nacionales. El adelanto era a favor de la empresa Austral Construcciones de Lázaro Báez. La renuncia de Acevedo fue el primer cisma político provocado desde la Casa Rosada que impuso el kirchnerismo para la obra pública con fondos nacionales. Su renuncia se ubicó en la conocida “causa Vialidad”, que aún se desarrolla en los Tribunales Federales e investiga el redireccionamiento de fondos nacionales para obra pública hacia Santa Cruz.

Con la base en el sindicato petrolero, Vidal amplió su plataforma electoral, abrió gimnasios, llevó ayuda social, construyó escuelas y logró un bloque propio en la legislatura provincial, que hasta ahora votó en concordancia al kirchnerismo. En los últimos meses ensayó críticas a Alicia Kirchner, pero fue cauto en cuanto a la dirigencia nacional. “Sabemos que tenemos que enderezar el rumbo”, afirmó al anunciar a sus candidatos. “Para que nuestro presente y futuro sea diferente, es necesario que dejemos de hacer siempre lo mismo en cada elección. Es momento de darnos otra oportunidad, de creer y entender que otra Santa Cruz es posible”, es una de las frases que más repite. Vidal, en 2015, cayó preso con un arsenal de armas.

Ni el SER de Vidal, ni el FdT, dirimirán candidaturas en las PASO; cada espacio va con lista de unidad. Mientras González, el intendente de Puerto Deseado, ya empezó a mostrarse en actos oficiales del gobierno y recibió en El Calafate el apoyo de los intendentes oficialistas, Vidal recogió para su espacio a kirchneristas y radicales desencantados con sus partidos.

Los ayer socios, hoy van separados en una elección que preparará el terreno para 2023. Dirigentes peronistas, con larga trayectoria en la provincia, hoy alejados del kirchnerismo afirmaron en reserva que la candidatura de Vidal es una estrategia del kirchnerismo para intentar recuperar una banca, y sumar así a las 10 bancas que el bloque comandado por Kirchner y Massa aspiran a comandar con quorum propio en la cámara baja.

Por su parte, Cambia Santa Cruz, -el frente electoral que encarna la oposición histórica-, se prepara para el doble desafío: dirimir a los mejores candidatos entre seis listas, pero también demostrar si la superioridad de votos en las tres últimas elecciones de medio tiempo, que lograron por sobre el kirchnerismo, aún tiene vigencia. En las tres, fue el senador Eduardo Costa el aglutinante de los votos: en 2009 se impuso por el 40.49% a 39.13%; en 2013 la diferencia se amplió de 42.22% a 24.69%, y en 2017 de 43.88% a 31.97%

Entre los seis candidatos, dos mujeres se destacan en cuanto a trayectoria y proyección de votos: la diputada radical nacional Reyes que va por la reelección y Gabriela Mestelán, dos veces diputada provincial por el partido provincial Encuentro Ciudadano. Cambia Santa Cruz tiene el desafío de demostrar si logra cautivar al electorado opositor supo aglutinarse detrás de la figura de Costa, quien arrasó en las legislativas que se presentó, pero no le alcanzó para llegar a la gobernación en cuatro oportunidades. Costa hoy impulsa candidatos, pero no es la cara de la campaña como lo fue desde 2007.

Desde 2003, Santa Cruz siempre está en la agenda política y sirve de ejemplo, según quien lo disponga. Así lo reflejó el precandidato radical Facundo Manes, quien días pasados se mostró junto a Reyes: “A mí me preocupa más Santa Cruz que Venezuela, porque es una maqueta donde podemos ver lo que sucederá en el país si no generamos un cambio”, aseguró el médico que ahora juega en la interna bonaerense contra Diego Santilli.

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