La cúpula del Frente de Todos buscará listas de unidad para evitar internas en las PASO
Suspender las PASO. Postergar las PASO. Superponer las PASO. Más allá de la discusión sobre qué hacer con los comicios legislativos de este año, el oficialismo ya tomó una resolución política: el Frente de Todos buscará listas de unidad en todo el país -sin internas a los cargos nacionales- para someterse al test electoral de medio término.
Así lo acordó, de palabra,la cúpula del Frente de Todos días atrás en la Casa Rosada. Alberto Fernández, el jefe de la bancada oficialista, Máximo Kirchner; el titular de Diputados, Sergio Massa; el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero y el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro estaban enredados en la discusión por las fechas de las elecciones. Mientras apuraban el almuerzo, uno de ellos soltó: "Igual nosotros vamos por listas de unidad, ¿o no?". Todos asintieron.
"Vamos a propiciar los consensos y a trabajar para que haya listas de unidad", dijo Cafiero a LA NACION, aunque advirtió que es "un proceso que se tiene que dar en cada provincia". Otro importante actor del frente oficialista acotó: "Seguramente se va a dar una negociación interna al igual que hicimos en el 2019 y habrá una mezcla, un reparto, que permita fortalecer la coalición".
El kirchnerismo históricamente no apeló la herramienta de la PASO para dirimir candidatos, aunque esta vez tiene a otros actores del peronismo -con los que rivalizó en el pasado- dentro de su mismo frente.
Aunque la jefatura del Frente de Todos se fijó a la unidad como hipótesis de trabajo, el ordenamiento "desde arriba" parece más fácil en el caso de los cargos a diputados y senadores nacionales. La conformación de las listas provinciales luego tendrá un capítulo aparte en cada distrito. Los gobernadores peronistas suelen tener la voz cantante en sus territorios, mientras que en las jurisdicciones comandadas por la oposición habrá mayor dificultad para ordenar la tropa. "Desde el oficialismo siempre es más fácil", reconoció un alto funcionario.
Distritos clave
En la provincia de Buenos Aires, la gran contienda, comenzaron a tejerse los diálogos para que las distintas tribus confluyan sin rivalizar en una interna, al menos para los cargos nacionales. El proceso podría dejar heridos como resultado de la tensión entre La Cámpora y los intendentes del conurbano, una puja a la que se suman también los movimientos sociales con capilaridad territorial.
Cuando se instaló la polémica por el calendario electoral, Máximo Kirchner se plantó en contra de suspender las PASO y pidió "garantizar la posibilidad de que los partidos o alianzas electorales puedan definir en internas a sus candidatos y candidatas". A pesar de ese posicionamiento, en La Cámpora comenzaron a deslizar que, como criterio general, "no van a haber PASO en el Frente de Todos", a menos que sean imprescindibles para contener a algún sector en un territorio en particular.
"En la provincia el criterio de trabajo es buscar la unidad, tanto a los cargos nacionales como en las listas de la Legislatura bonaerense. Se buscará que todos los sectores convivan armónicamente en las listas", dijo a LA NACION un importante referente territorial de interlocución frecuente con Máximo Kirchner. Y agregó: "A nivel municipio todavía hay que resolverlo. Es caso por caso. Si es un distrito que no gobernamos, quizás haya que ir a una interna y que gane el mejor, para potenciar al conjunto".
En Capital Federal, el distrito que comanda Horacio Rodríguez Larreta, también comenzaron a confluir La Cámpora con los sectores históricos del peronismo local. Ya superaron la primera prueba de fuego cuando resolvieron la conducción del PJ porteño: se intercalarán en la presidencia del partido el camporista Mariano Recalde y María Rosa Muiños, vicepresidenta segunda de la legislatura porteña y esposa de Juan Manuel Olmos. Ese antecedente, esperan todos los actores, se trasladaría a las listas legislativas.
En Córdoba, un distrito de alto impacto electoral donde el Gobierno quiere hacer pie, el operativo seducción del gobernador peronista Juan Schiaretti asoma muy difícil. El costo político que le insume al mandatario cordobés aliarse al kirchnerismo es muy alto de cara a su electorado. En las elecciones de Río Cuarto se logró la unidad, pero parece difícil trasladar esa experiencia al resto de la provincia. Y en Santa Fe, la apuesta del gobernador, Omar Perotti, es evitar la unidad del socialismo y Pro, un acuerdo que amenazaría el poder del peronismo en la provincia.
Con la unidad como premisa, la discusión que sigue es por los nombres. En principio, varias opciones que asoman del gabinete no quieren dejar la vidriera del Ejecutivo para ir al Congreso. Ocurre, por ejemplo, con Matías Lammens, en Turismo o con Malena Galmarini, en Aysa.
Se hará, de todas formas, lo que ordenen las lapiceras de Alberto Fernández y de Cristina Kirchner.
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