La DAIA criticó la condena de Argentina a Israel y hay tensión con Bolivia por la entrega de pasaportes a iraníes
El gobierno de Arce, que rompió relaciones con Israel, expresó en reserva su malestar porque se difundió un alerta sobre la distribución de documentos “en condiciones mínimas de seguridad”
- 6 minutos de lectura'
La decisión de la Cancillería argentina de condenar el bombardeo por parte de Israel al campo de refugiados más grande de Gaza, tras el ataque del grupo terrorista Hamas, generó este martes fuertes críticas de la DAIA. La entidad presidida por Jorge Knoblovits “ratificó el derecho a la defensa que tiene un Estado democrático ante el brutal ataque” y pidió a la Cancillería argentina a “diferenciarse de las posiciones pusilánimes de algunos países de la región que han decidido romper relaciones con Israel y condenar su legítimo derecho a la defensa”.
Si bien la cartera liderada por Santiago Cafiero reivindicó el derecho de Israel a ejercer su “legítima defensa”, sostuvo que “nada justifica la violación del Derecho Internacional Humanitario y la obligación de proteger a la población civil en los conflictos armados”.
El cuestionamiento argentino se inscribe en un contexto de tensión regional frente al conflicto en Medio Oriente, luego de que el gobierno boliviano anunciara la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel. En tanto, los gobiernos colombiano y chileno anunciaron que llamaron a consultas a sus embajadores en Israel como muestra de rechazo.
“La Argentina reconoce a Israel el derecho a su legítima defensa. Sin embargo, nada justifica la violación del Derecho Internacional Humanitario y la obligación de proteger a la población civil en los conflictos armados, sin realizar distinción alguna”, manifestaron desde el ministerio de Relaciones Exteriores y agregaron: “El Gobierno reitera que los argentinos rehenes que siguen siendo víctimas de las acciones armadas, deben ser liberados de manera incondicional y sin dilación por parte de Hamas”.
Comunicado de la Cancillería argentina ante la profundización de la violencia en la Franja de Gaza.
— Cancillería Argentina 🇦🇷 (@CancilleriaARG) November 1, 2023
📎 https://t.co/98GEnS7ziA pic.twitter.com/W9KpUUVSuC
Luego, por medio de la red social X, Cancillería difundió un comunicado más extenso en el que ahondó sobre la situación en Medio Oriente y remarcó que “la profundización de la violencia en la Franja de Gaza está causando un número cada vez mayor de víctimas”, dentro de las cuales la población civil, en particular mujeres, niños y ancianos, es la que se ve más afectada.
Como respuesta, la DAIA condenó “las críticas vertidas por @CancilleriaARG hacia Israel” y ratificó “su derecho a la defensa tras el ataque terrorista de Hamas, que asesinó a más de 1400 personas y tiene a 239 secuestrados entre hombres, mujeres, ancianos y niños, de los cuales 21 son argentinos”.
El gobierno argentino consideró que la situación humanitaria en Gaza resulta “cada vez más alarmante” y pide por el arribo de la asistencia internacional “sin restricciones y de manera urgente a la población afectada”. “Las Naciones Unidas han alertado que los niveles actuales de ayuda humanitaria resultan insuficientes, por lo cual se debe flexibilizar el ingreso a través del Paso de Rafah”, enfatizó la Cancillería.
En el tramo final, el comunicado reitera que los rehenes, que siguen siendo víctimas de las acciones armadas, deben ser liberados de manera incondicional y sin dilación por parte de Hamas. Y concluye: “La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución haciendo un llamado a una tregua humanitaria inmediata, durable y sostenida, que lleve al cese de las hostilidades. La Argentina votó a favor y sigue apoyando este pedido, y reitera su grave preocupación por las consecuencias de la escalada de violencia, al tiempo que recuerda que no puede haber una solución armada al conflicto israelo-palestino”.
Bolivia adoptó la postura de la región más crítica contra Israel. Su reacción coincidió con la tensión abierta en el vínculo entre el gobierno de Alberto Fernández y el de su par de Bolivia, Luis Arce, aliado de Irán en el continente. Según pudo saber LA NACION, la gestión de Arce hizo saber a la diplomacia argentina su malestar por la difusión de un cable interno, enviado por la delegación diplomática argentina en Teherán, dónde daban cuenta de la entrega de visas a ciudadanos iraníes desde la embajada de Bolivia en la capital de Irán, “en condiciones mínimas de seguridad”.
Aliado de Bolivia, Irán aplaudió el ataque terrorista de Hamas sobre poblados del sur de Israel, que el 7 de octubre pasado que se cobró la vida de 1400 israelíes, y mantiene secuestrados unos 230 rehenes, entre ellos 21 argentinos.
En principio, el cable fue enviado a principios de octubre por la representación argentina en Irán, que consta de sólo dos diplomáticos, y que es conducida por su encargado de Negocios, Mariano Jordán. Desde la Cancillería no negaron el enojo de Bolivia, que acaba de romper relaciones con Israel luego del ataque del ejército contra un campo de refugiados en la franja de Gaza, pero afirmaron que el cable diplomático, enviado una semana antes del ataque de Hamas, “no tiene nombres concretos, ni datos que nos permitan investigar pistas concretas de ingresos al país”. De todos modos, LA NACION pudo saber de casos de visas otorgadas por la delegación boliviana por tres meses, a iraníes que luego cruzaron la porosa frontera con el norte de Argentina y se quedaron más allá del tiempo previsto en el país.
La entrega de visas a iraníes por parte de la delegación boliviana, que encabeza Romina Pérez, es un “secreto a voces” en el ámbito diplomático, afirmaron fuentes oficiales. De todos modos, la preocupación por el ingreso de iraníes a través de la porosa frontera con Bolivia es “compartida” por funcionarios de la Dirección de Migraciones, completaron las fuentes consultadas por LA NACION.
Las advertencias de Jordán a la Cancillería no derivaron en una investigación posterior hasta el momento, y tampoco el embajador argentino en Bolivia, Ariel Basteiro (de amigables vínculos con Arce) reportaron alguna anormalidad, a pesar de la responsabilidad de Irán en los atentados a la AMIA y la embajada de Israel, y de la preocupación de la comunidad judía de Bolivia por el estrecho vínculo entre su país e Irán, enemigo declarado de Israel y promotor principal de la guerrilla Hezbollah, que días después de Hamas comenzó a atacar al Estado hebreo desde Líbano. “La alianza de Bolivia con Irán es cada día más clara, y la ruptura de relaciones no obedece a intereses reales del pueblo boliviano”, dijo a LA NACION Ariel Gelblung, representante para América latina del Centro Simón Wiesenthal.
Fuentes de la diplomacia nacional afirmaron que el Gobierno no tiene previsto seguir los pasos de Bolivia, y no romperá “de ningún modo” relaciones con Israel. Desde el Gobierno reconocieron “necesidades políticas internas” en la decisión de Arce-enfrentado fuertemente con su antecesor, Evo Morales-y el llamado a sus embajadores en Tel Aviv del colombiano Gustavo Petro y el chileno Gabriel Boric, ambos seriamente cuestionados en sus respectivos países.