La defensa de Cuba, Venezuela y el “compromiso democrático”: los puntos más polémicos del documento final de la Celac
La cumbre finalizó con la difusión de una declaración de 28 páginas firmada por los 33 países en la que se abordaron temáticas de lo más diversas y se incluyeron reclamos de facilidades crediticias a países desarrollados
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La VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) finalizó ayer con una declaración firmada por los 33 estados miembros en la que se afirmó que el foro regional está comprometido con una “democracia que no admite interrupciones”, aunque, al mismo tiempo, se incluyeron en ese texto apartados de defensa a regímenes como el cubano o el venezolano. Las conclusiones del encuentro, que quedaron plasmadas en el documento final, se refirieron a temáticas diversas, desde la cuestión Malvinas a la seguridad alimentaria, pasando por los reclamos a los países desarrollados por el cambio climático.
Pese a los cuestionamientos que hizo el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, que criticó la falta de respeto a la democracia de países que integran el foro, el mandatario uruguayo firmó la declaración.
En el punto 3 del documento, los jefes de Estado de la Celac indicaron: “Remarcamos nuestro compromiso con la democracia, la promoción, protección y respeto de los Derechos Humanos, la cooperación internacional, el Estado de Derecho, el multilateralismo, el respeto a la integridad territorial, la no intervención en los asuntos internos de los Estados, y la defensa de la soberanía, así como la promoción de la justicia y el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales”.
En el punto siguiente, sostuvieron que “la democracia es una conquista de la región que no admite interrupciones” y que el foro regional subraya su “más firme compromiso con la preservación de los valores democráticos y con la vigencia plena e irrestricta de las instituciones y del Estado de Derecho en la región”.
Entre los puntos reivindicados estuvo “la celebración de elecciones libres, periódicas, transparentes, informadas y basadas en el sufragio universal y secreto como expresión de la soberanía del pueblo”. Del foro participaron Cuba, Venezuela y Nicaragua, países criticados por su falta de elecciones o por la realización de comicios e la persecución y encarcelamiento de dirigentes opositores.
Cuba y Venezuela tuvieron sus apartados propios. En el dedicado al país gobernado por Miguel Díaz-Canel, se pidió a Estados Unidos levantar el bloqueo económico y excluirlo de la lista de países que financian el terrorismo. “Reiteramos el llamado de la Asamblea General de las Naciones Unidas a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, que además de ser contrario al derecho internacional, causa graves daños al bienestar del pueblo cubano. Asimismo, reiteramos el rechazo a las listas y certificaciones unilaterales que afectan a países de América Latina y el Caribe. Al respecto, solicitamos la exclusión de Cuba de la lista unilateral sobre países que supuestamente patrocinan el terrorismo internacional”, se afirmó en la declaración, en su punto 103.
El punto 104 estuvo dedicado a Venezuela: “Saludamos los acuerdos alcanzados el 26 de noviembre de 2022 en el marco del proceso de diálogo y negociación entre el Gobierno de Venezuela y la Plataforma Unitaria de Venezuela, fomentado por los gobiernos de México y Noruega. En este sentido, damos la bienvenida al apoyo de la comunidad internacional a la implementación de dichos acuerdos”.
Otro país al que se dedicó una declaración especial fue Haití (se alentó a los países de la Celac a participar de una fuerza multinacional para luchar contra el crimen organizado en esa nación).
También se incluyó una reivindicación para Puerto Rico, país que no integra la Celac. “Reafirmamos el carácter latinoamericano y caribeño de Puerto Rico y reconocemos los esfuerzos realizados y las resoluciones adoptadas por el Comité Especial de Descolonización de las Naciones Unidas sobre la situación en Puerto Rico. Reiteramos que este es un asunto de alto interés para la Celac”. El párrafo se incluyó a pedido del gobierno cubano y las fuentes consultadas señalaron que es un tema que suele formar parte de las declaraciones de la Celac.
La cuestión Malvinas tuvo dos puntos especiales. “Reiteramos el más firme respaldo regional a los legítimos derechos de la República Argentina en la disputa de soberanía por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur”, se lee en el 106.
