La cumbre de Pro en la casa de Mauricio Macri tras el discurso de Alberto Fernández: “El acuerdo con el FMI es una bomba de tiempo”
Los jefes de la fuerza endurecen su postura después de las críticas del Presidente a su antecesor ante la Asamblea Legislativa; la nueva táctica del macrismo
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Luego de que Alberto Fernández arremetiera contra la gestión de Cambiemos por la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI) frente a la Asamblea Legislativa, los máximos jerarcas de Pro se reunieron este martes en la vivienda que alquila el expresidente Mauricio Macri en Acasusso. El cónclave de las autoridades partidarias y parlamentarias estaba previsto desde la semana pasada, pero el mitin cobró otra relevancia tras la retirada del macrismo en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso por las críticas de Fernández, una jugada que generó ruidos internos en Juntos por el Cambio.
A la cumbre en la casa de Macri asistieron desde el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien también abandonó el hemiciclo cuando el Presidente atacó a su antecesor por la deuda que contrajo con el FMI en 2018; hasta la titular de Pro, Patricia Bullrich. También estuvieron los diputados Cristian Ritondo; María Eugenia Vidal; Diego Santilli; Gerardo Milman; Álvaro González; Omar de Marchi (Mendoza); Federico Angelini (Santa Fe); y el senador Humberto Schiavoni (Misiones). Pero los principales exponentes de la reunión fueron el exministro de Hacienda Hernán Lacunza y el diputado Luciano Laspina, quienes analizaron las implicancias técnicas del pacto que anunció el Gobierno con el principal organismo internacional de crédito. Guido Sandleris, extitular del Banco Central (BCRA), participó vía Zoom del cónclave de Pro.
Tras la presentación de Lacunza, Sandleris y Laspina -asesor económico de Larreta y Vidal-, los jefes de Pro coincidieron en un punto: “El acuerdo es una bomba de tiempo, que le va a explotar en la cara al próximo gobierno”, sostuvieron fuentes del espacio. Advierten que el convenio eximiría al Frente de Todos de encarar cuatro reformas estructurales: la laboral, la impositiva, la previsional y la cambiaria. Y que no permitiría “crear puestos de trabajo” ni atraer inversiones ni eliminar las “trabas a las exportaciones”. “El acuerdo es pésimo”, apuntó uno de los legisladores de Pro que asistieron a la cumbre.
La decisión política de la fuerza es “salir” a alertar sobre las consecuencias del convenio que cerró la Casa Rosada con el FMI. Ven “improvisación” de la gestión de Fernández para manejar un asunto neurálgico para el futuro de la economía, como la negociación por la deuda. Y aseguran que la propuesta del Presidente no cuenta con consenso interno ni muestra consistencia técnica para cumplir las metas pactadas con el Fondo.
Referentes del macrismo dicen que “el plan” de Fernández es “sostener” el modelo económico del kirchnerismo hasta diciembre de 2023. “Vamos a salir a plantear con claridad lo que están firmando. Dicen que no van a cambiar nada y tiran todo para el 2025 o 2026. La única intención es dejar un petardo a punto de explotar”, señalan desde la cúpula de Pro. El kirchnerismo le planteaba las mismas críticas a Cambiemos en 2018.
Laspina es quien había alertado sus pares de Pro que el Gobierno le dejará una deuda infinanciable en pesos al próximo presidente. “Es una bomba fiscal impagable”, lanzó.
Durante su mensaje ante la Asamblea Legislativa reunida en el Congreso, el jefe del Estado dijo que cerró el “mejor acuerdo” que podía firmar la Argentina con el Fondo. Sostuvo que “no acumulará nueva deuda” y que “los pagos se iniciarán en 2026 para terminar en 2034″. Negó que el trato implique avanzar con una reforma previsional o laboral, pero reconoció que las tarifas energéticas subirán más allá de lo anunciado.
Respecto de la táctica legislativa, las autoridades del macrismo concordaron que la responsabilidad de conseguir el quorum y los votos para aprobar el trato y evitar el default es del oficialismo. Entienden que el Frente de Todos tiene los números para sesionar y sancionar el aval al memorándum con el FMI si lograr cohesionar a su bloque, tras la rebeldía de Máximo Kirchner, y consensuar con sus aliados habituales en la Cámara baja. “El Gobierno tiene todos los instrumentos para evitar la cesación de pagos. Desde el momento que firman el acuerdo no existe más el default, que no nos corran con eso”, dicen las autoridades de Pro.
Ahora, Macri, Larreta, Bullrich y Ritondo buscarán explicar su postura ante las autoridades de la UCR y la Coalición Cívica, quienes abogan por acompañar al Gobierno en la negociación con el FMI para evitar el default y que se agudice la crisis, para unificar una estrategia en la mesa nacional de Juntos por el Cambio, que se reunirá la semana próxima.
