La escasa participación, otro eje de festejos cruzados entre el PJ y la UCR
Oficialistas y opositores tomaron la baja cantidad de votantes como prueba de la falta de apoyo de sus rivales
LA RIOJA.- Habían pasado pocos minutos de las 18, las escuelas empezaban a cerrar y el senador radical Julio Martínez ya había esbozado la interpretación opositora del resultado de la consulta popular que se hizo ayer en esta provincia para convalidar, o no, si el gobernador peronista Sergio Casas quedaba habilitado para competir por un nuevo mandato.
"Hubo muy poca participación en toda la provincia, la gente claramente le dio la espalda a la enmienda y le dijo no. Esta maniobra para la re-reelección quedó deslegitimada", escribió Martínez en su cuenta de Twitter apenas cerrada la elección. Cerró con las frases "dibujala como quieras" y "perdiste".
El precandidato a gobernador dejó así plasmado el eje de las discusiones e interpretaciones, tanto en el oficialismo como en la oposición, a lo largo de todo el día: el bajo nivel de participación de los riojanos en la consulta.
Al cierre de esta edición, con el 98,3% de mesas escrutadas, del total de 280.699 riojanos habilitados para ir a las urnas solo había participado el 43% del total (122.356).
Con un primer esbozo de ese porcentaje, la oposición se apuró para instalar la idea de que la mayoría de los riojanos rechazaron la enmienda de la Constitución. "El 60% le dijo que no. La gente enterró la enmienda antes de que abran las urnas", insistió luego Martínez.
El oficialismo hizo la lectura opuesta a partir de que el rechazo a la enmienda no consiguió el 35% de los votos del total del padrón, que exige la Constitución. Para alcanzar ese porcentaje, el sí o el no debían reunir 98.200 votos válidos. Al cierre de esta edición superaban por poco esa suma, pero juntos.
"La enmienda se ha transformado en norma constitucional con una contundente apoyatura dada por la población que legítimamente se encuentra representada por la Cámara de Diputados", aseguró el fiscal de Estado Héctor Durán Sabas.
El representante del gobierno reflotó así la teoría según la cual, como la Cámara de Diputados ya aprobó la enmienda con el 66% de los votos (dos tercios de los legisladores), le correspondía al no reunir el apoyo para que quedara rechazada. "El rechazo a la enmienda no alcanzó el 35%, quiere decir que la enmienda se incorpora a la Constitución y Sergio puede ser candidato", interpretaron cerca de Casas ante la consulta de LA NACION.
El nivel de participación en las elecciones legislativas nacionales de 2017 fue del 70%, muy por encima de los números de ayer.
El escaso tiempo de anticipación (apenas un mes) de la convocatoria fue cuestionado por la oposición desde fines de diciembre pasado. Apuntaron además contra el hecho de que se votara un domingo de enero, en pleno verano, con parte de la ciudadanía de vacaciones y muchos sin ninguna idea de qué se elegía.
También se la consideró inválida porque, según indica la Constitución, cualquier enmienda debe ser sometida a consulta en "la siguiente elección general" y no en un comicio convocado ad hoc, y menos aún por el principal interesado en el resultado del referéndum.
Ayer, las críticas volvieron de la mano de la exsenadora peronista Teresita Luna, que llegó a la escuela en la que debía votar y se enteró allí de que en el padrón aparecía como "elector anulado". Luna presentó un amparo ante el juzgado electoral y finalmente pudo votar. Pero se descargó vía Twitter. "Es parte de la estrategia tramposa. Ningún riojanx [sic] que va a votar en enero con 50 grados de calor si no figura en el padrón va a buscar otra escuela o acudir a la Justicia. Se vuelve a su casa. No a la enmienda", disparó vía Twitter.
Otras noticias de La Rioja
Más leídas de Política
“Marcha gay”. Bertie Benegas Lynch apuntó a “los movimientos que hacen lobby para obtener privilegios”
Rastrillaje ideológico y más recortes. Javier Milei va a fondo en la Cancillería y en la ex-AFIP
La purga avanza. La trituradora de ministros opera a toda máquina
Por tiempo indeterminado. El Gobierno aplicó una severa restricción a Di Zeo en medio del enfrentamiento con Bullrich