La diputada que impulsará el proceso contra la Corte jugará para el Presidente pese a la resistencia de su gobernador
Carolina Gaillard, titular de la Comisión de Juicio Político, es amiga de Alberto Fernández; Gustavo Bordet, el mandatario de su provincia, no apoyó la denuncia aunque el Gobierno dijo que sí
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La diputada Carolina Gaillard, presidenta de la Comisión de Juicio Político, no tiene dudas: pese a que el gobernador de su provincia, el entrerriano Gustavo Bordet, se abstuvo de acompañar la embestida contra la Corte Suprema propiciada por Alberto Fernández, ella está convencida de que los cuatro jueces del máximo tribunal merecen ser investigados y, por ello, dará curso al pedido presidencial de iniciar su juicio político. Hará prevalecer su lealtad hacia el Presidente, con quien cultiva una relación de amistad y confianza que forjó desde hace tiempo gracias a Vilma Ibarra, actual secretaria Legal y Técnica.
Gaillard cree que hay elementos suficientes para iniciar la investigación de los jueces. “En principio estamos frente a un avasallamiento de la Corte sobre los otros dos poderes. Sobre el Poder Legislativo cuando derogó la ley del Consejo de la Magistratura y repuso la de 1996; sobre el Poder Ejecutivo, con el fallo que ordena restituir fondos coparticipables a la Ciudad, lo que afectó a todas las provincias. Son irregularidades de una gravedad institucional inusitada”, afirmó en declaraciones televisivas.
“No sabemos hasta qué instancia llegaremos, pero lo importante es usar las herramientas que la Constitución ha determinado para destituir o correr del cargo a alguien que no tiene la probidad ética para estar al frente de la Corte Suprema y administrar justicia para la ciudadanía. Hoy están administrando justicia para tres o cuatro poderosos, lo vimos con el viaje (de empresarios, jueces y funcionarios porteños) a Lago Escondido, con los chats entre el ministro de Justicia de la Ciudad y (Silvio) Robles (mano derecha de Horacio Rosatti). Todo esto es escandaloso, por eso procede el juicio político en un proceso que sea serio, transparente y abierto a la ciudadanía.”
Abogada de profesión, Gaillard es oriunda de General Campos, un pequeño municipio rural de Entre Ríos. Muy joven se instaló en la ciudad de Buenos Aires, donde cursó sus estudios universitarios; en aquellos claustros comenzó a militar en el peronismo y no pasó mucho tiempo hasta que recaló en la Cámara de Diputados como asesora de la entonces diputada Vilma Ibarra. La legisladora era, por aquellos tiempos, pareja de Alberto Fernández; así fue como Gaillard entabló con ambos una amistad que perdura hasta estos días.
Peronista militante, Gaillard regresó a su provincia y, bajo el padrinazgo del entonces gobernador Sergio Uribarri, comenzó a escalar en el peronismo entrerriano. Con la bandera del Frente para la Victoria regresó a la Cámara de Diputados en 2013, aunque esta vez para ocupar una banca por su provincia. Su lealtad hacia Uribarri no claudicó pese a los infortunios judiciales del exgobernador, condenado el año pasado a 8 años de cárcel por los delitos de peculado y negociaciones incompatibles con la función pública.
“Nunca se debe judicializar la política y menos vulnerar el estado de derecho. Fuiste un gran gobernador de los entrerrianos y ahora un excelente embajador de Israel. Eso no te perdonan. Siempre con vos. Fuerza”, posteó la fiel legisladora en las redes sociales.
Cuando venció su mandato, en 2017, Gaillard retornó a su provincia como secretaria de Turismo y Cultura de la gestión del actual gobernador Bordet, a quien responde sin cortapisas. El mandatario provincial, a sabiendas de su buena relación con Fernández y la Casa Rosada, la postuló como segunda candidata a diputada nacional del Frente de Todos en 2021. La privilegió por sobre el camporista Tomás Ledesma, tercero en la lista. A diferencia de su antecesor, Bordet prefirió mantenerse distante del kirchnerismo; por ello buscó garantizarse una legisladora que le fuera leal en la Cámara baja y que, al mismo tiempo, le facilitara sus vínculos con la Casa Rosada.
Por la estrecha relación entre Uribarri y Cristina Kirchner, Gaillard supo cultivar buenos vínculos con el kirchnerismo y reivindica a ultranza los 12 años de gestión del matrimonio Kirchner. Sin embargo, ella no integra el club camporista: a lo largo de su mandato como diputada nacional priorizó su fidelidad hacia el gobernador y el Presidente. Gracias a ello logró ocupar cargos claves en la Cámara de Diputados, primero como presidenta de la Comisión de Legislación Penal y, ahora, como presidenta de la Comisión de Juicio Político. Además, en su rol de integrante de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo se convirtió en una de las voces más potentes a la hora de defender los decretos presidenciales.
Feminista a ultranza, fue una de las impulsoras de la legalización del aborto y del desarrollo de la industria del cannabis en nuestro país. Su mayor ambición es lograr una ley para despenalizar el consumo personal de drogas. “Creemos que es urgente dar este debate en el Congreso para pasar de un paradigma represivo y prohibicionista, que ha fracasado en todo el mundo, a un paradigma de salud pública, con un Estado presente que acompañe y no criminalice el consumo de sustancias”, enfatizó Gaillard.
Cuando volvió al Congreso en 2021 fue nombrada presidenta de la Comisión de Juicio Político, una comisión que, si bien es estratégica, no suele tener gran actividad durante el año. Hasta ahora.
“Me sorprendió el pedido de juicio político que decidió presentar el Presidente, aunque creo que es una decisión acertada. Esta Corte ha dejado de garantizar justicia para la ciudadanía y está garantizando justicia a los poderosos y a los grupos económicos concentrados. La ciudadanía tiene que estar informada de lo que está ocurriendo. Empezar el proceso de juicio político es un primer paso importante”, enfatizó la entrerriana, decidida a hacer suya la cruzada del Presidente.
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