“El acuerdo es explosivo para la Argentina que viene. No pueden hablar de consenso y después pegarte un cachetazo”, advierte uno de los referentes parlamentarios de Pro.
La intención del macrismo es preservar la unidad de Juntos por el Cambio, pero ya nadie descarta que los bloques de la coalición opositora expongan sus diferencias a la hora de votar en el Congreso el aval al pacto con el Fondo.
Quienes lo vieron a Macri durante los últimos días lo notaron fastidioso con la actitud de Carrió y los caciques de la UCR: transmitió que los nota más atentos a solucionar la interna del kirchnerismo -y preservar a Fernández frente a la avanzada de Cristina- que a resolver los “problemas de fondo” de la Argentina. “La idea es que votemos de la forma más uniforme posible, pero la Coalición Cívica y el sector de la UCR que responde a Morales están regalados”, dice una espada legislativa de Pro.
El propio Macri deja trascender su inquietud por la demora del Gobierno en cerrar el pacto con el FMI. Entiende que Fernández debería haber logrado sellar un entendimiento hace dos años. Y cree que ese retraso erosionó aún más la situación económica. Durante el fin de semana, el expresidente se reunió durante cuatro horas con los radicales Martín Lousteau y Martín Tetaz, para escuchar su visión sobre la crisis por la deuda. También estuvieron Laspina y el liberal Ricardo López Murphy.
Frente a Macri, el “bulldog” alertó sobre el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania en el precio del petróleo y del gas, con un eventual coletazo en materia de subsidios. López Murphy repite que el Congreso solo aprueba la operación crediticia, no la carta de intención, y que la política económica para cumplir con las metas que fije el FMI es responsabilidad del Gobierno. Laspina y Lacunza comparten esa visión.
Lousteau, en cambio, cree que es el momento para discutir el fondo y la factibilidad del convenio por la deuda. Pero entiende que el Gobierno debe dar a conocer las precisiones sobre su plan para cumplir con los compromisos con el FMI.
La retirada, con aval de Macri
En Pro mascullaron bronca durante toda la jornada por las palabras de Fernández durante la apertura de sesiones ordinarias. El Presidente no solo criticó a Macri por haber contraído una deuda por 44.500 millones de dólares. También insistió en que la Justicia debe investigar a la gestión de Cambiemos por el préstamo. “Los argentinos y las argentinas tienen el derecho a saber cómo ocurrieron los hechos y quiénes fueron los responsables de tanto desatino”, aseguró.
La embestida de Fernández generó la reacción de los integrantes de las bancadas de Pro, quienes se retiraron del recinto en repudio de las palabras del Presidente. La jugada ya estaba prevista, en caso de que se escucharan agravios hacia el macrismo. Incluso, la movida contaba con el beneplácito de Macri, quien había hecho llegar a sus espadas legislativas que estaba de acuerdo con irse del hemiciclo si Fernández atacaba a la oposición.
La UCR y la CC, que habían sido notificados con antelación por los jefes de Pro de que podían levantarse y abandonar el recinto, decidieron quedarse hasta el final del discurso del Presidente. Consideraron que la reacción de sus aliados era exagerada y que Fernández ya había amenazado hace un año con investigar a Macri por la deuda con el FMI.
En Pro minimizaron el desplante. Dicen que la intención era subrayar en la inauguración de las sesiones ordinarias cuál es la postura del macrismo sobre la negociación con el Fondo. Sin embargo, se escucharon críticas a los radicales que no acompañaron a Pro en la retirada. “La UCR está más preocupada porque no le dan la palabra a Negri que por las barbaridades que dijo el Presidente sobre Macri”, señalan desde el bloque de Ritondo.
En el ala moderada de Pro -Larreta se fue del recinto cuando se pararon los diputados y senadores- dejan trascender que intentaron convencer a los “halcones” de que todo el interbloque de Juntos por el Cambio debía acompañar la decisión de irse para evitar que las diferencias internas en el espacio opositor quedaran al descubierto, sobre todo, para capitalizar el faltazo de Máximo Kirchner. “Hicimos un papelón, como en la votación del presupuesto y bienes personales”, se quejó un legislador del interior. Varios diputados dudaron en levantarse de sus butacas y relojearon a sus aliados, como Claudio Poggi o Lousteau. ¿Macri les había adelantado a Lousteau y López Murphy que JxC debía retirarse ante un ataque de Fernández?
En el entorno de Macri aseguran que el expresidente no vio el mensaje de su sucesor ante la Asamblea Legislativa. Sin embargo, quienes lo visitaron esta tarde en su casa de Acassuso lo notaron indignado con lo que definieron como “mentiras” de Fernández.
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