La Ciudad advierte que no permitirá otro acampe y la Casa Rosada convoca a los piqueteros
Tras el acampe en la 9 de Julio, Zabaleta citó a los piqueteros el jueves; antes del encuentro ratificó que no dará nuevos planes sociales; las organizaciones sociales a la espera del encuentro para definir el plan de lucha
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LA NACIONSantiago Dapelo
En medio de la creciente conflictividad callejera, el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta advirtió que no permitirá un nuevo acampe en la avenida 9 de Julio. Con la confirmación de que no ampliará la base de planes, el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, convocó para el jueves a los referentes piqueteros para encontrar una salida al conflicto.
Decidido a evitar una nueva fotografía de la Ciudad sitiada por carpas, como sucedió la última semana, el gobierno porteño le reclamó al gobierno nacional que resuelva la discusión con las organizaciones sociales. De eso hablaron Zabaleta; el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, y el ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D´Alesandro.
“Estamos decididos a no permitir que esa foto vuelva a suceder y para eso necesitamos compromiso total del gobierno nacional para trabajar en conjunto”, dijo D´Alesandro.
Desde Uspallata reforzaron el mensaje en la búsqueda de una reacción de la Casa Rosada. “Entendemos el 40 por ciento de pobreza, pero cortar las calles no puede ser la única opción de protesta. El Gobierno tiene que resolver el problema”, agregó un integrante del gabinete de Rodríguez Larreta.
Antes de la convocatoria a los piqueteros, que se llevará a cabo en el Ministerio a las 15, Zabaleta reforzó su postura contra los cortes de calles y les reclamó a las organizaciones sociales más radicalizadas, como el Polo Obrero, “basta de apretar a los argentinos”. El ministro, uno de los funcionarios más cercanos al Presidente, les pidió que busquen “otra modalidad de protesta” y en un guiño a los porteños sostuvo que los que transitan por la avenida 9 de Julio “también tienen derechos”.
El responsable de Desarrollo Social además ratificó que no habrá más altas en los programas sociales y aseguró que profundizará la transformación del Plan Potenciar Trabajo al empleo genuino. Desde que se habilitó la posibilidad de elegir la unidad ejecutora, hace 41 días, miles de beneficiarios del programa –en total son 1.233.000 personas–, dejaron las organizaciones sociales, que integran la Unidad Piquetera, por los intendentes.
“Es una gestión que nunca paró y marca en este momento crítico que lo que quiere hacer es generar empleo formal. Basta de apretar a los argentinos de esta forma. Nosotros comprendemos y entendemos que hay derechos constitucionales y los respetamos, pero basta de apretar a los argentinos”, reclamó el exintendente de Hurlingham en Radio Mitre.
Como contó LA NACION, según un trabajo de la consultora Diagnóstico Político, en el mes de marzo se registraron 800 piquetes en todo el país. Es un promedio de 25 cortes por día, un número que, si se replicara a lo largo del año, podría llegar a 9600 para cuando finalice 2022. Durante 2021, hubo 6.658 manifestaciones, la cifra más alta de los últimos siete años, solamente superada por la de 2014. Es por eso que el Gobierno está en estado de “alerta” y no cederá ante lo que considera es una “extorsión”.
Entre las propuestas que la Ciudad le alcanzó al gobierno nacional está la posibilidad de dar de baja los planes de aquellos que cortan calles y avenidas. Esto, por ahora, no es una opción para la Casa Rosada. Tampoco la represión de la protesta social, aunque desemboque en un nuevo acampe sobre la 9 de Julio, según advirtieron fuentes oficiales. “Tenemos que doblarles el brazo en una mesa de diálogo, esto es largo”, añadieron.
Eduardo Belliboni, una de las caras de la protesta, volvió a reclamar por más planes. “¿Cuál es la razón para no abrir más? Aprieta el FMI, el Gobierno es el que aprieta”, lanzó el dirigente del Polo Obrero, uno de los más duros. Según anticipó, sino hay un cambio de postura de la Casa Rosada se mantendrá el plan de lucha que se votó hace 10 días en la Plaza de Mayo. En ese cronograma de protestas asoma una nueva movilización y acampe para la próxima semana.
“El plan de lucha está votado, pero se puede levantar. Depende del Gobierno. La gente sale a la calle porque tiene hambre”, describió Belliboni.
La postura extrema del líder piquetero genera suspicacia. Tanto en la Casa Rosada como en Uspallata resaltaron la infraestructura que movilizaron las organizaciones sociales que integran la Unidad Piquetera. “Carpas nuevas, todas iguales. Baños químicos, bandas, comida… ¿De dónde sale toda esa plata?”, coincidieron con el interrogante cerca de Zabaleta y D´Alesandro.
“Están haciendo política”, resumió un importante funcionario nacional.
Por Santiago Dapelo
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