Encuesta: la clase media, entre el desencanto y la falta de representación política
El 33% de la clase media está desencantada y no se siente interpelada por ningún espacio político. Según una encuesta, a pesar de la fuerte aprobación a la gestión del Gobierno al comienzo de la pandemia por el coronavirus, los votantes blandos del Frente de Todos de ese segmento se alejan por la falta de resultados, pero no se acercan a Juntos por el Cambio, que también está perdiendo adhesión.
Una buena parte de quienes definieron las elecciones en 2015 y le dieron el triunfo a Mauricio Macri en el ballottage, posiblemente le hayan dado la espalda en las últimas elecciones, decepcionados con la gestión. Muchos de esos votantes moderados apostaron por Alberto Fernández en 2019, creyendo que iba a tener una postura más dialoguista, pero ahora se alejan porque no se identifican con sus políticas.
Los datos surgen de un estudio de Grupo de Opinión Pública (GOP) y de Trespuntozero -una de las contratadas por el Gobierno para hacer sondeos de imagen-. Se realizó en el mes en curso y consistió en un sondeo cualitativo con grupos focales y uno cuantitativo que abarcó 1850 casos a nivel nacional.
Ante la pregunta "¿de cuál de estos espacios políticos se siente más cercano?", la mayoría de los encuestados en enero (33%) no pudo decidirse por ninguna alternativa. El 25,5% se inclinó por el Frente de Todos, seguido por Juntos por el Cambio con el 23,5%, y el frente Despertar con el 5,4%. El panorama de los votantes moderados sin representación fue en alza desde septiembre pasado (27,6%). Por su parte, la adhesión al espacio oficialista (28,1%) comenzó su caída y lleva perdidos casi tres puntos; mientras que el bloque opositor (32,9%) bajó más de nueve.
"En 2019 hubo votantes poco interesados en la política, sin una fuerte adhesión política. Ese votante blando, que pivotea entre un espacio y otro, no siente fuerte anclaje con las con las ideologías partidarias, sino que define por coyuntura. Probablemente un fragmento de esos votantes eligió a Macrien el ballotage; y, en el 2019, tras un desencanto espantoso, viró a elegir el espacio de Fernández", explicó Shila Vilker, directora de Trespuntozero.
Pese al gran apoyo que recibió el Presidente en las últimas elecciones, Raúl Timerman, director de GOP, argumentó que la mayor parte de la clase media no cree que el Gobierno esté yendo en la dirección correcta: "En la segunda semana de abril, la aprobación de la gestión de Fernández era altísima. Hoy, la pandemia dejó de ser un motivo válido por el cual no se obtienen resultados. Antes la sociedad decía que había que darle tiempo, pero hoy se eligió convivir con el virus y exige que resuelvan los problemas en esa convivencia".
La mayoría de los votantes moderados del Frente de Todos consultados se mostraron alejados del partido que apoyaron en 2019 porque no ven resultados. Según Vilker, se agotó la paciencia y la sociedad ve al futuro como un problema porque el Gobierno "tiene fuertes dificultades para prometer y generar expectativas. El grueso de la población no puede imaginar el futuro más allá de la crisis económica". Los argumentos que presentaban para justificar la no resolución de las preocupaciones comunes que entraron en el olvido eran la pandemia y "el horror del gobierno anterior".
De acuerdo con el sondeo, hay una confusión generalizada entre los votantes moderados del oficialismo porque perciben, con incertidumbre, que el país está sin rumbo.
Algunos encuestados describieron su situación personal como "empantanada" porque se encuentran siempre en el mismo lugar sin poder avanzar. En el marco de la crisis económica, la clase media no siente que el Gobierno tome medidas enfocadas en su bienestar y se mantienen en una temporalidad anclada en el presente que no evoluciona.
"Los sectores medios solo son importantes en el momento del voto, no en el de las determinaciones de política. Es por eso que desde hace muchos años no hay políticas para ellos en la Argentina, no entiendo cómo hacerlas. Tienen una política para el capital o para los sectores populares, pero no para los sectores medios", detalló el ensayista Alejandro Katz.
Dentro de los principales motivos por los que la clase media está desencantada, se destacaron la falta de resultados en la economía, salud y seguridad; que en el país está "sin rumbo"; que el plan de vacunación es defectuoso, justo en un contexto de rebrote de casos; y que la incertidumbre generalizada no permite proyectar hacia el futuro.
Además, Timerman citó la fuerte molestia por las limitaciones de circulación que impuso el Gobierno: "La gente que tiene que convivir con el virus se queja de las restricciones como el distanciamiento social y las salidas. Todas que se mencionaron en los grupos focales tienen que ver con el ocio, no con el trabajo".
El votante moderado que le creyó a Fernández que no era parte del kirchnerismo (...) podría sentirse afectado y eso podría implicar algún deterioro en términos electorales
De acuerdo con el sondeo, hay una confusión generalizada entre los votantes moderados del oficialismo porque perciben, con incertidumbre, que el país está sin rumbo. "El voto escéptico se termina transformando en esta especie de frustración con el mundo de la política. La idea de que los políticos son todos iguales está muy fuerte. Son personas que están al borde de un enojo muy fuerte y de cortar lazos con la política", señaló Vilker.
Sergio Berensztein, consultor y analista político, dijo, en diálogo con LA NACION: "Uno puede plantear como hipótesis que el votante moderado que le creyó a Fernández que no era parte del kirchnerismo; pero después del avance en la reforma de la Justicia, del caso Vicentin, de la maldición de exportar alimentos, podría sentirse afectado y eso podría implicar algún deterioro en términos electorales".
En ese sentido, Katz explicó que el Presidente pudo haber hecho un giro hacia los sectores medios, pero no lo hizo. Por el contrario, se inclinó "por la radicalización política, aumentó la conflictividad en espacio público", algo que irrita a esos segmentos. "Hubo votantes que pensaban que el Gobierno iba a ser más dialoguista centrista, pero vieron que la relación de Fernández con Cristina Kirchner es de mucha dependencia".
Sin embargo, los tres temores principales de la clase media no son políticos, sino que están vinculados con la propia administración de la vida: la crisis económica, la situación laboral y la inseguridad. "La gente es muy crítica con lo económico y tiene una visión pesimista", sostuvo Berensztein.
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