En varios pasajes del texto final, la Celac reclamó apoyo económico, ya sea a organismos multilaterales o a países desarrollados. En el punto 7 se advirtió que “varios países de América Latina y el Caribe emergieron de la pandemia con mayores niveles de deuda pública”, por lo que se subrayó “la necesidad de que las instituciones financieras regionales e internacionales, como los bancos multilaterales de desarrollo, mejoren las facilidades crediticias”.
Otros pedidos a los países centrales estuvieron vinculados al combate al narcotráfico o a las crisis climáticas. En cuanto al “problema mundial de las drogas”, se indicó, en el punto 23: “Consideramos que, en virtud del Principio de Responsabilidad Común y Compartida, resultaría discordante y desproporcional ubicar la responsabilidad en los países latinoamericanos y caribeños. Por ello, los Estados y otros actores que juegan un papel intensivo en las dinámicas asociadas al consumo de sustancias deben emprender mecanismos orientados a la prevención que aseguren un esfuerzo mancomunado y horizontal”.
En materia ambiental, tras renovar la “disposición para trabajar de manera coordinada y concertada con el objetivo de que la acción climática internacional se reafirme como una prioridad global”, se planteó, en el punto 27: “Recordamos la urgencia de que los países desarrollados cumplan su compromiso de movilizar conjuntamente los 100.000 millones de dólares por año a partir de 2020 hasta 2025 para el financiamiento climático, con la finalidad de apoyar a los países en desarrollo”.
Entre los primeros 10 puntos estuvo una referencia a la trascendencia alimentaria de un grupo de animales. “Resaltamos la importancia de los camélidos, su significativo aporte a la seguridad alimentaria y su contribución para la supervivencia de las poblaciones que habitan en zonas de bajas temperaturas, en condiciones áridas y de sequía, por lo que reafirmamos nuestro compromiso para el éxito de la celebración del Año Internacional de los Camélidos en 2024″, se lee en el punto 9 de la resolución”. Según pudo saber LA NACION, la mención a los camélidos (animales como la llama, la vicuña o el guanaco) se incluyó a pedido de Bolivia, que impulsa que sean valorados como alimentos.
Contra la “radicalización política”
Entre las conclusiones controversiales hubo una a la “radicalización política”. En el punto 51, se plantea: “Coincidimos en que la desinformación en las redes sociales puede crear realidades paralelas e inducir a la radicalización política, creando una amenaza a los valores democráticos y al Estado de Derecho. Por ello, destacamos la necesidad de ampliar la cooperación y coordinación entre los Estados para avanzar en el combate a la desinformación y a los contenidos ilícitos en la Internet”.
“Destacamos la relevancia de generar y consolidar una cultura de integridad pública con foco en las personas, y que permita prevenir, perseguir y sancionar las faltas a la integridad y los hechos de corrupción. Asimismo, expresamos que este objetivo requiere abordarse de forma multidimensional, incluyendo medidas que consideren entre otras, la transparencia pública, el buen uso de los recursos públicos, el reforzamiento de la función pública, y la participación responsable del sector privado, de conformidad con la legislación de cada Estado”, indicaron los países en el pasaje dedicado a la “integridad pública, prevención y lucha contra la corrupción”.
En esta declaración no hubo menciones al “lawfare” y se destacó “la implementación de mecanismos eficaces como alertas de corrupción, la promoción de la cultura de denuncia y protección de denunciantes, el desarrollo de capacitaciones en materia de anticorrupción y la construcción de estrategias para una mejor detección y prevención de casos, y el aumento de confianza en la población con un enfoque regional”.
No obstante las tensiones en el Mercosur por la intención de Uruguay de alcanzar acuerdos por fuera del bloque y la puesta en suspenso del acuerdo del conglomerado regional con la Unión Europea, la Celac destacó avances en la integración. “Nos congratulamos por los avances logrados en materia de profundización del diálogo político de América Latina y el Caribe con los socios extrarregionales, entre los que se incluyen la Unión Europea, China, India, la Unión Africana y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean)”, sostuvieron los 33 países miembros en el punto 98 de la declaración.
Con la colaboración de Jaime Rosemberg
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