La desaceleración del consumo tensiona más la interna oficialista
Algunos expertos afirman que ya se registra una caída y otros creen que el freno se notará más en el segundo semestre; el mayor impacto se produce en el área metropolitana; el problema se suma a los altos niveles de inflación
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A dos meses de que el presidente Alberto Fernández declarara la “guerra” a la inflación, los resultados son poco alentadores. Por el contrario, los índices de abril, mes en el que en el Gobierno se esperanzaban con que pudiera comenzar a notarse una tendencia a la baja, se ubicó en el 6% y ya se admite que en mayo también estarían por encima de lo esperado. En ese contexto aparecieron alarmas respecto del nivel de consumo, donde los especialistas se dividen entre quienes consideran que ya comenzó la caída y quienes la pronostican para el segundo semestre. La desaceleración del consumo puede exacerbar el enfrentamiento interno del Frente de Todos.
Para economistas como Damián Di Pace, el primer cuatrimestre ya muestra una caída del consumo del 3,1%.
La consulta Scentia, en cambio, sostiene que el consumo se desaceleró del 6,9% en enero al 4,7% en abril, pero considera que la caída se sentirá en el segundo semestre.
La diferencia entre los ingresos y los precios es uno de los principales focos de conflicto en el interior de la coalición de gobierno.
Desde las filas de Fernández insisten en que esperan que en los próximos meses se comience a consolidar una tendencia a la baja de la inflación, que inicialmente esperaban que se diera a partir de abril y ahora aluden a los efectos de la guerra para justificar la demora.
En la Casa Rosada, según aseguraron a la nacion, siguen admitiendo que el índice de precios es el principal problema que enfrenta el Gobierno, pero cada vez las voces son menos contundentes y unánimes para defender la gestión. En especial porque creen que la reacción del mandatario, de no enfrentar la división interna y tomar una decisión al respecto, suma incertidumbre en el marco de la economía local, lo que complica cualquier aspiración de respuestas.
La inflación
Con proyecciones de una inflación interanual que podría ubicarse hasta en alrededor del 70%, el consumo está en la mira de los especialistas respecto de lo que puede suceder en los próximos meses. Algunos ya hablan de caída; otros, de freno en el segundo semestre, y otros, de un consumo irregular. En los datos que circulan entre los especialistas en consumo también se ve un mayor consumo en el interior del país que en la zona metropolitana. Aunque las razones por las que eso se registra varían, se trata también de un aspecto que apunta al corazón del oficialismo, porque su base electoral está concentrada fundamentalmente en el conurbano.
Para Guillermo Oliveto, especialista en consumo de la consultora W, que trabaja con los datos de Scentia Consulting, en lo que va del año se observan crecimientos en el área de productos masivos en referencia a lo que fueron los mismos meses de 2021, en un marco atípico, porque se trataba del principio de pospandemia de Covid-19.
Respecto de 2022, y de acuerdo con los datos que manejan, el porcentaje de crecimiento para el primer semestre de este año “es de un 6% y de 0 en el segundo, lo que da un promedio de + 3%”, detalla.
“La parte mas fuerte del crecimiento se da en la primera parte del año y va a descender en la segunda”, completa en relación con los datos de Scentia. En la perspectiva, además, se reducirán los dólares liquidados por el agro y la economía apunta a llegar a un techo. La inflación “entró en una dimensión que es muy difícil de manejar a tan alto nivel”, detalla Oliveto, y agrega que “aun con la reapertura de paritarias los sueldos corren detrás”.
De acuerdo con la Consultora Focus Market, de Damián Di Pace, el consumo retrocedió 8,7% en abril, “profundizándose la caída por segundo mes consecutivo”, según explica el analista económico y consultor.
“En el acumulado 2022, el consumo aún persiste con tasas positivas en autoservicios chicos. En el caso de las grandes superficies muestran un pequeño crecimiento del 0,8%. Sin embargo, en abril en forma desestacionalizada todas las tiendas pierden consumo. El ticket promedio de compra crece por la nominalidad de la inflación, pero cae en volúmenes de lo que pueden comprar las familias con esos valores en su ticket de compra”, explica.
A eso se suma lo que sucede en el AMBA, donde los datos de consumo “caen más que en el interior del país”, explica Di Pace. “En promedio una familia tipo requiere unos $42.500 para cumplimentar una canasta básica alimentaria a nivel país considerando el programa Precios Cuidados. Por fuera del programa, esa canasta requiere $45.000.
En la Capital Federal y el primer cordón del conurbano bonaerense requiere entre $7000 y $8000 adicionales. Los ingresos de las personas corren por detrás de los precios que reciben en góndola”, detalla el especialista.
“Tenemos un problema importante en la inflación y no deja que los resultados de nuestras políticas sean lo contundentes que desearíamos”, dijo este fin de semana en declaraciones radiales Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo.
Algunos especialistas consideran que el mercado se moverá de forma “irregular”, con cambios en la estructura de consumo por los cada vez más golpeados ingresos y con pesos que valen cada vez menos, lo que hace que en muchas oportunidades quienes los tengan los vuelquen al mercado para evitar su veloz perdida de valor.
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