La Corte se toma tiempo para buscar acuerdos en el caso de los jueces trasladados
La Corte Suprema de Justicia pospuso ayer una decisión final sobre el caso de los camaristas Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Germán Castelli, a quienes el Gobierno quiere desplazar de los cargos que ocupan actualmente y regresarlos a los lugares que ocupaban hace dos años. En principio, la definición demorará unos días más, dicen en los Tribunales, pero con las comunicaciones abiertas entre los ministros no descartan que se pueda llegar a un acuerdo en cualquier momento.
El lunes pasado había trascendido que tras la reunión virtual de ayer los jueces iban a decir si estaban en condiciones de firmar un fallo, tal vez ayer mismo, pero ello no ocurrió porque es necesario seguir aunando posiciones entre los altos magistrados. "Nunca estuvo decidido dictar ayer un fallo, se sigue trabajando", dijo una fuente judicial.
La reunión se realizó por Zoom por razones sanitarias, a pesar de que cuatro de los jueces de la Corte estaban en sus despachos, en el cuarto piso del Palacio de Justicia, frente a Plaza Lavalle. Son Carlos Rosenkrantz, el presidente; Horacio Rosatti, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti. Elena Highton de Nolasco siguió las deliberaciones desde su casa. El resultado del acuerdo virtual fue que los jueces de la Corte pospusieron el dictado de una sentencia.
El encuentro entre los jueces fue superbreve. Duró 35 minutos, entre las 11 y las 11.35 y tras descartar la posibilidad de trabajar sobre el caso de Bruglia, Bertuzzi y Castelli se abocaron a otros asuntos, como la posibilidad de contar con fondos para otorgar un aumento salarial al Poder Judicial, como reclama el gremio.
Tras el encuentro trascendió que en la reunión el juez Juan Carlos Maqueda habría planteado la posibilidad de anular la decisión del Consejo de la Magistratura que proponía revisar los traslados pero solo convalidar de manera definitiva aquellos en los que hubiera intervenido el Senado y revocar los otros. Es decir que si el traslado cuenta con acuerdo del Senado es definitivo y si no cuenta es transitorio.
Se trataría de una propuesta que no solo aplica al caso Bertuzzi, Bruglia y Castelli sino que impacta en el medio centenar de jueces traslados en los últimos 20 años. Esta idea necesita terminar de ser trabajada y tal vez modificada por Horacio Rosatti y Ricardo Lorenzetti, los otros colegas, que firmaron la acordada 7 de 2018 en la que establecieron un criterio para los traslados de jueces.
Antes de que terminara la reunión de ayer, había cobrado fuerza la misma idea: que la Corte convalidaría el traslado de los jueces de manera transitoria ahora, pero diría que podían quedarse en sus lugares solo hasta que terminaran los concursos para los cargos a los que fueron trasladados. De ese modo, si bien no de inmediato, los jueces deberían dejar sus cargos en breve.
De ser así, el fallo sería una salida intermedia de la Corte y de ese modo no tomaría partido ——en lo inmediato- ni por el Gobierno ni por la oposición, aunque en última instancia el asunto terminaría con los jueces de regreso a los lugares que ocupaban en 2018, en un plazo que, calculan en los tribunales, será de dos meses a lo sumo.
De confirmarse esta decisión, para los camaristas sería "un desastre porque implicaría su salida", dijo a LA NACION un allegado a los magistrados que sigue el proceso. "Los camaristas consideran que no existe ninguna posibilidad de decisión salomónica, en los hechos lo que se presenta como tal no sería más que darle un ropaje elegante a la decisión del gobierno de desplazarlos. Los jueces acatarán la decisión pero no la comparten jurídicamente, sería una paso más en el atropello de afectar sus garantías de inamovilidad e independencia", señalaron sus colaboradores.
Por otro lado, Rosenkrantz en su voto sobre el per saltum ya dejó en claro que de la decisión de la Corte depende lo que ocurra con las decenas de jueces trasladados en los últimos años. Y además hizo visible que se estaba ante un asunto de gravedad institucional inusitada.
Rosenkrantz firmó en disidencia la acordada 4 que avala los traslados sin acuerdo del Senado con un amplio criterio. En cambio, no firmó la acordada 7 que, si rubricaron sus colegas Horacio Rosatti, Ricardo Lorezentti y Juan Carlos Maqueda. Allí el trío de jueces ante la consulta por Bruglia estableció no es necesario un nuevo acuerdo del Senado en casos de traslados de jueces "para desempeñar funciones de la misma jerarquía dentro de la jurisdicción federal, con igual o similar competencia material".
Sin embargo, hoy por hoy, Rosatti, Maqueda y Lorezentti buscan una posición común para resolver el problema. Los debates pasan por analizar una solución que impida caer en la grieta y al mismo tiempo dar una respuesta a los jueces.
El asunto (que parece un debate técnico-constitucional) enfrentó con intensidad política al Gobierno con la Corte y hasta hubo carteles con los nombres de los camaristas en el banderazo de la semana pasada en el Obelisco.
El presidente Alberto Fernández fustigó al presidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz, por haber alentado tratar el recurso de per saltum de los camaristas para analizar caso. Y el expediente alineó a los partidarios de Cambiemos del lado del trío de camaristas ("en defensa de la República") y a los partidarios del Gobierno, al otro lado, reclamando que los magistrados deberían haber conseguido un nuevo acuerdo del Senado para permanecer en sus nuevos cargos.
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