Las razones por las que el juez sobreseyó a Cristina Kirchner por el reparto de los subsidios
Las razones por las cuales la Justicia desligó a la expresidenta Cristina Kirchner, exfuncionarios y a 226 empresarios de colectivos es porque el sistema de reparto de subsidios del Estado al transporte automotor se diseñó de una manera tan compleja que es imposible hacer la cuenta. No se puede hacer un peritaje para determinar si los transportistas recibieron más plata de la que debían.
Así lo estimó el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, que no solo no pudo establecer por falta de pruebas que este era parte del mecanismo de recaudación de los cuadernos de las coimas que terminaba en Cristina Kirchner, sino que tampoco pudo probar que los funcionarios cobraban coimas y los empresarios los pagaban a cambio de recibir subsidios en exceso.
El juez Claudio Bonadio había llegado a la conclusión de que los empresarios pagaban retornos de entre el 5 y 30 por ciento de los subsidios a los funcionarios y que por eso se inflaban los subsidios recibidos por las empresas de transporte.
Pero la Cámara Federal dos veces dijo que no había pruebas. Primero lo hizo con el voto de Eduardo Farah y Jorge Ballestero. Farah, que se prepara para regresar a la Cámara Federal, directamente se pronunció por anular las indagatorias y todo lo posterior. Ballestero en cambio recomendó hacer un peritaje para ver de qué se estaba hablando.
Farah y Ballestero, presionados por el Gobierno de Cambiemos salieron de la Cámara Federal tras liberar a Cristóbal López. Ballesteros renunció y Farah fue trasladado. En 2019 con las confesiones de Oscar Centeno el caso volvió a ser revisado esta vez por los camaristas Pablo Bertuzzi y Leopoldo Bruglia.
Ambos en 2019 llegaron a la misma conclusión. Si bien dijeron que si bien había evidencia de los retornos en los casos del transporte ferroviario y fluvial, no es el caso del transporte automotor. Y destacaron que era necesario hacer mas peritajes y estudios.
Pero Martínez de Giorgi dijo que era imposible dado que la complejidad del sistema de subsidios era tal que nadie podía analizar los pagos ni los sistemas informáticos permitían reconstruirlos.
Había dos tipos de subsidios: el suministro de gasoil a precio diferencial y los denominados Régimen de Compensaciones Tarifarias (RCT) AMBA, Régimen de Compensaciones Complementarias (RCC), Compensaciones Complementarias Provinciales (CCP), Régimen de Compensaciones Complementarias Gasoil (RCC gasoil) y las Compensaciones Complementarias Provinciales Gasoil (CCP gasoil).
El RCT redistribuye en base a una forma polinómica que considera las siguientes variables: kilómetros recorridos, pasajeros transportados, parque móvil y recaudación. El RCC complementa la diferencia que no puede ser solventada por el RCT y su cálculo surge de considerar los costos por kilómetro promedio con el índice pasajero kilómetro a lo que se le resta el subsidio al gasoil por pasajero y el ingreso medio por pasajero. A ese resultado de lo multiplica por el promedio mensual de pasajeros transportados, lo que arroja el monto del subsidio requerido. Luego, eso se distribuye con los criterios del RCT. El RCP es similar al RCT, pero en jurisdicciones provinciales y municipales.
El suministro de gasoil a precio diferencial, por otra parte, se distribuye en función del cálculo teórico realizado por la CNRT en base a una función que contempla el consumo total de combustible en metros cúbicos considerando la cantidad de vehículos y tipo de chasis del operador, los kilómetros recorridos, el consumo promedio por tipo de chasis y los coeficientes de corrección por consumos y kilómetros improductivos.
Un trabalenguas para leerlo en voz alta, pero un cálculo que no deberá plantear desafíos para cualquier computadora.
El juez entendió que es imposible para cualquier mortal hacer estos cálculos que cuando las empresas cobraron los subsidios se hacían manualmente, sumada a la complejidad dada por las diferentes variables involucradas, las distintas fórmulas de cálculo, la cantidad de resoluciones modificatorias que se fueron dictando a través de los años, que en algunos casos se entregaran dinero y en otros cupos de gasoil a precio diferencial
Organismos de control
Así, con el paso del tiempo el juez dijo que no había perito capaz de hacer la cuenta. Y que las mismas dificultades se encontraron la AGN y la SIGEN cuando mencionaron a estos problemas. Ni el Ministerio de Transporte ni la Comisión Nacional Reguladora del Transporte dieron datos certeros. Con el agravante de que los sistemas informáticos cambiaron y que no es posible recalcular liquidaciones anteriores a 2008 y luego hubo períodos en que los cálculos se terminaban a mano. A partir de 2008, cuando llega Florencio Randazzo, pusieron el GPS a los colectivos y ahí podemos saber qué recorrido hizo cada colectivo. Pero la lectura era incompleta. Con la SUBE volvió a cambiar todo el sistema. Pero las lecturas de kilometraje recorrido por las planillas manuales, los GPS y las SUBE no son comparables entre las tres épocas.
Así las cosas el juez se entregó. Renunció a calcular y sobreseyó a todos por falta de evidencias. No allá indicios de que Cristina Kirchner y sus funcionarios pagaran subsidios en exceso ni que los empresarios los cobraran. El fiscal es Carlos Stornelli que puede aún apelar esta decisión para que la Cámara Federal vuelva a revisar esta decisión y determine si hay alguien que pueda hacer la cuenta.
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